CAPÍTULO 7

1.3K 194 22
                                    

Llegué a casa un poco ansioso y sin poderme sacar a ese Omega de mi cabeza

Mi Omega.

Es que parecía irreal. Yo siempre creí que me quedaría solo para siempre. Pero no, llega este bonito Omega llamado Joaquín a ponerme mi vida de cabeza.

Pensé que contarle a mi padre lo sucedido peroejir decidí esperar un poco más y tener con mayor certeza si podré ver más seguido a Joaquín.

Deje las cosas que había comprado en la mesa y me dispuse a preparar la comida favorita de mi papá.
No he visto a Seidy en las últimas horas y eso sinceramente me tiene aliviado ya que no quiero verla, y mucho menos ahora que encontré a la persona con quien pasaría el resto de mi vida. La presencia de Seidy me molesta, pero obviamente eso sé ocultarlo muy bien.

Me fije en la hora en mi telefono y me di cuenta que faltaba una hora exacta para que mi papá llegara.

Vaya día...








El encuentro con aquel Alfa me había dejado un tanto atontado ya que fue muy inesperado.

Abrí la puerta de mi casa y me congele.
Mi papá ya había llegado y estaba furioso, al parecer.
Mi mamá estaba a su lado y mis hermanos no estaban así que supuse que todavía no llegaban de la escuela.

¿Porque mi papá estaba aquí? ¿Y por qué tan temprano?

— Papá... —dije con miedo — Yo...

— ¿Donde estabas? —camino hasta a mi, lastimando mi brazo, y dejando marcas. Olio mi cuello y yo me encogi, esa es una zona muy sensible para mi — ¡Hueles a Alfa! ¿¡Con quien estabas, maldita zorra!? —me sangoloteo como si fuese un trapo, yo comencé a llorar, él estaba lastimandome.

— So-solo... Fui al supermercado... —solloce y jadee de dolor ya que estaba apretandome mas fuerte, podía sentir sus uñas lastimando mi piel — Fui-fui a comprar unas cosas que mi mamá necesitaba pa-para la comida... —le explique todo pero él no me creía. Jamás lo hacía.

— ¡No me mientas! —esta vez uso su voz de Alfa. Chille e instintivamente caí al suelo — ¿Tu crees que soy idiota?

Mi mamá quería ayudarme, podía sentirlo pero no podía, ella estaba muy asustada, mi padre muy furioso y si ella se metía le metería un golpe hasta dejarla inconsciente. De todas formas, no sería la primera vez...

— Por favor, ya no me golpees... —le pedí en vano ya que él se enojaba más.

— ¡A MI NO ME VAS DECIR QUE HACER! —me agarró fuertemente del cabello haciendo que lo mirara. Yo lloré más fuerte. — De una vez te digo, estúpido Omega. Para la otra que vayas de puta con algún Alfa y yo me entere, te voy a dar una lección. Te voy a golpear tan fuerte que nunca vas a poder olvidarlo.  ¡A mi no me vas a ver la cara de pendejo! ¿Me oíste? —gruñó.

Me dolía todo. Sentía que me estaba arrancando mi cabello. Pero me dolía aún más las palabras que salían de su boca.

— Ya no lo haré de nuevo. Te lo prometo —le dije como pude, sollozando. — Pero, por favor ya no me pegues...

— ¡CÁLLATE! —me soltó y me dio una patada en mi estómago. Solté un chillido fuerte.

Yo podría desmayarme en cualquier momento.

Escuché un portazo. Supe que mi papá se había ido, de nuevo.

Quería morirme. Me sentía como una basura. Este mundo está una basura.
Sentí unos brazos suaves rodearme. Era mi mamá. Ella estaba llorando pero yo no podía hablar.

— ¡Joaquín! Mi amor, por favor... —me decía ella, tocando mi cara.

Unos segundos después, todo se volvió negro.

Miracle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora