CAPÍTULO 18

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Se podía sentir fácilmente la tensión en el aire.
Seidy estaba disgustada, mirando a Joaquín de pies a cabeza, como analizándolo.

— ¿Y tu quien eres? —ella pregunta, se para frente a mí y mira a Joaquín con su ceño fruncido.

— Me llamo Joaquín. Trabajo aquí. En realidad hoy es mi primer día.

— ¿Y que haces aquí afuera, entonces? Ve a trabajar. —lo apura.

Aquí decido meterme. — Seidy, lo que pasa es que Joaquín solo trabajara al anochecer.

— ¿Por las noches? Ay, por favor. Que ridículo. —ella bufa.

— Bueno, son órdenes de mi padre. Fue él quien lo contrató.

Reviso mi reloj. En realidad no hay ninguna prisa por llegar a la plaza, pero ya no aguantaba ni un segundo más estar aquí en donde había mucha tensión y en donde puedo sentir el enojo de Seidy y la incomodidad de Joaquín.
Seidy siempre ha sido muy celosa conmigo. Llegaba incluso a revisar mi celular solo para... pues en realidad ni sé para que.
Yo ya le había dicho que me molesta que fuera así, ella me prometía siempre que iba a cambiar pero no pasaba y sé muy bien que eso jamás pasara.

Le he comentado a mi papá de esa situación pero solo me dice que me aguante y que en uno de sus ataques de celos la ignore totalmente hasta que se le pase. Pero de nuevo, yo sé muy bien que eso no va a pasar jamás.

Veo a Joaquín un poco molesto ante ese comentario. Él se cruza de brazos. — Si, yo sé que puede sonar ridículo pero estoy agradecido con Izan por darme este trabajo.

— Ah mira, eres muy confianzudo, ya hasta tuteas a tu jefe. —ríe y niega con su cabeza, un poco incrédula.

— Él me lo pidió. Y por lo menos yo si trabajo. —se defiende. — ¿Tu que haces?

Oh, aquí viene...

Puse mis dedos en el puente de mi nariz, y si, los gritos de Seidy no tardaron mucho en hacerse oír.

Seidy abre si boca indignada. — ¿Pero como te atreves a hablarme así? ¿Que no sabes quien soy? Ay, por supuesto que no sabes. —se burla. — Soy la novia de Emilio, vendría siendo como tu jefa igual, así que vas a tener que comenzar a respetarme. —ella se acerca a él de manera amenazante.

Joaquín se encoge un poco en su lugar.

Me meto entre ellos y aparto a Seidy de Joaquín, no quiero que esto se vuelva un caos. — Mira Seidy. Ya basta, basta de dramas, estas comportándote como una niña.

— ¿¡Cómo una niña!? —comienza a gritar. — ¿Que estás diciendo? ¡Deberías de defenderme y estar en mi lugar, no en el de este sirviente insolente!

Le gruñí en la cara. Ese comentario fue el colmo. — Te prohibido que le digas así. Tiene nombre y es Joaquín.

Me alejo de ella y tomo a Joaquín del hombro. — Ya vámonos.

— No nos esperes. Vamos a tardar y mucho. Puede que lleguemos en la noche.

Y así dejaron a Seidy totalmente enojada y a Emilio sinceramente no le importaba nada.

Los dos nos subimos al auto y le ordene al chófer que comenzará a conducir.
La plaza estaba a menos de veinte minutos así que no tardaríamos mucho.

Mire por la ventana, el solo daba a todo lo que da. Habían muchos pájaros cantando y mucha gente caminando y una que otra  corriendo. El día era hermoso.

— ¿Ella es siempre así? —pregunta Joaquín de la nada y en voz baja, jugando con sus manos y muy quieto en su lugar.

— Si. Pero... ya estoy acostumbrado.

— Así que... es tu novia...

Volteo a verlo, él no me mira. — Si, lo es... Es un tema complicado.

¿La amas?

Yo no respondí. La voz de mi chófer retumbó en el auto. — Hemos llegado, señor.

Yo asiento.

Solté un suspiro y mire a Joaquín que ya estaba abriendo la puerta para bajarse.

Agarro su muñeca antes de ponga un pie fuera. Miro sus lindos ojos. — Te digo que es un tema complicado. Más adelante de contaré todo. ¿Esta bien?

Joaquín no dicel nada pero termina por asentir, seguido baja de auto y yo imito su acción.

Y el día apenas comienza.

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