Cuando suena la alarma ya llevo un buen rato despierto dando vueltas. Harto del estrecho e incómodo sofá, hoy he dormido en el suelo, una decisión que mis piernas han aplaudido pero que la espalda me echa en cara. Me levanto despacio y me estiro para hacer desaparecer la rigidez de mis músculos. Apenas he pegado ojo, pero no estoy cansado, estoy acostumbrado a dormir poco cuando tengo una misión.
Ya en la cocina, cojo dos tazas y pongo la cafetera en el fuego. Mientras espero a que salga el café me acerco a la habitación para despertar a Bucky. Abro la puerta y lo encuentro sentado en la cama mirando por la ventana, de espaldas a la puerta. No parece haberme oído entrar así que emito un pequeño carraspeo. Se gira sorprendido y puedo apreciar sus profundas ojeras, parece que él tampoco ha dormido mucho.
- Buenos días -digo intentando sonar despreocupado-. Deberías haber dormido más -comento apoyándome contra el marco de la puerta.
- No he podido -dice girándose de nuevo hacia la ventana.
A mi mente viene la pesadilla que tuvo hace un par de noches. ¿Le pasará a menudo? Estoy a punto de hacer algún comentario al respecto cuando decido que es mejor mantener la boca cerrada.
- Vístete, el desayuno estará listo en 5 minutos -digo volviendo a la cocina, donde sirvo el café en las tazas y añado una cantidad generosa de leche y azúcar en la de Bucky. Dejo ambas sobre la encimera junto a un paquete de galletas y recojo lo poco que he ensuciado. Cuando acabo, cojo mi taza y le doy un sorbo apoyado contra la encimera mientras me como una galleta. Justo entonces Bucky entra y se deja caer sobre uno de los taburetes que hay en la cocina. Coje la taza y me mira extrañado.
- ¿Cómo sabes que me gusta el café con leche y azúcar?
Su pregunta me descoloca, no sé qué responderle que no sea demasiado revelador.
- Mi mejor amigo lo tomaba así -respondo intentando convocar una sonrisa, solo me sale una mueca-. Os parecéis bastante así que he pensado que igual también lo hacíais en eso.
Instintivamente poso la mano en la cadena que llevo al cuello. Las chapas de identificación del ejército que habían sido de Bucky. Él estaba convencido de que un soldado no puede morir si no lleva sus chapas al cuello. Así que, antes de cada misión, las intercambiábamos a modo de promesa, ninguno moriría ese día. Por eso, cuando Bucky cayó desde lo alto del vagón de tren, él llevaba mis chapas, al igual que yo llevaba las suyas cuando estrellé aquel avión en el hielo. Parece que al final Bucky tenía razón, como de costumbre. No puedes morir si no llevas tus chapas, aunque a veces aún pienso que, quizás, habría sido lo mejor. Mis chapas las encontraron tiradas en la nieve junto a un reguero de sangre cuando fueron a buscar el cuerpo de Bucky y las guardaron a modo de reliquia del que había sido el Capitán América. Años después, cuando me sacaron del hielo, Furia pensó que querría recuperarlas y yo, cansado de recordar un pasado demasiado doloroso, las guardé en mi apartamento junto con un par de fotos y un cuaderno de dibujos que solo sacaba los días que me sentía realmente fuera de lugar.
Vuelvo al mundo real de entre mis recuerdos y reparo en la expresión de Bucky, que muestra lo extraña que le ha parecido mi respuesta. Algo parecido a la compasión brilla en su mirada y comprendo, de pronto, que cree que mi amigo está muerto. Voy a decirle que no es lo que cree cuando me doy cuenta de que todo será más fácil así. No quiero tener que inventar otra historia con la que mentirle a la cara.
- Voy a ducharme -le informo tras acabarme el café-. Si quieres, tú puedes hacerlo después y así te ayudo con la venda cuando acabes.
Bucky asiente mientras coge una galleta y yo entro a la habitación, donde cojo una muda de ropa limpia. Dejo la camiseta sobre la cama y me llevo los vaqueros al baño. Me ducho intentando evitar cualquier contacto con la cortina, he visto trincheras más limpias que ese trozo de tela. Cuando acabo en la ducha me visto de cintura para abajo y salgo del baño con la cabeza agachada mientras me paso la toalla por el pelo para secarlo. Levanto la vista y me encuentro a Bucky mirándome fijamente desde el interior de la habitación.
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Hasta el final
Fanfiction"¿Me había recordado?" Hace dos días Steve estuvo a punto de morir. No pudo hacer nada para evitar caer de la nave pero Bucky, su mejor amigo, le sacó del agua. El único problema es que Bucky no recuerda a Steve, ¿o sí?