Dramamometro: nivel 3
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Vacío, hueco. Parecía una cascara vacía, sin nada dentro. ¿Cómo es que seguía respirando? ¿Cómo es que mi corazón seguía latiendo? Ya no sabía moverme. Era como un robot que funciona en modo "piloto automático".
Las horas se transformaron e días, los días en semanas, y de pronto, había pasado un mes. Sara se encargó de rescatar las cosas que aún quedaban en casa de Tom. El pensar en él, en su nombre siquiera, volvía a hacer que mi pecho duela. Era como una herida sangrante, que escueza con cada inspiración, que nunca cierra.
Aún faltaban varias semanas para que yo volviera a clases. Sara, cuando ya se aseguró de que nada me faltase, volvió a sus vacaciones con Harrison. No porque quisiera, pero yo no podía soportar ver a Harrison por mucho tiempo. Solo me recordaba a Tom.
Martin, que había abandonado sus vacaciones en casa antes de entrar a clases, me acompañaba en aquel insufrible dolor. Ambos estábamos rotos, aunque él ya estaba más recuperado. Tuvo que hablar con Zendaya en dos ocasiones, ya que me negaba a hablar con ella en un principio. Me era demasiado doloroso hablar con ella. Todo lo que me ligara a Tom, era demasiado doloroso de recordar.
No sabía cómo funcionar. Y si a eso le sumamos el tema de Aidan, era una situación imposible. Él queriendo apoyarme, pero con la incomodidad de saber lo que sentía por mí. Intentaba ser mi amigo, acercarse, pero ponía mis barreras herméticas y se lo impedía. Había destrozado demasiadas cosas. No quería destrozarlo a él también.
—Háblame —dijo un día.
—Estamos hablando —le repliqué.
—No. Estás... estás distante. Deja de preocuparte por mí. Soy tu amigo, y no soporto que las cosas cambien por una pequeñez.
No quería perder también su amistad, y aquello sirvió para que dejáramos atrás aquel impass y pudiese mostrar mi verdadera yo: rota y hueca.
Septiembre llego y tuve que dejar ir a Martin. Si ida solo empeoraba mi estado. Aunque ahora podía hablar más y lograba reír o sonreír, cuando me quedaba a solas, el dolor volvía a apoderarse de mi cuerpo.
Comenzaron mis prácticas en el hospital. Las primeras dos semanas constaban de una introducción a la clínica, como también cursos de soporte vital, ética, leyes y habilidades de comunicación. Louis era mi pareja de trabajos, lo que me sentaba a la perfección, porque nos limitábamos a conversar de nuestros estudios.
La prensa por fin había dejado de hablar de nuestra separación, pero podía notar las miradas de todos sobre mí. Muchos se preguntaban porque habíamos terminado (y obviamente especulaban), otros se preguntaban porque habíamos durado tanto, haciendo alusión a mi falta de belleza, a mi cuerpo imperfecto, a mi falta de fama...
Volví a hablar con Zendaya. Aquello fue lo más difícil y a la vez lo más reconfortante en mi vida. Nuestra amistad era más que una simple conexión al estilo "amiga de mi novio". Éramos genuinamente amigas, y aunque hablar con ella me recordaba a Tom, también me permitía hablar y explayarme sobre cualquier sentimiento, incluso sobre la situación con Aidan.
—Martin dijo que hablaron —le comenté un día. Ella resoplo.
—Si... no sé qué ocurrirá. Digo, estoy aquí, en Grecia con Jacob, como amigos solamente. Pero...
—¿Pero? —pregunté, acercándome a la cámara de mi teléfono.
—Tal vez esté sintiendo algo más. Y aun no puedo olvidar a Martin —replicó.
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¿El amor lo puede todo? (Tom Holland & tu)
Fanfiction______ ______ (tu nombre) y Tom Holland por fin han formalizado su relación y la han revelado al mundo. Y aunque el camino no fue fácil, no será nada en comparación al que les viene por delante. La lucha contra los medios, la distancia que los separ...