Kamaria es una hábil cazadora de nivel dos, la cual entrena diariamente para devolverle el favor a aquellos que la salvaron. Con este mismo fin, se interna en una misión suicida para salvar a su mejor amigo. Deja su vida con tal de que él pueda esca...
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╔═══════════╗ ║ Ｋａｍａｒｉａ ║ ╚═══════════╝
Abrí mis ojos y descubrí estar nuevamente en esa vieja casa. Salí rápidamente ante los insistentes ruidos de la parte superior, y me choqué de frente con un montón de girasoles, los cuales me daban la espalda, mirando fijamente al horizonte donde el sol se estaba por esconder.
Caminé con cuidado entre ellos, buscando a mi amiga de sueños y la encontré sentada en una de las ramas de un árbol, apreciando el atardecer. Llegué a su lado y de un salto me colgué en la rama, subiendo con poca dificultad.
— ¿Cómo llegaste aquí si eres enana? —cuestione de primeras causando su risa.
— También me alegra verte, Kam. —Le sonreí inocentemente y volteo a ver al sol. — Es increíble que el contrario a la luna tenga tal despedida. —murmuro apreciando como los últimos rayos teñían las nubes.
— Algún teatro tiene que hacer para llamar la atención. Es sabido que la preferida de todos es la Luna. La obra de arte junto con sus estrellas es difícil de superar. —comente con una sonrisa.
— En eso tienes razón. —sonrió levemente y volteo a verme. —¿Soñaste de nuevo con la niña y el lobo?
Fruncí el ceño ante su pregunta, pero no metí objeciones a responder. Era curioso el hecho de que le diera tal importancia a ese sueño.
— Si, el otro día soñé como sería la primera vez que la niña bajó a hablar con el lobo. —sonreí recordando ese momento.
— ¿Fue igual que el otro sueño? —Fruncí el ceño en su dirección, sin entender del todo sus palabras. — Quiero decir, de que no podían intervenir y veías todo desde afuera.
— Si, fue igual. —Asentí una vez que comprendí lo que quería decir. —¿Y que tienes para contarme hoy? —cuestione ansiosa.
— La verdad, hoy no hay historia nueva. —Rio suavemente y bufe por lo bajo. —¿Cómo te está yendo en la manada?
— Pues... —La imagen de Alexei recorrió mi mente, haciéndome sonreír levemente. —Podría decirse que bien.
— Con esa sonrisa yo diría que mejor que bien. —Rio feliz y desvié mi vista para evitar los nervios.
— Sabes que no es tan fácil aceptarlo... —suspire dejando de lado mi sonrisa. —Matt, sus padres, mis padres... Siento que los estoy traicionando.
— ¿Lo quieres? —cuestiono Mary de repente y voltee a verla sorprendida.
— ¿A Alexei? —pregunté y ella asintió. Mire hacia el cielo y analice su pregunta. ¿Lo quería? Me hacía reír, había salvado mi vida y sabía como sacarme una sonrisa en cada uno de los momentos. Cuando lo veía sentía un revoltijo en mi estómago y mi corazón empezaba a latir a mil por hora. Era imposible odiarlo y extrañaba cuando no estaba cerca de mi. —Es solo cosa del lazo...
