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CAPÍTULO 34

Jesse se mantuvo firme en su sitio apretando más  sus manos a la barra metálica del toallero para reafirmarse y Eric sonrió complacido

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Jesse se mantuvo firme en su sitio apretando más  sus manos a la barra metálica del toallero para reafirmarse y Eric sonrió complacido.

Dio un paso atrás saliendo de su campo de visión y Jesse intento aguzar su oído  para  oírlo, con la música no era tan fácil adivinar donde estaba Eric. Intentó girar su rostro para espiar sobre su hombro pero las manos de Eric lo sujetaron por las mejillas en un agarre aplastante que lo obligó a mantener la vista al frente.

Eric soltó su rostro y lo acarició con sus nudillos antes de volver a apartarse, entonces lo sintió.

—Mhhhh—Gritó por la sorpresa y el dolor, del primer impacto,  sus rodillas amenazaron con juntarse.

No había  sido amable.

Nada.jodidamente. amable.

Podía jurar que su piel se había roto en alguna parte del recorrido del impacto.

Lo sintió acercarse de nuevo.

—Shh….—Susurró arrastrando su labio inferior por la piel de su espalda justo  sobre donde escocia. Justo donde una franja roja comenzaba a pintarse en tono brillante.

Jesse gimió, apretando con más fuerza la tela entre sus labios. 
Un  pequeño golpe de Eric con su pie en los tobillos del rubio, lo obligó a separar las piernas una vez más.

Cerró los ojos, el cuero volvió a acariciarlo con calma antes de apartarse, segundos después lo sintió  cortando el aire antes de impactar una segunda vez en su espalda. 

Jesse volvió a gritar con los dientes apretados.

Se concentró en oír la respiración de Eric que volvía a arrastrar sus labios por las magulladuras, su lengua las delineó produciéndole una descarga directa a su polla que comenzaba a hincharse de nuevo.

Afirmó sus piernas en el suelo, y antes de que pudiera pensar otra vez en lo extraño que le resultaba ponerse duro en ese momento, el cinturón  impactó en su cuerpo, el ardor sobre su piel húmeda pareció intensificarse  cuando cayeron dos golpes en el mismo sitio. 

Lágrimas resbalaron por su mejilla,   podía detenerlo, escocía demasiado. Pero entonces el aire besaba su espalda, el aliento de Eric besaba su espalda, su cerebro  era consciente del dolor y de alguna manera se sentía bien cada vez que el golpe pasaba y quedaba el escozor acompañado de las caricias.

Jesse no tardó en comprender el patrón: beso, caricia, golpe, dolor, beso caricia golpe, dientes, besos caricia, Eric lo mordió.  sus piernas se aflojaron cuando lo sintió atrapar el lóbulo de su oreja  en un beso húmedo a su cuerpo a recuperarse un poco. 

Besos,  caricias, golpe.

Mierda, sus músculos se tensaban al momento en el que oía el ruido del aire siendo cortado y el dolor, joder. Eric se detenía entre golpe y golpe para darle tiempo a que se recuperara o decidiera que pare.

El legado de Caín (GAY +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora