~CAPÍTULO CUARENTA~

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╔═══════════╗║  Kamaria  ║ ╚═══════════╝ 

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║  Kamaria  ║
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A la mañana siguiente desperté aprisionada entre los brazos del Alpha, y lejos de sentirme incomoda, me acerque más a su persona, dejando que su aroma invada mi sistema, volviendome adicta a él.

Aleje un poco mi rostro y vi sus labios entreabiertos, sus ojos cerrados con suavidad y como cada una de sus fracciones se encontraba en completa calma. Podría haber pasado todo el día observandolo dormir, pero sus pestañas comenzaron a moverse, delatando el hecho de que estaba por abrir sus ojos. Sonreí al ver cómo su iris se aclaraba levemente ante los rayos del sol que entraba por la ventana a mi espalda.

— Buenos días, lobito. — pronuncie en tono bajo y su mirada expresó felicidad al recaer en mi presencia a su lado. Sonrió abiertamente y me abrazó contra su pecho, sin recibir queja de mi parte.

— Buenos días, mi Luna. —susurró contra mi oído, causando un escalofrío que recorrió toda mi columna. Acarició suavemente mi cabello y gruñí por lo bajo.

— Harás que me vuelva a dormir. —Me queje y él rio roncamente. ¿Ya había dicho cuanto amo su risa?

— Por mi está bien, volvamos a dormir. —Enterró su cabeza en mi cuello y me dio cosquillas al besar mi cuello. Solo sonreí y lo abrace con fuerza. Las imágenes de la noche anterior recorrieron mi mente y mordí mi labio analizando si preguntar o no. —¿Qué piensas?

Alexei se alejó levemente de mí para poder verme de frente pero sin romper el abrazo. Me perdí entre sus ojos pero volví en mí al notar su expresión de gracia. Bufé escondiendo mi rostro en su pecho, produciendo nuevamente su risa.

— ¿Qué te preocupaba anoche? —cuestione con suavidad, viéndolo nuevamente a los ojos. Note como se tenso y posaba su mirada en un punto perdido en mi espalda. —¿Fue algo que te dijo la bruja?

Sabía que el día anterior no se encontraba del todo bien al marcharse de la reunión y era el único suceso con el que podía enlazar una posibilidad de su malestar. Bajo la vista y levantó una de sus manos para acariciar mi mejilla.

— Si, la bruja no me dio buenas noticias. —susurró roncamente y yo fruncí el ceño.

— ¿Qué te dijo? —cuestione preocupada.

— Se necesita la unión de las especies para vencer. —Dejo mi mejilla y se acomodo en la cama, quedando boca arriba y llevando sus manos al rostro. Ya se había enterado. Mordí mi labio y mire cómo sus músculos estaban tensos.

— ¿Y cómo planean hacer eso? —cuestione para averiguar si ya tenían un plan.

— Aún no hable con el consejo, pero es algo casi imposible. —gruño el Alpha parándose de la cama para vestirse. Hasta ese momento no me había dado cuenta que solo se encontraba en boxers.

The Alpha's Huntress ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora