~CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO~

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╔═══════════╗║  Kamaria  ║ ╚═══════════╝ 

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║  Kamaria  ║
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— ¡Basta! —Sentí un ardor en mi garganta al soltar dicho grito. — Por favor... —sollocé de forma desconsolada al sentir nuevamente el ardor en mi espalda.

Me encontraba atada de manos y pies, con el cuerpo hacia adelante, y mechones de mi cabello caían a mi costado, pegandose algunos a mi rostro por el sudor o las lágrimas.

Escuche la tétrica risa de uno de los hombres.

— Ay, niña. Ya deberías saber que llorando no arreglas nada. —Otro golpe. —Si tan solo hablaras.

— N-no sé na-da. —sollocé.

Me desperté abruptamente, con la respiración agitada y unas lágrimas por mis mejillas. Atraje mis rodillas hasta mi pecho e intente calmar mi respiración, escondiendo mi rostro en el hueco formado.

Mire de reojo el lugar vacío a mi lado. Alexei había decidido dormir en su habitación diciendo que debía levantarse temprano para arreglar la manada antes de la llegada de los Alphas, y no quería despertarme. Sin embargo, ahora me arrepentía de que así fuera.

Me dejé caer en la cama más calmada, y me estire buscando una posición cómoda para dormir. Sin embargo, el ruido de algo cayendo suavemente al suelo, me hizo abrir nuevamente los ojos.

Me volví a sentar y gateé hasta el final de la cama, para levantar aquello que había tirado. Observe confundida el collar que se apreciaba en el suelo. Lo tomé y, sentándome en la cama, lo acerqué a mi rostro para ver mejor cómo era. Al ser de madrugada la única luz en la habitación eran los rayos de la luna que entraba por el balcón.

Sin embargo, a pesar de ser una noche completamente cálida, mi cuerpo empezó a sudar de frío, mis músculos se paralizaron y mire aterrada el objeto en mis manos. En el corazón del colgante se encontraba grabado en cursiva ''Para Marta, de tu familia disfuncional.'' Recordaba que se lo habían regalado a la madre de Matt en su último cumpleaños. ¿Cómo podría estar ahí? Ellos se perdieron buscando esta manada.

Sin siquiera pensarlo, salí corriendo de la habitación, sin detenerme al escuchar los gritos preocupados de Tiara por haberla despertado. No acaté su orden de parar hasta encontrarme frente a la habitación de Alexei. Estaba por tocar la puerta, cuando justamente la abrió.

— ¿Kam? — Me miró completamente asustado y hasta ese momento no me había dado cuenta de las lágrimas que caían por mis mejillas.

— ¿Cómo llegó esto a mi habitación? —sollocé mostrándole el collar con manos temblorosas. Observó el objeto confundido y lo tomó suavemente.

— No sé qué es esto. —susurró.

— ¡Si lo sabes! ¡Por algo estaba ahí! ¡Alguien lo puso en mi cama! —grité generando un sobresalto en el Alpha por no esperar tal reacción. ¿Acaso estaba la posibilidad de que ellos siguieran con vida?

The Alpha's Huntress ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora