42. Prisión

16 4 0
                                    

La adrenalina en mi cuerpo aún fluye, logré vencer mi miedo, gracias a la presencia de Fer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La adrenalina en mi cuerpo aún fluye, logré vencer mi miedo, gracias a la presencia de Fer.

—Andrés ¿qué hora es? —veo que me quiere matar con la mirada. Siempre le digo Andrés para fastidiarlo, porque sé que no le gusta que lo llamen por su segundo nombre.

—Un cuarto para las tres —me quedé helada.

—¡Mierrrr...! —me di un golpe en la cabeza con la mano—. Hoy es el proceso judicial de la señora que robó a Jess, ¿me llevas? ¡Por fa! —suplico.

—Que falta de confianza Darling —dice enojado—. Claro que te llevo, amor mío —me saqué la lotería con este hombre.

Hoy es el día del juicio, tuvo que pasar meses para que esto sea considerado, con pruebas, pistas y demás cosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hoy es el día del juicio, tuvo que pasar meses para que esto sea considerado, con pruebas, pistas y demás cosas.

Al terminar mi exposición impecable, me dirijo hacia el lugar donde se hará el proceso.

Siento mis manos temblar, después de cuatro años veré a ¿mi mamá?

—Cariño —me saluda mamá Emi—. ¿Estás lista? —me sonríe y yo levanto el dedo pulgar para dar bienvenido a un "Sí".

Nos adentramos en un tribunal, este lugar es muy frío, más frío que el que hay afuera.

No presto tanta atención a lo que dicen ahí dentro, me quedo mirando en un punto fijo.

Hasta que...
Veo un rostro conocido entrar.
Sí, es ella.

—¡Jess, todo estará bien! —me agarra el hombro Darling. Creo que acaba de llegar. Y junto a ella viene Fernando.

La Corte es muy larga, siento mis párpados pesados. Quiero que esta pesadilla termine de una vez por todas.

Apenas pude oír lo que decían los abogados, los testigos, los jurados y el juez. Me sentí desvanecer.

Parpadeo unos segundos, me marea totalmente la cabeza

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Parpadeo unos segundos, me marea totalmente la cabeza...

—¿Dónde estoy? —pregunté.

—Oh, despertaste. Estás en la enfermería de este tribunal. Si tú me dices que ya te sientes mejor y lista, puedes volver al juicio. Aunque ese ya parece terminar —me dijo un enfermero, se ve muy apuesto e intelectual con esos lentes.

—Me marea un poco la cabeza, ¿estoy bien? —seguí preguntando.

—Esa pregunta debería hacértela yo ¿no crees? —luce algo confundido—. Afuera están tus hermanos, te están esperando. Pero, tú dime ¿te sientes mejor? —cuestiona.

—No lo sé, me marea la cabeza, es todo —dije.

—Cuando se te pase, me avisas si estás lista —me guiña el ojo.

 ¿Ok? Está muy guapo. No debería fantasear con un chico enfermero que acabo de conocer. 

Primera vez sé que hay una enfermería en un tribunal ¡que locura!

—Jess, nos estuviste preocupando. Nuestros papás aún están en la sala de juicio, ¿ya te sientes mejor? —entra Darling, junto con los mellizos.

—Parece que no —no me percaté de la presencia de Alexa.

—Me marea la cabeza, ¿es normal? —sueno preocupada.

—No lo sé, pero esperemos a que se te pase —Darling me agarra las manos—. Pensé que nos ibas a dejar —sus ojos se cristalizan.

—Tranquilos, estoy bien —hago una pausa al ver sus rostros—. Estaré bien ¿si? Tampoco exageren —suena incrédulo y algo insensible. Pero dada las circunstancias, nadie está a salvo de la muerte, ahora.

Estuve ratos hablando con ellos; Darling, Alexa y los mellizos, me sentí renovada y llena de amor.

—Me siento mejor —expresé y me levanté lentamente.

—Llamaré al enfermero —dice Alexa, retirándose.

No pasó ni un minuto y observo a Alexa con el enfermero pasar hasta la sala donde me encuentro.

—Bien, soy el enfermero Lucas, mi paciente ¿es? —me da una sonrisa.

—Un gusto, Jess —le extiendo la mano.

—Espero volvernos a ver, pero ya no en una sala de enfermería —¿Está coqueteando conmigo? Veo a los mellizos ponerse a la defensiva.

—¡Oye! Es nuestra hermana ¿si? — Marlon cruza los brazos y Joseph levanta una ceja.

Nos reímos.

Aunque suene algo muy poco profesional, Lucas me da un papel con su número.

Menos mal que yo no le di el mío, me hubiera sentido acosada.

¿Lo llamaré o no? No lo sé.
Tengo un juicio, es lo único que logro pensar. Me da una jaqueca horrible con tan solo pensarlo...

Espero que se haga justicia, así como lo hicieron con el señor que arruinó mi vida tan juvenil.

Siempre y cuando me amesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora