~CAPÍTULO DOS~

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Y comenzamos con la publicación de esta nueva historia, espero que les guste♥

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║  Kamaria  ║
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Desde pequeña había tenido sueños altamente extraños y en ellos siempre aparecía la misma casa abandonada y, afuera, aquella niña pelinegra que, con el pasar de los años, nunca crecía. Con el tiempo me di cuenta que estos solo aparecían una vez al mes, en cada luna llena.

Abrí los ojos y estaba en la misma casa de siempre. Se escucho un ruido desde arriba y, como cada vez que eso pasaba, salí rápidamente de la vivienda, dando con un lugar lleno de flores. Esto era lo único que cambiaba en cada sueño, el paisaje.

Contemple el hermoso atardecer de fondo y el mar. Se escuchaban pajaritos aleteando sus alas para refugiarse de la fría noche que se avecinaba, y las olas del mar golpeando fuertemente contra las rocas.

Camine hasta la orilla apreciando el paisaje. Mire a ambos lados y a lo lejos vi a una niña, ocasionando que sonría por volver a verla. En cada luna llena, aparecía para contarme la misma historia...

Hola. La salude sentándome a su lado en esa gran roca. Ella solo miraba el atardecer.

Hola Kamme saludo alegre y volteando a verme. ¿Empezamos?

Empecemosrespondí.

Y así comenzó con su relato.

''Cuenta la historia, la vida de un triste lobo el cual no encontraba a su mate. Estaba por convertirse en Alpha y, por ende, su Luna era muy importante para él. Cada noche el lobo se alejaba de su manada, hasta llegar a aquella colina que había en su territorio. Subía hasta el punto más alto, para llorar en su forma animal a la Luna, a la diosa creadora de su especie, rogándole por su amada. Sin embargo, no estaba en manos de la Luna que su mate apareciera. El destino estaba escrito y ella no era quien para adelantar los sucesos. Al lobo le tocaba esperar, aunque, con sus más de 100 años de espera, ya estaba cansado de ser paciente, y la angustia le estaba ganando.

» En el cielo, había otra historia. Una niña se encontraba recostada en la luna menguante, viendo como ese pobre lobo, al igual que todas las noches, lloraba a la Luna. La niña nunca se perdía detalle de lo que hacía. Sentía cierta intriga por ese lobo de pelaje negro.

» Una noche, cuando la Diosa Luna y todas las estrellas se durmieron, la niña decidió bajar para intentar consolar al lobo. Puesto que no pudo convencer a la Luna de que cumpliera los deseos del animal y eso partía su pequeño corazón.

» Desde esa vez, la niña bajaba todas las noches cuando todos en el cielo se dormían. Ella nunca le confeso de donde venia, ni que sabía su historia, además de ocultar su aroma para evitar ser reconocida. Solo fingió cruzárselo en el bosque y desde entonces, no pudieron parar de hablar.

The Alpha's Huntress ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora