Eric McGraw lo tiene todo, una carrera exitosa, dinero, y un legado de estrechas relaciones con el narcotrafico.
Jesse Rogers, es el detective a cargo del caso, recién salido de la academia vive con un solo objetivo en mente: limpiar el nombre...
hola mis amores como están? aquí llueve y no hay nada que me guste más que escribir cuando eso pasa así que aquí les dejo un cap. Que lo disfruten. Los amodoro
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Capítulo 53
—Creo que estás en problemas, Eric. —Comentó Jed estacionando el coche en la entrada de la mansión McGraw. Se habían quedado en casa de Will hasta la madrugada comiendo sobras, hablando de sus mierdas y bebiendo en el caso de Eric y Will. Luego Jed, que había ido con su coche, se había ofrecido a darle un aventón. Eric frunció el ceño al rubio sin entender que señalaba hasta que lo vio:
Jesse sentado junto a las rejas como un cachorro abandonado en la entrada. Jed le hizo un juego de luces antes de bajarlas y el rubio rizado se puso de pie con su ceño fruncido.
—¿Necesitas que hable con él?—Preguntó viendo la mirada fulminante que le dedicó Jesse.
—oh, él quiere darte un puñetazo en la cara Jed, dudo que te deje hablar.—Comentó Eric con su típica tranquilidad aparente mientras Jesse se acercaba hasta el coche con un claro mohín de disgusto en su nariz. Dios, jesse de verdad se veía adorable todo molesto.
—Qué se ponga en la fila.—Gruñó Jed por lo bajo trayendo de nuevo la atención se Eric, ese hombre tenía demasiados bordes ásperos para su propio bien.
Rubio tonto, pensó con resignado cariño. Jed estaba a demasiados años luz de terapia de aceptar que toda su mierda no era más que su manera de cubrirse del mundo como el niño asustado que era, sumado con su buena dosis de odio hacia si mismo, le lanzó una última mirada antes de abrir la puerta para bajarse. Sí, Eric ya no estaba dispuesto a intentar limar esos bordes. —Cuídate Jeddy. Lo digo en serio.
Jed le hizo un gesto de saludo boy scout con tres dedos en su frente y puso el coche en marcha.
—¿Qué hace él aquí?—Preguntó Jesse intentando mantener su tono neutro y fallando épicamente en cuanto estuvo frente a Eric.
—la pregunta es que haces tu aquí.
— Tu dijiste que me querías ver esta noche. Yo...— Jesse bajó la vista al suelo avergonzado.
—Me refiero a qué es lo que haces en la entrada, son casi las 4 de la mañana ¿Por qué no estas en la cama?—Le gruñó Eric con controlada exasperación como cuando encontraba que el chico había hecho un lio con sus cosas. Una pequeña chispa de esperanza brilló en Jesse al oírlo.
—no me dejaron entrar, parece que tus empleados me consideran persona non grata. —Eric no respondió y fue hasta el intercomunicador para pedir que les abrieran.—Tu también me consideras así?
—Estoy molesto contigo Jess, no voy a negarlo.—Admitió pero cuando las rejas se abrieron le hizo un gesto para que lo acompañara. Jesse lo siguió y en cuanto se acercó lo suficiente pudo sentir la mezcla de alcohol y perfume de mujer que emanaba de la ropa de Eric.
