~CAPÍTULO CINCUENTA~

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╔═══════════╗║  Kamaria  ║╚═══════════╝

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║  Kamaria  ║
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— ¡Alexei!

— Ya dije que no, mi Luna. No te pondré en peligro. — El Alpha caminaba tranquilamente por el salón, el cual estaba siendo decorado por la manada. Era el mismo de su fiesta de cumpleaños y era donde se celebraría mi ascenso a Luna.

— Sabes que sé luchar, no puedo quedarme encerrada sabiendo lo que pasa afuera. —Me queje pisándole los talones mientras aumentaba su paso.

Era miércoles y la ceremonia se realizaría el viernes por la noche. Debía agradecer el hecho de que nadie hubiera notado mi decaída por lo de Matt o que no se haya vuelto a presentar. En cuanto a Mary, había pasado la noche encerrada en la casa, haciéndome un ovillo contra una esquina y escondiendo mi cabeza entre mis rodillas, anhelando despertar pronto. Por la ventana sabía que ella me esperaba a metros de la casa, mirándome fijamente, pero me negué a salir.

Estaba cansada de que no me dijeran la verdad, que me usaran como un títere y nadie me diera las respuestas. Por una vez, quería ser yo la que tome las decisiones y para eso necesitaba saber toda mi verdad. Igualmente, eso lo arreglaría más tarde, en este momento debía convencer a Alexei de que me deje luchar en la Luna Sangrienta.

— Kam... —Alexei volteo y me tomo por las mejillas para que mirara fijamente sus ojos. — Esto no es como cuando peleaste con mis lobos o aquel día que atacaron. —Sus ojos reflejaban preocupación, una inmensa preocupación hacia mí. — Son bestias y se unieron a los cazadores, son un completo arma mortal y necesito de todos mis sentidos si queremos tener al menos una posibilidad de ganar. —explicó con una voz calmada, sin apartar sus ojos de los míos.

— Pero yo... —No me dejó acabar cuando me interrumpió.

— Sé que quieres ser de ayuda, pero no podría estar concentrado sabiendo que tú estás ahí. Necesito saber que te encuentras segura para que ni mi mente ni la de la bestia se distraigan. —susurro y me perdí en la inmensidad de ese café. Note la preocupación y el dolor en sus palabras. Pero sobre todo, note el miedo... el miedo a perderme, a que algo me pasara. —No puedo perderte ahora que te tengo.

Asentí luego de unos segundos y bajé mi vista al suelo. Quería ser de ayuda, pero tal vez esta vez me toque quedarme en el refugio protegiendo a los más indefensos y no en las primeras líneas de batalla. Pero Matt...

Note que Alexei esperaba una respuesta por mi parte, y me negué a causarle más preocupaciones, ya tenía demasiadas.

— Esta bien, mi Alpha. —Hice una sonrisa que no llegó a mis ojos pero pareció calmarlo bastante.

— Venga, concentrémonos en la ceremonia por ahora. —susurro dejando un beso en mi frente.

Vi como caminaba en dirección a Aris, la cual se encontraba felizmente eligiendo el color de las cortinas. Sin embargo, me di la vuelta y me retiré en completo silencio de la estancia. Sentí una mirada en mi nuca y sabía que seguramente era Alexei, pero ahora necesitaba estar sola.

The Alpha's Huntress ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora