Kamaria es una hábil cazadora de nivel dos, la cual entrena diariamente para devolverle el favor a aquellos que la salvaron. Con este mismo fin, se interna en una misión suicida para salvar a su mejor amigo. Deja su vida con tal de que él pueda esca...
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╔═══════════╗ ║ Ｋａｍａｒｉａ ║ ╚═══════════╝
Corrí por el jardín hasta que Alexei me atrapó por la espalda, y me abrazó deteniendo mi paso.
— Bas-ta —pronuncie entrecortadamente por las constantes cosquillas. El Alpha río antes de frenar las cosquillas para darme vuelta, quedando de frente y mirando fijamente a mis ojos.
— Nunca podrás escapar de mi. —sonrió socarronamente.
— Sonaste a todo un secuestrador. —Reí teniendo en cuenta que en parte lo era.
— Detalles. —Rodó los ojos y volvimos a reír. Nos quedamos un segundo mirándonos fijamente, hasta que note que la distancia entre nosotros empezaba a desaparecer, quedando nuevamente a escasos centímetros.
— ¡Mi niño! —Voltee asustada hasta ver a una señora rubia y bajita bajando las escaleras del porche para acercarse a nosotros.
— ¡Oh, vamos! ¿Cuándo podré besarte? —bufó enfadado y yo aguante mi risa.
Note que la señora volteaba a verme y llevaba una mano a su boca, al mismo tiempo que pequeñas lágrimas se dejaban ver en sus preciosos ojos azules.
— ¡Liam! ¡Ven! — Un hombre castaño de ojos verdes salió por la misma puerta y bajó los escalones para vernos a Alexei y a mi. Sonrió ampliamente al notar la mano del Alpha en mi cintura y yo me removí incomoda por dicha acción.
— Tu debes ser Kam. — Liam tomó la cintura de la mujer y la incitó a acercarse lentamente hacia nosotros. —Yo soy Liam, el tío de Alexei, y ella es Aris, mi esposa.
La mujer saltó hacia mí, abrazándome fuertemente.
— ¡Tanto tiempo esperándote! —sollozo en mi hombro y yo me quede helada sin saber qué hacer. Completamente incómoda le di una palmadita en la espalda como muestra de consuelo.
— Aris, calmate. —bufó Alexei separandola de mi. Agradecí mentalmente por eso.
— ¡Es imposible! ¡Debo abrazarla por lo que tu madre no puede! —Mordí el interior de mi mejilla ante ese comentario, sin embargo, ninguno parecía haberle dado demasiada importancia a esas palabras.
— La vas a ahogar antes de que la podamos conocer. —comentó divertido su esposo.
— Perdón, es la emoción. —Me sonrió de forma amable y le devolví la sonrisa aún incomoda.
— No hablo mucho, ¿no? —cuestiono confundido Liam mirando a Alexei pero señalando a mi persona.
— Espera a que se enoje. —bromeó el Alpha ganándose un codazo por mi parte, acompañado de una mirada fulminante.
— ¡Vamos adentro! Ya casi debe estar el almuerzo. —La mujer aplaudió brevemente y se dio la vuelta caminando feliz hacia el interior de la casa, acompañada de su esposo.
