Capítulo 10

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Alguien me está tocando el hombro con suavidad. La imagen de un chico rubio y enclenque que ya comienza a resultar extrañamente habitual se difumina en mi mente. No es la primera vez que sueño con él, pero sigo sin saber quién es. Se trata siempre de una imagen demasiado nítida para ser un sueño, así que supongo que se trata de un recuerdo o algo por el estilo. Una voz me saca de este estado de semi consciencia. Abro los ojos y veo a Steve frente a mí. Lo siguiente en lo que reparo es en que es él quien me toca el hombro, no era parte del sueño.

Rápidamente me revuelvo para apartarme de su toque. Él parece captar la idea y aparta la mano. La calidez que me transmite me asusta. Me asusta el sentimiento de familiaridad que me provoca. Me asusta no saber si lo conocí en algún momento. Me asusta la confusión que genera siempre en mí.

- Te he traído algo para comer. Tómate la sopa mientras aún esté caliente. Luego puedes seguir durmiendo.

Asiento, distraído, mientras me pasa el cuenco y una cuchara. Esperaba que abandonase la habitación, pero su único movimiento es recostarse en su silla y cruzarse de brazos. Lo miro fijamente.

- No pienso irme de aquí hasta asegurarme de que has comido -asevera.

Sin fuerzas para protestar empiezo a vaciar el contenido del cuenco. Si su intención fuese matarme ya lo habría hecho, así que, tras una breve vacilación, decido que, por ahora, no me preocupa que pueda haber algo en la sopa. No sé con seguridad cuánto hace que comí algo por última vez y la sopa sabe a gloria, nada comparado con la "comida" que me daban en Hydra. Volver a probar algo con sabor, aunque solo sea sopa, es algo increíble, aunque me aseguro de que mi cara no deje traslucir ninguna emoción.

Acabo en pocos minutos y, cuando suelto la cuchara, Steve, que no ha dejado de observarme ni un momento, me tiende un vaso de agua. Esta vez no dudo antes de cogerlo y vaciarlo. Steve se levanta entonces a recoger todo y comenta:

- Voy a llevarme esto a la cocina. Vuelve a dormir, necesitas descansar.

Sale de la habitación cerrando la puerta y me deja solo con mis pensamientos. Sé que no puedo quedarme durmiendo en esta cama eternamente. Hydra me encontrará pronto, si es que no lo han hecho ya. Ahora mismo podían estar de camino aquí y algo en mí se revuelve ante la idea de poner en peligro a este hombre. Decido que debo irme ya si no quiero arriesgarme más de lo que ya lo he hecho.

Me levanto con cuidado de la cama pese al dolor punzante del costado. Estoy poniéndome en pie cuando Steve entra en la habitación. Puedo ver la alteración en su rostro en cuanto me ve levantado.

Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora