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No voy a superar el sentimiento que obtuve ayer, ese recuerdo amargo queda.
Así que, con la familia decidimos ayudar a los que más lo necesitan.
Suspendieron las clases y empleos por las consecuencias.
Marlon y yo, llevamos cajas de víveres hacia el coche, fuera de que necesitan comida y ropa, yo creo que también necesitarán un lugar dónde dormir. No todos tenemos la misma suerte de tener una buena economía, yo agradezco bastante tener a unos papás que nunca dicen "no" para ayudar, aunque no seamos una familia pudiente.
Darling se encarga de alquilar un lugar donde los afectados puedan dormir.
Jess y Alexa se encargan de los medicamentos.
Es lindo que tu familia se una para ayudar a otras familias ¡Es fantástico!
Algunos amigos del colegio también se animaron, fue una experiencia reflexiva y solidaria.
Reflexiva; porque hasta en los peores momentos debemos permanecer unidos.
Solidaria; porque debes aprender a compartir lo poco que tienes, sin necesidad de esperar algo a cambio.
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Compartir tiempo con ellos, es lo más valioso que puedo tener en vida.
Cuando yo ya no esté, me llevaré el recuerdo de cada uno.
Puedo concluir que hemos recorrido todas las calles de Pensilvania y, a decir verdad, es una ciudad muy maravillosa.
Pude conocer la ciudad entera, a causa de una experiencia que quedará marcada en mí. He visto muchas familias sin hogar, sin comida o agua. Estoy agradecido y simpatizado hacia las personas que hemos podido ayudar.
Muchos edificios se cayeron, hasta había grietas en la autopista.
Solo espero que ahora en adelante, las personas puedan obtener recursos y sobrevivir. Puedan salir adelante dejando los problemas o traumas que este sismo los despertó.
Jess es una de esas personas, fuerte pero a la vez asustadiza. La admiro mucho.
Cuando veo sus ojos...
Es muy raro, porque sus ojos son idénticos a los de Darling, la misma forma. Pero...el color, el color es parecido al de todos, excepto, de nuestros papás, ambos tienen los ojos marrones.
—Marlon, ¿tienes alguna idea para que cenemos comida china, hoy? —me susurra al oído, mi casi yo, o sea, Joseph.
—Podemos decir que, nos lo merecemos, por ser buenos ciudadanos y, por ser buenos hijos. Ponemos nuestras caras tiernas, asunto arreglado —dije.
—Puede ser —aún duda de la idea—. Pensaré en algo mejor. Pero tu idea sigue en pie —me sonríe.
—Papá, ¿te gusta la comida china? —le pregunta Joseph, alzando una ceja.
—Hoy cenamos comida china, ¿quién dice yo? —¿Qué? Eso fue más fácil de lo que esperaba.
—¡YO! —gritamos todos al mismo tiempo.
Pero, era muy temprano para pensar en la cena. Ni siquiera almorzamos y ya estábamos pensando en la cena.
—Y, ¿qué hay del almuerzo? —cuestioné.
—Mamá, preparará ceviche ¿les parece? —ceviche, es un plato típico de Perú, es delicioso. Mucho mejor con ají. Si no comes ceviche con ají ¿Estás seguro de que estás comiendo ceviche?
—¡Yeih! —gritamos otra vez, al unísono.
Pensándolo bien, dudo mucho que me dejen comer con ají, trataré de ser lo más discreto, para que no me pillen. Lo vuelvo a recalcar, si no comes ceviche con ají ¿Estás seguro de que estás comiendo ceviche?
