CAPÍTULO 22

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Mi horario de trabajo es de seis de la tarde a nueve de la noche, solo tengo que limpiar la sala principal, ayudar a preparar la cena atender a invitados si es que hay y eso es todo.
Yo pensé que iba a ser mucho más trabajo, pero no y eso es un alivio, pero la paga es muy buena así que no me quejo para nada.

Además de que hasta ahorita, a excepción de algunos, me han tratado muy bien.

No me he topado con Seidy y no sé tenga que alegrarme o preocuparme.

¿Ya mencioné que debo de usar uniforme? Son unos pantalones negros de vestir y una camisa de manga larga abrochada hasta el cuello, siento que me asfixio, pero solo lo usaré unas horas, yo creo que puedo aguantar.
El uniforme es algo ajustado, se nota mucho mi parte trasera y eso me incómoda. Pero, no puedo quejarme, no quiero perder el trabajo con el cual puedo sacar a mi familia de pobres. Todo esto depende de mi.

Sin más, salí de mi habitación y baje hasta la sala principal que es donde estaban todos. Incluyendo a Seidy.
Decidí ignorarla.

— Buenas noches. —dije amable, puse las manos detrás de mi espalda y espere a que el señor Izan me diga que hacer.

— Hey, hola Joaco, ¿como has estado? —el Alfa se para y camina hacia mi.

— Estoy bien, muchas gracias. En este momento comienzo mi trabajo, ¿qué es lo que debo de hacer primero?

—Hola Joaco. —ese fue Emilio.

— Hola... Emilio... —bajo la mirada. Puedo sentir la mirada de Emilio, de reojo puedo ver que esta mirándome de pies a cabeza, es un tanto incómodo.

Ignore a Emilio y me concentre en el Alfa.

— Bueno, vamos a la cocina, ahí te explicaré mejor ¿esta bien?

Asentí y me deje guiar por él.











Joaquín se veía bastante hermoso. Ese uniforme le sienta demasiado bien.
Por dios, es que tengo demasiado suerte de tener a una pareja destinada como él. Tan hermoso y con carácter especial.

No puedo quitarle mis ojos de encima, pero tuve que hacerlo ya que mi papá se lo llevó a la cocina y también gracias al golpe que sentí en mi hombro.

— ¡Hey! ¿Porque me golpeaste? —seidy fue quien lo hizo, ella tenía los brazos cruzados y sus cejas arqueadas.

— ¿A quien mirabas? ¿Al nuevo sirviente, a caso?

Rode los ojos, aquí vamos.
— Se llama Joaquín, y si, estaba mirándolo a él ¿me lo vas a prohibir?

— Eh, pues si. No quiero que lo mires. Ni tiene nada de especial. Es solo el...

— Cuidado con lo que dices.—la mire con advertencia. — Joaquín es una persona que merece respeto, sea cual sea el trabajo que tenga. No por trabajar aquí vale menos. Y si no te gusta, si no lo respetas, la puerta es bastante grande y cabes en ella perfectamente.

— ¿Me estas corriendo? ¿Que es lo que te pasa, Emilio? ¡Soy tu novia!. —comienza a gritar. — Todo cambió cuando él llegó. ¡Y fue ayer! Y sin mencionar que lo defiendes más a él que a mí. Explicame porque no entiendo nada.

— Pasa que él ha sufrido mucho, y no por ti tengo que tratarlo mal. Es una persona y tiene sentimientos. Así que ya cállate. Y puedes ser lo que sea de mi, pero yo no tengo porque aguantar tus ofensas a otras personas.

Y me fui a la cocina dejándola sola.

Por dios, que odiosa.
Ya quiero dejarla, no tener nada que ver con ella, peri no puedo. No puedo.







Woooola, I know, perdón por no actualizar, pero es que tenia mi mente en blanco y no sabia que escribir. Pero ya estoy aquí de nuevooo.
Espero que el capitulo les guste!

Buenas nocheeeesss!

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