~CAPÍTULO TREINTA Y SIETE~

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╔═════════════╗║ Narradora║╚═════════════╝𝙰𝚕 𝚖𝚒𝚜𝚖𝚘 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊 𝚏𝚒𝚎𝚜𝚝𝚊, 𝙼𝚊𝚗𝚊𝚍𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚄𝚗𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚂𝚞𝚛

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║ Narradora║
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𝙰𝚕 𝚖𝚒𝚜𝚖𝚘 𝚝𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊 𝚏𝚒𝚎𝚜𝚝𝚊, 𝙼𝚊𝚗𝚊𝚍𝚊 𝚍𝚎 𝚕𝚊𝚜 𝚄𝚗𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚍𝚎𝚕 𝚂𝚞𝚛. 

El bosque se encontraba en calma en aquella fría noche. Sin embargo, en una de sus extensiones, un grupo de lobos corría ferozmente en busca del intruso.

Beta, se fue en dirección Oeste. —Habló uno de los lobos por el vínculo.

Entendido. Escuadrón C, tomen la izquierda. Escuadrón B, la derecha. El A continúe recto, daré la vuelta para encontrarlo de frente.

Los lobos gruñeron para mostrar su compresión y cada uno tomó el camino asignado. El beta de esa manada aceleró el paso en busca del lugar perfecto para frenar a ese kannyz. No pensaba dejar que saliera de su territorio tan fácilmente.

Llegó al inicio de un riachuelo y frenó sus pasos para cruzarse con el kannyz cara a cara. Ambos gruñeron, pero la bestia se removió incomoda al notar que lo superaban en número.

Ríndete. —gruño el beta.

La bestia lo pensó por unos segundos, pero al saltar sobre el lobo líder en busca de su cabeza, otro de los subordinados lo atacó, dejándolo sin fuerzas contra el piso. Por el dolor, el kannyz acabó transformándose en humano, sin poder controlar su cuerpo.

— Escoria. —gruño otro de los presentes en dirección al intruso. Todos ya se encontraban en su cuerpo humano y tomaron al herido de sus extremidades para transportarlo a los calabozos.

— Por favor, tengo familia. —Rogo en medio de un falso llanto cuando lo empujaron dentro de una celda.

— Si nos dices algo de importancia, tal vez dejemos que te vayas. —Bromeo el beta ganando una risa por parte de los lobos. Los kannyz eran bestias sin salvación, escorias del mundo que debían ser eliminadas. Eran demasiado tontos como para almacenar en su cerebro una información verdaderamente importante. O al menos eso creían los lobos.

— ¡Tengo algo! — El kannyz aprovechó el momento para lo que venía a hacer en esa manada. Sabía que era solo un peón, una ficha más en el tablero, pero su muerte serviría para que su equipo hiciera el jaque.

— ¿Qué cosa? —bromeó uno de los lobos sin tomarse en serio sus palabras.

Los cazadores se unirán a los kannyz.

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║  Kamaria  ║
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Caminaba a paso apresurado a la sala de reuniones. No sabía que había pasado, pero Anna dijo que era de urgencia. A la mitad del camino alguien se sumó a mi caminar.

The Alpha's Huntress ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora