Capítulo 53

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Me aseguro de que el auricular que Tony nos ha dado a todos para comunicarnos sin interferencias sigue en su sitio. Es tan pequeño que tengo la sensación constante de que en cualquier momento se caerá.
Nat y Clint no han tenido ningún problema para desactivar la seguridad de la base, evitando así que Hydra detecte nuestra intrusión y envíe refuerzos.
La base, secreta y casi vacía, es tan solo un lugar donde se detienen los altos mandos y se reúnen antes de decidir sus próximos golpes.
    - Por eso no hay mucha vigilancia, no suelen pasar más que un par de días, a lo sumo -me explica Bucky en un susurro.
    - Ahora tan solo tenemos que descubrir donde están reunidos.
Bucky asiente y recorremos en silencio un pasillo que parece adentrarse en la base. Sus paredes están llenas de puertas y perdemos un tiempo precioso en abrirlas todas, sin éxito. Nos acercamos a un cruce desde el que salen tres nuevos corredores antes de darnos cuenta de que podríamos pasar horas explorando la base y no encontrar nada. Cuanto más tiempo pasamos vagando sin rumbo fijo, más posibilidades tenemos de ser descubiertos. Sé que Bucky está pensando lo mismo que yo, tratando de idear un plan alternativo.
Un ruido de pasos que se acercan por uno de los corredores me saca de mis cavilaciones y levanto una mano para evitar que Bucky siga avanzando.
Bucky y yo nos miramos y sé que hemos tenido la misma idea. Nos ponemos de acuerdo con la mirada y, mientras yo llamo la atención del solitario soldado de guardia, Bucky se esconde tras una esquina, listo para lanzarse sobre él.
Bucky lo inmoviliza y le impide gritar, para que no tenga oportunidad de avisar de nuestra presencia, amordazándolo con un trozo de tela que ha sacado de uno de los bolsillos de sus pantalones. Yo me aseguro de que nadie nos haya visto y ayudo a Bucky a arrastrar al hombre hasta el interior de una de las salas que hemos revisado hace un momento.
    - Tenemos la conexión de la luz -anuncia justo entonces Nat por el pinganillo.
    - Esperad a mi señal antes de cortarla -ordeno, tranquilo gracias a la seguridad que nos proporciona el cuarto en el que nos hemos escondido- Los demás, ¿todo controlado?
    - Nada raro aquí -informa Sam-, todo está muy tranquilo.
    - Aquí también está todo en orden -asegura Tony.
Yo asiento y me giro hacia mis acompañantes. Bucky sostiene al soldado mientras yo le apunto con una pistola que acabo de desenfundar.
    - No es más que un crío -se me escapa al ver el rostro del soldado de cerca, no tendrá más de 20 años y ni siquiera luce el uniforme de Hydra. Bucky se inclina para fijarse en él.
    - Apostaría a que pertenece a las juventudes de Hydra -comenta-. Es un programa basado en las juventudes hitlerianas de la Segunda Guerra Mundial, enseñan a los jóvenes a seguir su ideología desde pequeños, les lavan el cerebro hasta que se aseguran ded que son soldados de Hydra en miniatura, crueles y despiadados pero siempre listos para recibir órdenes. No suelen darles puestos fijos en las bases a menos que sea estrictamente necesario porque su lealtad no es inquebrantable. No lo hacen hasta que no están seguros de que serían capaces de morir por la causa -explica Bucky ante mi mirada interrogante-. Supongo que hemos causado tantas bajas en sus filas que han tenido que reemplazar a sus soldados habituales con… esta escoria.
