Regreso a casa

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Peridot se encontraba mirándose en el espejo del hotel donde se alojaba. Su cabello nuevamente estaba teñido de rubio aunque unos centímetros más lagos que lo hacían ver bien. Finalmente cambio su nombre.

Bien podría quedarse en París y reiniciar su vida ahí, pero ¿Qué pasaría con Lapis y los niños? Saber lo que sucedió si le dolió pero era algo del pasado.

Ya no era una persona tan sentimental, analizaba la situación para saber cómo expresarse, pero ahora ya no sabía que más hacer, en sus planes no estuvo encontrarse con Lapis nuevamente, no estaba tener hijos, no estaba tener una familia, todo sus planes estaba de lado por ellos... sus planes estaban arruinados por una familia que lo tomó por sorpresa.

Mientras iban pasando los días, solo paseaba por la ciudad en su soledad, pensaba demasiado y a la vez nada.
Mirar su entorno lo hacía querer volver pero a la vez solo quería alejarse de todo, al fin y al cabo para estar en el vuelo de la tormenta eso fue lo que buscó, desaparecer, aunque eso incluyó que otras personas murieran.

-???: N'est-ce pas une belle vue? (¿No es una hermosa vista?)- le dijo una mujer mayor.

-Peridot: Bastante, me gustan las construcciones.- respondió tranquilo.

-???: Solía venir con mi familia, pero se mudaron a otra ciudad.- dijo al notar que no hablaban la misma lengua.

-Peridot: Lo lamento mucho.

-???: Es parte de vivir, crecen y forman sus familias, mi labor terminó pero aún me visitan de vez en cuando.

-Peridot: ¿Podría hacerle una pregunta? Sé que no la conozco pero me ayudaría bastante el consejo de alguien con experiencia.

-???: Por supuesto.

-Peridot: Hace mucho tiempo mi pareja me engañó, no lo supe porque perdí la memoria en un accidente, nos volvimos a encontrar y después de más de un año me enteré la verdad y cosas que me afectan ahora, hice tontería tras tontería y no se que más hacer, me siento atrapado por el pasado a veces.

-???: Imagino que es más complejo que eso, todos comentemos errores, somos humanos, pero si crees que ese amor no tiene futuro entonces no sigas en algo que se quebrará fácilmente, pero si existen razones válidas para lo que sucedió y sientes que ese amor es verdadero entonces lucha por aquello, si lo dejas ir te arrepentirás mucho. A veces el sentimiento no te deja pensar con claridad y eso es malo en ciertos momentos, el pasado es algo que no se debe olvidar porque gracias a eso es quien eres ahora, pero tampoco puedes enfocarte en lo que sucedió, sino no avanzarás. Nadie podrá decirte que hacer, solo tú eliges lo que puedes hacer al respecto.- dijo.

-Peridot: Supongo que es verdad, lo he pensado tanto que empecé a tener más dudas y preguntar qué respuestas y aclaraciones.- sonrió levemente.

-???: Pasa a menudo, pero debes ver más de lo que parece haber, mente y cerebro deben trabajar juntos.

-Peridot: Muchas gracias, creo que necesitaba que alguien más me digas lo que creía.

-???: Los jóvenes de hoy en día, se complican la vida mucho.- dijo la mujer retirándose.

Peridot sonrió, quizá divagó mucho por tres semana, no tenía que ver a todos como un cargo, estaba pensando mal las cosas, hechando la culpa a otros cuando los hechos fueron a causa suya.

Aún así se quedó unos días más, tomar una decisión así de importante requería por lo menos ser bien pensada.

En Ciudad Océano

-Romina: Tranquila, me disculpé una y otra vez, va a regresar, es un idiota pero no tanto.

-Lapis: No es eso, solo que no sé si seguir, en verdad me molestó tanto cuando me contó con tranquilidad lo que hizo, y lo único que dijo fue darnos un tiempo.

-Espinel: Creo que era necesario, pero ¿Segura de querer dejar todo como antes?

-Lapis: No lo sé.

-Romina: No sé que complicado sea tener familia y eso, pero ninguna pareja está libre de problemas, cuando regrese habla con Emerald y arreglan las cosas, si ven que no va para más entonces lo acaban.

-Espinel: Sigo pensando que exageran pero si es lo mejor entonces hazlo.

-Lapis: Espero que todo mejore.

A los pocos días días Peridot volvió, extrañó su casa pero era muy silenciosa, prefería estar en su antigua casa, dónde podía escuchar a los niños jugar o pelear y ver a Lapis junto a él.

Estacionó su auto frente a la casa, bajó con dudas si debía tocar o no, sus nervios aumentaron al estar frente a la puerta pero no había marcha atrás.

Tocó la puerta, luego de unos minutos escuchó unos pasos de alguien dirigirse hacia él.

-¿Quién es?- preguntó desde dentro.

-Busco a los señores Diamond, de parte de Peridot.- dijo esperando a que abrieran.

Efectivamente así pasó, la puerta fue abierta dejando notar a una mujer mayor, la años habían pasado sin duda.

-Mamá.- fue lo único que puedo decir.

-...- el gesto de la mujer fue asombro pero cerró la puerta en su cara.

-Por el amor de.... Abre la puerta si no quieres que haga una escena aquí afuera, sé lo mucho que le importa el "qué dirán"- insistió tocando nuevamente.

Nuevamente la puerta fue abierta.

-Entra.- dijo su madre molesta.

Eso sería una gran discusión y larga charla

Muerte en vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora