Capítulo 48

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No entiendo por qué Bucky se ha abalanzado sobre mí de repente, pero estoy casi seguro de que no me reconoce.
    - ¡Bucky! -le zarandeo por los hombros mientras lo inmovilizo contra la cama.
    - ¡No voy a permitir que me llevéis de nuevo con vosotros! -grita mientras trata desesperadamente de soltarse de mi agarre.
Es justo entonces cuando lo entiendo todo. Bucky está teniendo otra pesadilla. Desde que llegamos a la base se han vuelto más frecuentes y mucho más violentas. Le hablo con voz suave, tratando de calmarlo.
    - Bucky soy yo, Steve. Soy tu mejor amigo -aunque en realidad me gustaría ser mucho más que eso, me recuerdo con amargura-. Hydra no va a hacerte daño mientras yo esté aquí pero tienes que despertar, solo es un mal sueño. Te lo prometo. Confía en mí.
Noto cómo sus músculos se relajan y lo suelto. No sé si me ha reconocido o si se ha quedado sin fuerzas. Agotado tras el esfuerzo que he tenido que hacer para mantenerlo a raya, me dejo caer sobre la cama junto a él, que no se ha movido.
De repente se levanta y yo me incorporo sobre los codos esperando que no vuelva a abalanzarse sobre mí, pero lo que hace es sentarse en la cama con las piernas cruzadas y ocultar el rostro entre las palmas de las manos.
    - Lo siento -su voz sale amortiguada y es apenas audible.
    - No tienes que sentir nada.
Me acerco a él y pongo una mano sobre su rodilla. Él levanta la cara hacia mí. Tiene los ojos enrojecidos.
    - Podría haberte herido si no hubieses reaccionado a tiempo. Podría haberte matado - tiene la respiración agitada y su mirada se va hacia su brazo metálico durante apenas un segundo y yo puedo ver en ese simple gesto cuanto lo odia-. Además -dice volviendo a centrarse en mí-, esto… -su mano vuela hasta mi mejilla derecha, donde aún siento la sangre caliente correrme por la cara.
    - Esto no es nada -le quito importancia mientras me limpio la sangre con la camiseta y él vuelve a apartar la mirada, lleno de angustia y remordimiento-. Bucky, mírame -le pido.
Es reticente, pero al final me devuelve la mirada
    - No me gusta que sientas que no puedes mirarme a la cara. No tienes que avergonzarte de nada si estás conmigo.
    - Lo siento Steve, lo siento mucho. Siento todo esto. Siento olvidar cosas. Siento hacerte daño. Siento que no puedas dormir ni una noche del tirón por mi culpa.
    - Eh, eh, eh -lo interrumpo-. No tienes que pedirme perdón Bucky, te lo he dicho muchas veces. Soy tu mejor amigo y estoy aquí para cuidar de ti. No quiero que pienses que eres una carga o que no me hace inmensamente feliz haberte recuperado.
    - Lo siento -repite como si necesitase que oyese sus palabras.
Me acerco a él y lo abrazo con fuerza cuando siento que está a punto de romper a llorar.
    - Todo va a estar bien -le prometo en un susurro.
Nos abrazamos en silencio durante un tiempo indeterminado.
    - Volvamos a dormir -sugiero cuando creo que se ha calmado.
Bucky asiente, pero, en lugar de soltarme, se agarra más a mí como si temiese el momento en que me separe y yo siento como se me desgarra el corazón. Me doy cuenta de que no ha terminado de creerse mis palabras. Piensa que voy a odiarlo y a alejarme de él porque ha intentado matarme. Hago lo único que se me ocurre para demostrarle que no le temo.
Lo suelto tan solo para acomodarme en la cama y luego lo arrastro conmigo debajo de la colcha.
    - ¿Quieres dormir conmigo? ¿Después de todo lo que he hecho? -pregunta estupefacto.
    - Claro que quiero dormir contigo, nada podría cambiar eso -sonrío con ternura tratando de hacerle entender con este gesto que estoy aquí para él, que siempre voy a estarlo, incluso cuando él trate de alejarme-. Buenas noches Bucky. No te pasará nada mientras yo esté aquí
    - Lo sé. Buenas noches Steve.

Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora