CAPÍTULO 45

681 104 32
                                    

Pendientes porque tal vez suba una nueva historia. No sé si será hoy o en estos días. Ya veré.
Gracias por leerme jijiji. Les amo. 💋








Había besado a muchas personas, pero ninguna se sintió como ahorita

Sus labios eran suaves, sabían a cereza.

Simplemente era mágico y podría pasar besando a Joaquín todos los días de mi vida y claro que lo haré.

Me separé y sonreí, sintiéndome tranquilo y el más feliz. — ¿Y... como estuvo?

— Fue el mejor beso... El primero y estoy seguro de que no podré parar de darte besos.

— No me quejo. Besarte estará en la lista de mis actividades favoritas.

— ¿Tienes una lista de actividades favoritas? —pregunta un tanto confundido y con diversión.

Me encogo de hombros y doy la oportunidad de abrazarlo más fuerte. — Ahora la tengo.

Esa risa que Joaquín suelta después, me llena de felicidad y me hace amarlo más de lo que ya lo hago.

— Me comienza a gustar esta sensación de sentirme amado... —agacha la cabeza. — No me dejes... Eres la primera persona que me hace sentir así...

Arrugo mi nariz ante esas palabras. — Oye, yo jamás te dejaría. Somos pareja, ¿si? Yo siempre estaré a tu lado. Siempre voy a amarte. Voy a estar contigo toda la vida.












— ¿Toda la vida? —froto mi nariz con la suya.

— Toda la vida. —asegura.

Con una mirada a sus bonitos ojos sé que me dice la verdad y también sé que no va a defraudarme nunca.
Lo abrazo fuertemente. Enteré mi nariz en su cuello para llenarme de su aroma y así poder estar tranquilo.

— Te creo. Gracias.

Emilio me da un beso en la nariz haciéndome sonreír, seguido de eso, lo abrazo, me acurruco en sus brazos y entonces me digo a mi mismo que aquí es donde pertenezo: En sus brazos.

Y por fin me siento tan feliz, se siente tan lindo que alguien vea por ti, te ame, te cuide, te protega, que siempre te apoye, que te diga cosas lindas, que te haga sentir amado, protegido, querido, deseado.

No sé qué sería de mi en estos momentos si no me hubiera ido de mi casa. Bueno, ese lugar no era mi hogar, hasta ahora lo comprendí.

Emilo es mi hogar ahora y no pienso irme a ningún lado, pienso quedarme a su lado para toda la vida.

Me siento feliz y tranquilo. Estos sentimientos que jamás he sentido con nadie.
Cuando estábamos con mi papá me sentía intranquilo. Triste. Sin ánimos de nada y sin sueños. Me sentía atrapado, atado. Siempre creí que jamás saldría de ahí, viviendo siempre con aquel señor que me hacía la vida peor que el infierno. No dormía por miedo a que él entrara a mi habitación y me gritara cosas horribles sin razón, con su aliento oliendo a alcohol y a tabaco.
A veces me golpeaba por pudra diversión. Le alegraba demasiado verme con la cara de sufrimiento, llorando y suplicandole desde el piso que parara, y no lo hacía hasta verme sangrar o hasta que viera que no podía moverme y arrastrandome.

Era una bestia.

Hoy decido ya no sufrir más, sólo quiero sonreír y bueno, estando en los brazos de Emilo estoy completamente seguro de que siempre voy a sonreír.

Miracle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora