1. Querida

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Estaba al borde de la ira ¿Cómo se le ocurre al profesor Alexander, darnos de trabajo un ensayo de 100 páginas sobre la "Escasez de trabajo en el mundo"? Y todo para mañana.

Antes de...

Además de que sé que no son adivinos, debo mencionar quién está detrás de esto.

Mis papás tuvieron la ingeniosa idea de ponerme como nombre: Darling. Así que, me presento: soy Darling Méndez.

¿Que si tengo hermanos? ¡Pff!
Tengo dos hermanos, y vinieron en combo, son mellizos... En esta vida me tocó la tarea de ser hermana mayor de unos mellizos traviesos de 8 años. ¡8 AÑOS! A pesar de todo, amo a esos dos bolas de tarados.

Ajá, soy muy amorosa. Siento que mi love language es insultar y decir lo que se me ocurra en ese instante. Los que me conocen ya están acostumbrados a ello. Además que, no es que me conozca mucha gente.

A mis 20 años puedo decirles que tener hijos es una pesadilla, no puedo creer que todo eso sale por nuestro aparato reproductor ¡Mis respetos para todas las mamás! Son demasiado valientes para parirnos, es algo que los hombres jamás entenderán.

Pero, si tuviera la oportunidad de serlo no dudaría ni un instante concebirlo, no me importa lo que haya dicho antes. ¿Saben qué? ¡Olvídelo! Soy una cosa pero bárbara.

Y ahora qué...

¿Se acabó la clase? Ahora tendrán que conocerme por su propia cuenta. Tengo un ensayo de 100 páginas por hacer.

Paso por todas las facultades de la universidad y es justo en este momento que puedo sentir el temblor de mis manos

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Paso por todas las facultades de la universidad y es justo en este momento que puedo sentir el temblor de mis manos. Y lo veo, lo veo abrazándola y besándola ¡Joder! ¿Cómo pudo hacerme esto?

Me acerco sin más y empiezo a gritar sin importarme la multitud alrededor, es más el momento de cólera mezclada con tristeza no me hace pensar razonablemente ahora —Adolfo, ¿Qué es lo que haces?— me aguanto el llanto que quiere salir de mí.

—¿Qué no ves, querida? Ya fuiste —. Dice tranquilamente la chica que ni siquiera conocía, pero al parecer gozaba de ver ante sus ojos la causa de un corazón roto.

Adolfo se va corriendo, no supo qué decir ante esa situación.

No me fui tras él, espero que no me busque. Esto fue demasiado para mí. Si no aprendo hoy, no aprenderé después. No perdonaré una más, ya no...

Dejo a la chica que corra hacia él, y me voy alejando de la universidad. No veo la hora de llegar a casa.

Ante estas situaciones prefiero caminar y, así voy conociendo más las calles de Pensilvania.

Pienso ahora, que no fue buena idea hacer un intercambio... Pero no me queda de que terminar mis estudios aquí, porque papá Sebastián tiene que continuar su trabajo aquí y, mamá Emily me dijo que no hay alternativas, nos vamos porque nos vamos.

He vivido todos estos años viajando, sin una casa fija...

Sólo sé que nací en Perú, y al transcurso del tiempo papá iba ascendiendo en su trabajo.
Este año nos tocó Pensilvania.

Estoy al borde de llanto, ni siquiera tengo amigas o amigos para recurrir, en este momento me siento sola... ¿Por qué a mí?

Adolfo Biggio fue mi enamorado durante cuatro años; es decir, empecé mi relación con él cuando tenía 16 años.

Es mi primer amor... Y sinceramente, me cansé de sus estupideces. Actualmente se ha romantizado bastante la idea de perdonar mucho, pero desde hoy le digo adiós. Y créanme que esta vez es la vencida, porque sé exactamente lo que me merezco.

Supuestamente, me amaba tanto que él se vino a Pensilvania, para llevar cursos conmigo y no dejar de verme.
Pero, en realidad, vino porque su familia tiene negocios con mi papá. A veces dudo que empezó conmigo porque le gustaba y me pongo a pensar que sus papás lo obligan para que nuestros padres puedan llevar perfectamente su asociación.

No es que mi papá sepa que Adolfo ha sido un completo patán conmigo, pero siempre le dió mala espina ya que no quiere vincular los negocios que lleva con cosas personales o familiares. Sin contar que la primera vez que se conocieron fue porque Adolfo quería ir a la discoteca conmigo cuando aún no teníamos la suficiente edad para ir a una. Mi papá se negó rotundamente, pero mi mamá lo convenció, ya que ella confiaba mucho en mí y sabía que no iba a ingerir bebidas alcohólicas o sustancias ilícitas y, es cierto. Aún así mi papá estaba furioso porque no era la cita en la que hubiese querido que su primera hija sea invitada.

El día que mi papá se enteró que Adolfo era el hijo de uno de sus socios, lo empezó a tratar de una manera pasable. Pero eso no significa que lo quería del todo.

Ahí empezamos a hacer reuniones "familiares", pero a Adolfo poco le importaba, venía cuando se le daba la gana o la hora que él quería. Mi papá se daba cuenta, pero yo junto a los padres de Adolfo siempre inventábamos algo para que él no parezca un maleducado frente a mi papá.

Es más, mi mamá dijo que él sigue siendo un niño con la mentalidad de que sus papás adinerados siempre solucionarán todo con, exactamente, con dinero.

¿Por qué me enamoré de un chico con mentalidad patética? Estaba ciega como para fijarme en alguien narcisista y egoísta.

Siempre y cuando me amesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora