— ¡Amor, estoy en casa! —una voz chillona se dejo por toda la casa. Ya sabia quien era y era la persona que no me daban ganas de ver en estos momentos. — ¿Donde estas?
Seidy.
Sabía que si no le contestaba comenzaría a armar un escándalo.
— Aquí estoy. —salí de la cocina y puse mi mejor sonrisa.
Ella sonríe y se acerca a mi para abrazarme. Su aroma me desagrada, tenía un olor muy fuerte a cerezas y ese aroma me empalaga demasiado.
— Hoy habrá una fiesta esta noche y pensé que podríamos ir nosotros dos... —enredo sus brazos en mi cuello. — Yo creo que podríamos pasarla muy bien.
Me aleje de Seidy y esta frunció el ceño.
— Lo siento. No tengo ganas de salir hoy.Comencé a subir las escaleras para ir a mi habitación. Ella me seguía. Dios, que irritante.
— Ay, por favor, Emi. Tú nunca rechazas una fiesta. Vamos. No te vas a arrepentir.
— Ya te dije que no tengo ganas. Tengo mucha tarea que hacer y además quiero pasar el rato con mi papá porque casi no nos vemos.
Llegue a mi cuarto y me gire a verla. No quería que entrara.
Ella bufa y se cruza de brazos — Pues adivina que. Tu y yo tampoco nos vemos seguido. Te extraño mucho. Te necesito. No me gusta estar mucho tiempo alejada de ti.
— Ve tu sola. Ve con tus amigas. Ya te dije que hoy no saldré y es mi última palabra.
— ¿Y no te molesta que vaya sola? Hay muchos alfas haya afuera que podrían aprovecharse de mi...
Yo sabía lo que ella estaba haciendo.
Es buena manipulando a la gente.— No. No me molesta, por eso te lo digo. Y te puedes defender sola, por dios, ya no eres una niña. —yo comenzaba a enojarme. — Y ahora si me disculpas. Iré a descansar. Mi papá no tarda en llegar y quiero tener energías para cuando él llegué.
Y sin esperar respuesta alguna, le cerré la puerta en la cara.
Suspiré y camine hasta mi cama. No veo la hora en que ella se aleje de mi. No quería tenerla más cerca.
Pero tengo que hacerlo. Por mi papá.Me dispuse a dormir un rato en lo que mi papá llegaba. La comida ya estaba lista e hice un buen trabajo. Tengo buenos dotes culinarios.
Me quedé dormido pocos minutos después. Y soñé con aquel bonito Omega que encontré en el supermercado.
Mi Omega.
Mi padre no había llegado lo cual es raro ya que debió de llegar hace unos treinta minutos. Mis hermanos ya habían llegado y todos estábamos comiendo.
Cuando terminamos, recogimos la mesa, lavamos los platos que usamos y mis hermanos se fueron a hacer su tarea. Deducimos que mi papá no llegaría así que no dejamos servido la comida.Veía a mi madre muy pensativa y se veía triste. Supuse que todavía pensaba en lo que le dije acerca de irnos de aquí e irnos a un lugar mucho mejor.
Solamente espero que haya toma la decisión correcta.
— Mamá, por favor. ¿Ya lo pensaste? —me acerque. Esperanzado.
— Si, hijo. Ya lo pensé... —ella no me mira y eso me preocupaba mucho.
— ¿Nos vamos a ir? Por favor di que si...
Ella por fin me ve y sus ojos reflegan tristeza. Eso no es buena señal.
— Hijo. Te amo demasiado...
— Yo también mami. ¿Pero a que viene eso? ¿Que decidiste? —me estaba alterando.
Suelta un suspiro y me mira, acaricia mi mejilla sonriendo apenas. — Yo no quiero verte sufrir más... Es por eso que decidí en que tu te vayas y yo me quede aquí con tu papá y hermanos...
Wolaaa jsjs
Les está gustando? Que creen que pase después? 👀
Si ven por ahí alguna falta de ortografía, dígame por favorLove ya!! 💋
