Tanto

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-Lapis: ¡Han pasado varios años! ¡Está sufriendo!

-Peridot: ¡Aún está ahí! ¡¿Cómo diablos puedes seguir pensando que no despertará?!

-Lapis: ¡No lo hará!... ¿Crees que no me duele? Es mi hija, la sostuve en mis brazos cuando nació, la vi crecer, la conozco más de lo que tú la conoces.

-Peridot: Da la orden y te juro que Turquesa vendrá conmigo, no dudaré en poner una demanda y sabes muy bien que ganaré la tutela total.

-Lapis:... ni te atrevas.

-Peridot: No sé en qué punto llegamos a esto, estuve dispuesto a todo por mantenernos juntos pero parece que simplemente te artaste de mí y no trataré de convencerte de nada, pero con mi hija no te metas, impediste que viera Turquesa, no me quitarás a Larimar.

-Lapis: Sabes muy bien porqué lo hice.

-Peridot: Yo no hice nada, renunciante y punto, luego de eso yo no tuve nada que ver.

-Lapis: ¿Cuánto más piensas esperar?

-Peridot: Lo que sea necesario, me haré viejo si es posible, pero ni te atrevas a dar la orden sino ahí si me conocerás de lo que soy capaz, acepté todos tus términos pero esto no.

-Lapis: Como quieras, mi vuelo saldrá en unas horas, quédate si quieres.

-Peridot: Bien.

5 años después

-Peridot: ¿Te gustó? Yo lo compuse, debí lanzarme a la fama ¿No crees?- dijo sonriendo mientras veía a su hija aún en esa camilla.- Turquesa te manda saludos, es un niño muy listo, al parecer hasta sabe lo que estudiará de mayor ¿Debería decirle que la universidad es un asco? Mejor que lo averigüe por su propia cuenta, lo veremos sufrí jejeje- comentó dejando su guitarra de lado.

Se puso de pie, tomó el vaso de café que había en la mesita y lo bebió con calma.

-Peridot: Sabes, Ópalo dijo que te regalará un cupón de atención gratuita por si tienes algún problema dental, está de oferta...creo.- aún tenía esperanza de que la menor despertara, se sentía más solo que nunca.

Las cosas fueron peor con el transcurso de los años.

El sonido de su celular lo hizo despertar por un momento, se puso de pie, lo agarró y atendió la llamada.

-Peridot: ¿Diga?

-Turquesa: Papá, necesito dinero, hay algunos libros que me interesan y como sabrás...

-Peridot: ¿Cuando llamarás para saludar?

-Turquesa: Lo siento, es que mamá está cerca.

-Peridot: Muy bien, te haré la transferencia con mis padres, inventa una excusa y vas a verlos, por lo menos ve a saludar un rato, piensan que eres un interesado.

-Turquesa: Lo siento, me es incómodo que no estés conmigo para verlos.

-Peridot: Pero son tus abuelos, te consentirán, solo sé amable.

-Turquesa: Gracias, debo irme, mamá me vió, adiós.- dijo y cortó la llamada.

Peridot guardó nuevamente el celular y se sentó.

-Peridot: No puedo creer que hasta controle cuando me llama...aunque creo que no sabe que contacta conmigo mmmm ni que fuera a ponerlo en contra de ella y sus padres, exagera.- opinó para si mismo.

Estuvo sentado un rato más hasta que notó algo diferente en el monitor junto al sonido que iba más deprisa, dirigió su vista hacia su hija, quién empezó a moverse bruscamente. Aquello lo asustó y salió rápido alertando a las enfermeras.

Espero varios minutos hasta que finalmente salió el médico a cargo.

-Médico: Fue una irregularidad, está estable.

-Peridot: Pero ¿Porque ocurrió?

-Médico: Al parecer empieza a responder a los estímulos, fue algo inesperado pero quizá pronto abra los ojos.- dijo dando una sonrisa ligera.

Eso lo hizo sentir más feliz, y pensar que por poco la desconectan porque creyeron que no volvería despertar después del accidente cerebrovascular, que fue ocacionado por el golpe del auto. Se sintió idiota pero estaba feliz, realmente sentía muchas cosas pero eran difíciles de describir.

-Peridot: El médico dice que cada vez es más posible que puedas despertar, aunque no lo creas siento como si fueras una bebé que recién despertará, no sabes cuán feliz estoy de saberlo, espero que sea pronto, aunque sí te dije que la casa fue vendida así que estarás conmigo en mi casa, es amplio y cómodo, te va a gustar un montón, tiene una gran vista a la Ciudad....- el sonido del monitor empezó a acelerarse nuevamente, pero no había movimiento.

De igual forma Peridot salió rápido para llamar al médico, pero al entrar pudo ver a Larimar con los ojos abiertos, ella miraba desesperadamente a todas partes.

El médico entró a evaluar la situación, no sacaron a Peridot porque no era exactamente algo delicado, pudo ver cómo el médico evaluaba la situación de la menor.

Fue suficiente escuchar al médico decir que Larimar estaba bien, había todo un proceso por delante pero era posible recuperar su movilidad nuevamente.

Cuando se retiró Peridot se acercó a su hija, en su mirada notó el temor que tenía más que lágrimas salían repentinamente.

-Peridot: Hey, sssshhhh ssssshhhhh, tranquila, todo estará bien, no sabes cuánto esperé este momento.- sonrió.- no te asustes, estaré al pendiente de lo que vaya sucediendo ¿Está bien? No te asustes, me aseguraré de que todo vaya bien.

Meses después.

-Peridot: El día pasó muy rápido.- dijo cargando a su hija mientras iba hacia la habitación que decidió darle en el primer piso.- mañana también será pesado pero progresas muy rápido.

Larimar aún estaba en rehabilitación, fallaba al intentar hablar, no podía moverse con libertad...no podía hacer prácticamente nada.

-Peridot: Pensaba en que vayamos a casa de mis padres, son algo difíciles pero te querrán mucho, de paso llamaré a Turquesa para que venga a verte.

Larimar entendía la situación, Peridot le contaba poco a poco lo que sucedió en esos años, entendió que su madre se dió por vencida y se llevó a Turquesa con ella, intentaba asimilar que no era una niña pequeña, aunque su mente sí lo era, intentaba procesar muchas cosas y era muy complicado, tal y como afirmó Peridot. Por lo menos le reconfortaba que él no se fuera y estuviese todos los días con ella a cierta hora, por lo menos sintió que era importante para su papá.

Muerte en vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora