Kamaria es una hábil cazadora de nivel dos, la cual entrena diariamente para devolverle el favor a aquellos que la salvaron. Con este mismo fin, se interna en una misión suicida para salvar a su mejor amigo. Deja su vida con tal de que él pueda esca...
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╔═══════════╗ ║ Ｋａｍａｒｉａ ║ ╚═══════════╝
Luego de lo sucedido, mi estómago se había cerrado. No baje por comida y parece que Alexei no sintió ninguna anomalía en mi, puesto que no volvió a la habitación. En parte era mejor, no quería que tuviera más problemas sobre sus hombros, además de que no deseaba hablar sobre lo que terminaba de pasar.
Había podido hablar con Matt... pude contarle la verdad, y no me creyó. Bufé mientras miraba el suelo de forma perdida, sintiendo una presión en mi pecho al recordar sus palabras. Verdaderamente él no creía que fuera yo, pensaba que habían lavado mi mente, y sé que en el caso contrario yo habría pensado lo mismo, pero aun así dolía que mi mejor amigo no confiara en mis palabras. Solo ansiaba que revisara la manga de Sergio, que descubriera la verdad y que dieran marcha atrás en el plan. Estaba en una situación donde no podía actuar, y solo me quedaba esperar... vagar por el desierto de la incógnita y anhelar que todo se solucionara.
Mis ojos se llenaron de lágrimas y abracé mis rodillas en busca de lograr la calma. Mis manos temblaban y mi cabeza negaba inconscientemente esperando que Matt hiciera lo correcto. Mordí mi labio y perdí la vista en la puerta de la habitación. No quería preocupar a Alexei.
De pronto una idea cruzó mi mente y corrí hacia el balcón, cerré las cortinas y apagué la luz. Me perdí entre las sábanas y cerré mis ojos fuertemente.
— Duerme, duerme, duerme. —susurré de forma desesperada.
Necesito a Mary, necesito sus consejos, necesito que me escuche, necesito que me guíe. Necesito a Alexei, un abrazo suyo y que me prometa que todo estaría bien. Pero estaba cansada de preocuparlo, notaba en su mirada lo cargado de responsabilidades que estaba, y yo no quería ser una más. Por lo tanto, prefería dormir y que mi amiga de sueños fuera la que me ayudara en esto.
Cuando abrí los ojos en esa gran casa, no perdí el tiempo y salí corriendo. Ni siquiera espere a los ruidos, solo corrí hacia fuera, en busca de la pequeña pelinegra. Voltee en todas direcciones y note que estábamos en... ¿La muralla China?
— ¡Mary! —coloque mis manos sobre mi boca para hacer un mayor sonido, sin embargo, no vi ningún movimiento.
Corrí por el camino gritando una y otra vez el nombre de la pelinegra hasta que una figura a lo lejos volteo en mi dirección. Con una amplia sonrisa, aumenté la velocidad de mis pasos, queriendo llegar con ella cuanto antes.
— ¡Kam! —Me sonrió ampliamente, aunque soltó una exclamación cuando la abracé de improvisto.
— ¡Mary! ¡Necesito tu ayuda! —Me aparté de ella, colocando mis manos sobre sus hombros y frunció el ceño ante mi reacción. A pesar de eso, nunca quitó su sonrisa.
