Eric McGraw lo tiene todo, una carrera exitosa, dinero, y un legado de estrechas relaciones con el narcotrafico.
Jesse Rogers, es el detective a cargo del caso, recién salido de la academia vive con un solo objetivo en mente: limpiar el nombre...
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CAPITULO 44
Eric estaba terminando una horrible reunión con el resto de los lideres de la hermandad. Las 7 familias básicamente le estaban apretando los cojones. Esa era una reunión para discutir los detalles de que pasaría ese año con "la mesón" suspender el evento implicaba pérdidas millonarias para todas las familias implicadas pero con la cacería de brujas de la policía, había sido imposible organizarlo. Los cliente se habían empezado a quejar, ricos de todo el mundo dejaban sitio en su agenda y viajaban a Chicago para tener una noche donde dar rienda suelta a todas sus perversiones fuera de la ley.
¿Cuánto pagarías por 24 hs para hacer realidad todos tus perversiones más ocultas? Ese era el lema de esa noche. Una noche al año en la que se movían millones. Lisa y llanamente no podían suspender el evento. La hermandad estaba ansiosa, perder ese negocio básicamente era algo que nadie quería permitirse y todo apuntaba a que si lo hacían Eric sería el culpable de eso.
Llevaba tanto tiempo apretando los dientes mientras oía pasivamente como se metían diplomáticamente con él, que sentía el rostro entumecido. Vamos, que toda la noche había oído como caían reclamos sobre su cabeza.
Eric se había llevado a Fiodor con él, en parte porque lo consideraba uno de los mejores asesinos que había en chicago en ese momento, en parte porque a parte de tenerlo vigilado le servía como apoyo moral. Siendo un Voronin tenía ganado un respeto natural.
—mis chicas están asustadas con la policía detrás de su cabeza, McGraw—dijo Nicolai con su tono amanerado. Sí, con el resto de la Bratva reunida el imbécil se creía valiente. No era el primero en quejarse por haberse puesto a toda la policía de chicago en contra. Lo cierto era que habían desmantelando varias cargas en el último mes y no solo había sido coca lo que incautaron. sí su mierda los había salpicado. Vamos, que la policía local había salido a cazar todo lo que se moviera desde la muerte de Liu Cong, la cosa apuntaba a que no se quedarían tranquilos hasta no darle un nombre al pueblo que había salido enardecido a las calles
—Tus putas siempre están asustadas, Niko. La mayoría ni siquiera está por voluntad propia. ¿Cómo esperas que no estén asustadas? yo no te digo como hacer tu trabajo.
—Porque yo hago bien mi trabajo
Eric se tensó y sintió a Fiodor a su lado gruñir. Dios, no necesitaba que el chico lo metiera en mas problemas.
—¿intentas decirme como manejar mi negocio? —preguntó Eric apoyando su mano en el brazo de Fiodor para que se calmara.
—Chico, nadie está diciendo como manejar su negocio a nadie.—Intervino Oleg Peskov y le lanzó una mirada significativa a ambos cabezas de familia para que pararan la discusión, Eric hizo un gesto de respeto al hombre.
La familia Peskov se encargaba del asesinato a sueldo por lo que había sido una de las menos afectadas con toda la revolución del último mes, y más allá de que contara con un ejército de asesinos a cargo era el más viejo de esa sala, para todos esos hombres pasando los 50, Eric no era más que un niño en pañales a quién la sombra de su abuelo le quedaba demasiado grande. Había visto por años a Oleg Peskov en la oficina de Vladimir bebiendo tragos y conocía lo suficiente al tipo para saber que era la clase de hombre con la que debía cuidarse.
