Kamaria es una hábil cazadora de nivel dos, la cual entrena diariamente para devolverle el favor a aquellos que la salvaron. Con este mismo fin, se interna en una misión suicida para salvar a su mejor amigo. Deja su vida con tal de que él pueda esca...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
╔═══════════╗ ║ Ｋａｍａｒｉａ ║ ╚═══════════╝
Lentamente comienzo a tener consciencia de mi cuerpo. Siento una suave superficie debajo mío y suspiro satisfecha al sentir el cómodo colchón. ¿Qué me había pasado anoche? De pronto, todos los recuerdos comenzaron a llover en mi mente y apreté los ojos intentando olvidarlos. ¿Por qué me dolía tanto el pecho? ¿Por qué me dolía tanto que él estuviera con alguien más?
Borre esos pensamientos y me deleite con la comodidad que poseía mi cuerpo en ese momento. No me importaba nada si podía quedarme así toda la vida. Me di la vuelta, pues la luz de la ventana me estaba molestando a pesar de aun no abrir mis ojos, y noté que había algo en mi cintura que no se había movido. ¿Serán las colchas? Un minuto, las colchas no respiran, ni huelen a menta y tierra mojada. Podría haberme dado un orgasmo por ese aroma tan atrayente, si tan solo no supiera exactamente a quien pertenecía.
Me separe rápidamente al mismo tiempo que abría los ojos y apreciaba como Alexei se estiraba en la cama, recién despertando. Froto sus ojos y observo confundido como pase de estar acostada a encontrarme parada a un costado de la cama.
— ¿Qué haces? Acuéstate, debes descansar — comentó repentinamente preocupado. ¿Ahora se preocupaba por mí? Que sueñe si piensa que con eso caeré a acostarme con él. De repente sentí una corriente de aire frío en mis piernas y al bajar la mirada noté que solo traía mi ropa interior y una remera de hombre. Y él no traía su remera. Tome las sabanas y me tape mientras lo fulminaba con la mirada, mientras él me observaba pícaramente.
— ¿Qué haces aquí? — gruñí ignorando lo que dijo. Ni loca me acercaría a ese lobo, ya había demostrado que no era de confiar.
Según tenía entendido, una mate es la pareja de vida de un lobo, la joya más especial para éste. No la cambiaría por nada, ni mucho menos se iría con otra. Por lo que esto solo sacaba dos ideas en mi cabeza: la primera es que no le importa su mate y prefiere a cualquier facilona de turno; y la segunda, y más probable, es que solo me engaño y no soy su mate, solo es parte de algún plan del que no tengo noción.
Sin razón aparente, él comenzó a gruñir, ocasionando que vuelva a ponerme en alerta, pues me distraje entre mis pensamientos. Fruncí el ceño al ver su cara deformada en la furia. ¿Y a éste que mierda le pasa?
— Sí eres mi mate. — Mi cara debería ser un poema en este momento, acaso él... — Como mate puedo leer tus pensamientos en ocasiones. Como te dije, aunque lo niegues, el vínculo está ahí. No es tan fuerte como un vínculo oficializado, sin embargo, allí esta. Es raro que lea tus pensamientos, pues esto suele suceder después de la mordida, pero aun así puedo escucharlos en ciertos momentos. Supongo que cuando bajas la guardia puedo entrar en tu mente. — Mi ceño se frunció más de lo que ya estaba y di unos pasos hacia atrás mientras me reprendía por haber bajado mi guardia.