    - Cuanto más sabemos sobre Hydra más los odio, pero supongo que todo esto nos vendrá bien al fin y al cabo -si no es un soldado real será mucho más fácil hacer que coopere-. Escúchame, y hazlo con atención, porque no pienso repetirlo -digo refiriéndome al chico, sin desviar la pistola-. Nosotros vamos a salir a ese pasillo y tú vas a guiarnos a mi amigo y a mi hasta el lugar donde se encuentran tus superiores y lo vas a hacer en silencio y sin resistirte porque, de lo contrario, te entregaremos a Shield para que te maten y te juro que me ocuparé personalmente de que no sea una muerte rápida -el soldado, con ojos asustados pero sin dejar de revolverse y soltarse de su agarre, trata de extraer la cápsula de cianuro de su hombro. No dejo de darme cuenta de que podría haberlo intentado mucho antes, en cuanto saltamos sobre él en el corredor. Supongo que, después de todo, no tiene tantas ganas de morir.
    - Ni lo sueñes -gruñe Bucky antes de arrancarle el bolsillo de la chaqueta, tirándolo al suelo junto con la cápsula.
    - Entonces, ¿vas a colaborar? -pregunto como si el soldado tuviese alguna otra opción.
Él asiente, mientras gruesas lágrimas resaltan su mirada llena de odio. Hacia nosotros, hacia todo lo que representamos. Si Bucky no lo estuviese inmovilizando sospecho que se abalanzaría sobre mí para matarme con sus propias manos. Pero ahora nosotros tenemos la sartén por el mango, y él lo sabe.
Me aseguro de que el corredor está despejado y salimos al pasillo los tres.
- Necesito que os reunáis todos en la posición que acabo de enviaros. Ya sabemos donde están reunidos.
El soldado nos conduce por el laberinto de pasillos hasta la puerta de una sala que, de otro modo, habríamos tardado horas en localizar. Señala la puerta con la cabeza con un gesto furioso y un breve momento de escucha nos revela que, efectivamente, es allí donde están reunidos.
    - Nat, luces fuera -digo por el auricular.
Cinco segundos más tarde nos quedamos a oscuras y se encienden las luces de emergencia del pasillo. Miro a Bucky y él, sin un solo momento de duda, desenfunda un cuchillo y mata al soldado, que cae al suelo con un ruido sordo. Trato de no pensar en el hecho de que Bucky tan siquiera ha tenido que meditarlo y, por un momento, veo en él al Soldado de Invierno, tan solo durante un segundo, antes de que sus ojos recuperen la calidez que suelen transmitir.
Nos escondemos tras un recodo del pasillo y Clint y Nat salen enseguida a nuestro encuentro.
La puerta de la sala se abre justo en ese instante y un grupo de hombres vestidos de colores oscuros ocupa el pasillo, se acercan al soldado que hemos matado con la cara descompuesta y en seguida recorren el pasillo con la mirada. Reconozco al hombre que lidera el grupo en seguida. Se trata de Rumlow, él y sus hombres fueron los responsables de tratar de darme una paliza en un ascensor del antiguo edificio de Shield.
    - Solo quiero vivo al de en medio -ordeno a media voz cuando Tony y Bruce se unen a nosotros.
Un gesto de su parte me indica que han cumplido con su parte del plan y que nuestros refuerzos deben estar ahora mismo rodeando la base para evitar que nadie pueda huir.
-  A mi señal -indico.
Un gesto por mi parte y todos nos lanzamos al pasillo, dispuestos a eliminar unos cuantos soldados de Hydra que, cogidos por sorpresa, tardan demasiado en reaccionar. Nos superan en número, pero son menos hábiles y conseguimos derrotarlos en un combate cuerpo a cuerpo sin que ninguno de nosotros resulte gravemente herido.
En medio del revuelo que hemos causado he perdido momentáneamente de vista a Rumlow y me apresuro a buscarlo con la mirada mientras me ocupo de un soldado con ayuda de Bucky. Veo como vuelve a entrar en la sala de la que han salido todos. Clint ve lo mismo que yo y ambos nos apresuramos a acabar con los pocos soldado que quedan en pie.
Cuando, instantes después, cae el último nos dirigimos a la puerta de la sala sin saber muy bien que nos esperará en su interior.

Hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora