Capítulo 39

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Sigo buscando a Bucky desesperadamente mientras me abro paso entre los enemigos. Tengo un mal presentimiento. No sé cuanto tiempo podremos resistir. Estamos en situación de inferioridad, somos menos, e Hydra contaba con el factor sorpresa.

Justo después de deshacerme de dos atacantes veo como varios grupos de hombres vestidos con el uniforme de Shield se acercan al perímetro de lo que solía ser nuestra base. Separados en grupos se van adentrando en el campo de batalla asegurándose de cubrir todo el terreno. Los soldados de Hydra los ven y algunos, al darse cuenta de cuán numerosos somos ahora, se apresuran a emprender la retirada. No se lo permitimos, aprovechando nuestra nueva ventaja vamos tras ellos hasta que no queda ninguno.

- Capitán -me saluda uno de los soldados.

- Gracias por su ayuda -aprecio-. Busquen alguno que siga con vida, traten de evitar que se suiciden.

- Como ordene Capitán -reúne a sus hombres y se ponen manos a la obra.

Veo que los demás se están reuniendo en el espacio, ahora sin techo ni paredes, donde estaba nuestro salón. Voy hacia ellos, esperando encontrar allí a Bucky.

Localizo a Sam y a Nat. Tony no anda lejos y Clint se sacude el polvo a mi izquierda. Bruce aún no ha conseguido volver a su forma humana y varios agentes de Shield tratan de hacerlo entrar en razón. De Bucky no hay ni rastro.

- ¿Habéis visto a Bucky? -pregunto mientras aumenta mi angustia.

Todos se apresuran a negar con la cabeza.

- La última vez que lo vi fue hacia la mitad del combate -dice Sam-. No sé dónde...

No me quedo a oír el resto de la respuesta. Con un nudo en el estómago salgo corriendo en su busca. Recorro sin éxito todo el campo de batalla. Estoy al borde de la desesperación cuando un destello llama mi atención. Algo brilla con el sol bajo un gran trozo de escombro. Tengo un presentimiento y me acerco al lugar.

La imagen que me recibe me paraliza durante un instante. El destello procedía del brazo metálico de Bucky, atrapado entre dos piedras.

Bucky, a quien encuentro aplastado bajo un gran escombro y lleno de sangre, tiene los ojos cerrados. Con la mano temblorosa y el corazón en un puño, le tomo el pulso.

Suspiro aliviado al percibirlo, aunque sea débilmente, en su cuello. Con la certeza de que aún está vivo me apresuro a hacer una evaluación de la situación. La misma piedra que le inmoviliza el brazo izquierdo le aplasta todo el cuerpo, desde las rodillas hasta el cuello. Tiene magulladuras en la cara y está manchado de sangre. Solo puedo esperar que no toda sea suya.

No tengo más opción que intentar levantar la piedra. Con ayuda del escudo, me dispongo a tirar de ella hacia arriba cuando Natasha llega corriendo.

- Déjame ayudarte -se ofrece considerablemente más calmada que yo, que estoy al borde de un ataque de ansiedad.

- Cuando levante esto, sácalo de ahí debajo. Con cuidado, probablemente tenga algo roto.

Ella asiente y se pone en posición. Yo, por mi parte, agarro el escombro con ambos brazos y uso todas mis fuerzas para levantarlo. No consigo elevarlo más de unos centímetros, pero son suficientes para que Nat pueda arrastrar a Bucky hasta sacarlo, cubierto de polvo, de debajo de los escombros. Cuando me aseguro de que está lo bastante alejado dejo caer de nuevo el gran escombro y me acerco al cuerpo de Bucky.

- Nat, ve a buscar ayuda. Ya.

Ella obedece de inmediato sin hacer ningún comentario y yo me quedo solo. Sostengo la cabeza de Bucky en mi regazo cuando creo ver como un pequeño espasmo sacude su brazo derecho. Sus ojos se entreabren ligeramente y un gemido escapa de sus labios.

Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora