Reunión

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-Peridot: Entraré el auto, Ópalo, ayuda a mamá a abrir el portón.- le pidió a su hermana.

Ópalo bajó del auto para ayudar a entrar el auto de su hermano, la visita era prácticamente sorpresiva.

Al entrar Yellow no estaba muy alegre que digamos.

-Peridot: Mamá, pasó mucho tiempo, lamento no haber venido...desde la última vez.- dijo apenado puesto que no termino muy bien pero sus padres aceptaron solo el hecho de conocer a sus nietos, más no a Lapis.

Ópalo fue hacia el maletero y sacó una silla de ruedas, eso llamó la atención de su padre.

-Padre: No estamos tan viejos.

-Peridot: No es eso.- dijo dirigiendose a una puerta trasera, donde entró y salió cargando a Larimar.- es para ella.- sonrió.

-Larimar: Hola.- dijo moviendo levemente su mano.

Peridot se dirigió a la silla de ruedas y la sentó ahí.

-Ópalo: Tuvo un accidente hace casi 6 años, hace unos meses despertó y está en rehabilitación, avanza muy bien.- explicó mientras todos se dirigían a la sala de la casa.

Sus padres se sorprendieron conmoviéndose, no se imaginaban por lo que Peridot había pasado al esperar tanto tiempo.

-Peridot: No le gusta hablar mucho, aún no pronuncia muy bien las palabras y eso le apena.

-Yellow: Debió ser duro pero aquí estás.- le sonrió a Larimar.- y aún seguirá siendo difícil pero nada es fácil en la vida, me impresiona como la...el tonto de tu padre no tiró la toalla.

Su esposo se rió, hasta ellos pensaban que Peridot se rendiría fácilmente.

-Peridot: Turquesa me dijo que inventó una excusa para poder venir, debería llegar pronto.- dijo mirando su celular.

Al pasar los minutos la puerta fue tocada, Turquesa había llegado.

-Turquesa: Mamá me puso muchas trabas, no quise tardar.- dijo tranquilo al entrar a la casa.

-Ópalo: Pero estás aquí, hay alguien que quiere verte.- dijo alegre.

El niño asintió, se sentía nervioso de ver nuevamente a su hermana, se sentía bastante feliz pero le era difícil expresarlo.

Al entrar a la sala saludo debidamente a todos, le llamo la atención la silla de ruedas presente así que se acercó.

-Larimar: Hola, ¿Qué hay?- dijo sonriendo.

-Turquesa: Todo bien, creo.- sonrió de verla, su apariencia era diferente, claramente se veía más grande, sus facciones cambiaban y su voz era algo diferente, le dió nervios acercarse pero aún así la abrazó.

Luego de charlar un rato, incluso que Yellow consintiera a sus nietos, Peridot se llevó un rato a Turquesa a su antigua habitación.

-Peridot: ¿Tu madre sabe algo al respecto?

-Turquesa: No, está más ocupada que antes, incluso creo que sale con alguien, llega muy noche y se va muy temprano, ningún trabajo debería exigir tanto, eso va contra ley...

-Peridot: Cuando no, ¿No te dijo nada del dinero que te mando?

-Turquesa: No lo sabe, soy cuidadoso al comprar mis cosas, aunque sospecha de que hago cosas malas para conseguirlo.

-Peridot: Sigue igual de paranoica.

-Turquesa: ¿Cómo han estado?

-Peridot: Ya sabes, ansiosos, preocupados, lo usual, pero no le vayas a decir, no le importó desconectar a tu hermana.

-Turquesa: Eso no es muy humano, usualmente las personas tienen la esperanza hasta que ya no hay signos de vida en el ser.

-Peridot: Bueno, tu madre estaba estresada, quizá eso la hizo perder la esperanza, pero aún así no se lo digas.

-Turquesa: Está bien, no decirle a mamá sobre Larimar.

-Peridot: Algún día entenderás porqué lo hago, hasta entonces obedece a tu madre ¿Si?

El niño asintió, a pesar de su edad era bastante listo, al notar la situación de su hermana quiso algún día convertirse en médico pero le gustaba construir, buscó un poco de información hasta encontrarse con tecnología médica, aquello le llamaba la atención, la situación de Larimar la hacía depender de las máquinas, quizá muchas personas pasaban por lo mismo, así que se interesó en eso.

Hablaron por más tiempo hasta que Turquesa tuvo que irse, a Peridot le sorprendió que se fuera solo, a él lo dejaron irse solo a los 15 años.

-Larimar: ¿Cómo...era papá antes?- preguntó despacio para pronunciar bien.

-Yellow: Era muy diferente a nosotros, como sabrás fuimos criados de una forma, la cual así criamos a Ópalo y Peridot, pero aún así ellos no se conformaron con eso, eran más liberales, sus mentes estaban abiertas a más realidades y posibilidades, aunque Ópalo era más tranquila y obediente que Peridot. Tu papá era más rebelde, cuestionaba todo, se enfrentaba a aquellos que no estaban de acuerdo con él, pero estaba dispuesto a aprender cuando se equivocaba.

-Larimar: Vaya.

-Yellow: Sí, me hacía enojar mucho.- sonrió.

-Padre: ¿Y que pasó con el responsable del accidente?

-Peridot: Prisión, estará ahí por muchos años.- dijo serio.- pero en fin, debemos irnos.

-Yellow: No...quédense unos días, sus habitaciones están tan y como las dejaron, pueden dormir aquí.

Ópalo y Peridot se miraron sorprendidos, a Ópalo prácticamente la habían botado de la casa por querer ser más independiente y buscar grandes metas, por eso no regresó, a Peridot no lo botaron, pero quisieron obligarlo a ser alguien que no era, diciéndole que eran una decepción y vergüenza para ellos, lo que causó que se alejara de sus padres, quizá con el tiempo se ablandaron y por eso les permitieron regresar.

Larimar se la pasaba bien con sus abuelos, le contaban historias o anécdotas graciosas.

-Yellow: Sí, por poco deja que el gas siguiera saliendo, eso hubiera sido fatal.

-Larimar: Jajaja tonto.- dijo puesto que era un anécdota sobre Peridot.

-Peridot: Muy bien, hora de dormir, mañana iremos a pasear por la ciudad.

-Yellow: Bueno, mañana tendrán mucho que ver.

-Peridot: Dije "todos" así que espero que no tengan planes.- miró a sus padres sonriendo.

Ellos negaron tenerlos, así que también debían descansar.

Peridot cargó a su hija hasta la que antes era su habitación.

-Larimar: Desastre.- dijo mirando los alrededores.

La habitación estaba limpia pero desordenada, libros y hojas estaban esparcidos en un escritorio, la cama estaba bien tendida con algunas prendas esparcidas, había una vieja computadora con algunos lápices y cuadernillos a su lado.

-Peridot: Un día antes de irme había hecho cálculos con respecto al dinero que necesitaba para subsistir solo, además de buscar un lugar donde establecerme y elegir la ropa que usaría.- explicó dejando a su hija hechada en la cama, mientras retiraba las cosas que habían encima.

-Larimar: Oohh, me gusta, es...serio.- dijo notando la falta de algo de color, todos los muebles eran de color marrón claro y las paredes eran blancas con un calendario y un colgador vacío.

-Peridot: Me molestaba tener muchas cosas, la habitación de Ópalo tiene más color y peluches, quizá mañana lo veamos, por ahora debes dormir.

Muerte en vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora