~CAPÍTULO CINCUENTA Y CUATRO~

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╔═════════════╗║ Narradora║╚═════════════╝𝙱𝚘𝚜𝚚𝚞𝚎 𝙵𝚘𝚕𝚘𝚒, 𝟹𝟶 𝚖𝚒𝚗𝚞𝚝𝚘𝚜 𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜

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║ Narradora║
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𝙱𝚘𝚜𝚚𝚞𝚎 𝙵𝚘𝚕𝚘𝚒, 𝟹𝟶 𝚖𝚒𝚗𝚞𝚝𝚘𝚜 𝚊𝚗𝚝𝚎𝚜.

Los cazadores caminaban con cautela entre los árboles, en dirección al norte del bosque, donde sabían que la Luna Sangrienta tendría mayor acción. Este dichoso tipo de luna ocurre cada 100 años y el líder de los cazadores, Sergio, sabría usarla a su favor.

Era bien sabido que los kannyz no podían controlar su parte animal, se convertían en bestias que asesinaban todo a su paso, incluso a los de su misma especie. Sin embargo, la Luna Sangrienta les devolvía parte de su humanidad, permitiendo controlar un poco sus impulsos, para llevar a cabo una gran guerra y despojar a todas las criaturas sobrenaturales del bosque.

Mattwell caminaba a la derecha del líder, viéndolo de reojo cada cierto tiempo. Nuevamente Sergio traía una cazadora, impidiéndole ver sus brazos al castaño. El joven agitó su cabeza, quitando esas ideas de su mente, puesto que lo dicho por la pelinegra no podía ser verdad.

Los kannyz seguían en su forma humana, caminando con una amplia sonrisa, al igual que los cazadores. Todos creían que hoy sería el día, el día donde triunfan.

Sergio buscaria al dichoso lobo negro para beber su sangre y poder transformar a quien se le plazca en kannyz, estaba ansioso de empezar esa misma noche su ejercito. En la otra parte del bosque, Nicholas hablaba con Carmelia de su gran plan, aquel que le aseguraría el poder de las manadas. Dos hombres, enemigos, pero con un mismo alma oscura, deseando manejar el mundo como si de un tablero de ajedrez se tratase. Mas no siempre los planes triunfan, ¿o si?

Uno de los cazadores piso un pixie sin darse cuenta y las pequeñas motas de pasto entraron en desesperación. La guerra se acercaba y debían avisarle a los lobos. El pequeño hombrecito verde corrió como si su vida dependiera de ello, cosa que así era, en dirección a la manada. Uno de los guardias notó su desesperación y no hizo falta decir más.

Los gritos se alzaron en el cielo, lobo a lobo pasaban la voz para que llegue a cada integrante de la casa principal. Podrían usar el vínculo, pero bien sabían que muchos lo habían dejado de lado para disfrutar el ascenso de su Luna.

— ¡Se encuentran en el norte! ¡Kannyz y cazadores! ¡Atacan! —Los gritos llegaron a los oídos de los atacantes, ocasionando una gran sonrisa maliciosa.

— ¡Corran! —gritó Sergio en alto y todos empezaron a acelerar su paso, para posicionarse en el norte, donde la Luna Sangrienta los bañaría con su poder.

Alexei, el cual se encontraba acomodando su corbata, se tenso al escuchar los gritos y salió a gran velocidad por la puerta principal. Preocupado observo como todos los invitados corrían para convertirse en su parte animal y luchar por la vida de todos.

¿Dónde está mi Luna? —cuestionó en un rugido por el vínculo.

¡La estoy llevando al refugio! —Carter respondió por el mismo lugar, calmando al lobo, quien, ya seguro de que su Luna se encontraría a salvo, se transformó para guiar a los demás hacia el norte.

The Alpha's Huntress ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora