Siempre y cuando me ames

30. Imposible

Me gusta ayudar a mamá en la cocina, así pueda ella darme sus recetas. ¿Qué magia tendrán las mamás para que sus comida sea una delicia?

Jess y Alexa también nos acompañaron, es fantástico. Aunque con Alexa, no somos tan unidas, me satisface saber que ella está bien.

Lo que pasó ayer, es muy perturbador.

Tras eso, Adolfo me llamó, me preguntó que si estaba bien o no me había pasado algo. Le pregunté lo mismo, no le dejé hablar mucho, le agradecí por su preocupación y lo despedí. También me hace sentir bien, que él se encuentre bien.

Por más daño que te hayan hecho a lo largo de tu vida, no guardes rencor. Eso puede jugar en tu contra, tú decides. Vivir con tranquilidad o vivir llena de odio, buscando venganza.

—Está muy delicioso, mamá —dicen los mellizos, mandándole besitos volados a mamá.

—¿Verdad que mi esposa cocina delicioso? —papá se dirige a Jess y a Alexa, alzando una ceja,
Ellas asienten con la cabeza, gustosas con lo que acaban de probar.

—Super delicioso, en Perú si saben de gastronomía, eh —Jess tiene razón, si probara comida de la selva, sería super hiper mega ultra delicioso.

El teléfono de la casa suena...
—¿Aloh? Buenas tardes —contesta papá.

Estuvo largo rato escuchando lo que decían tras el teléfono, y él solo decía "Ajá".

—Ahí estaremos —finaliza.

Se acerca a la mesa y nos mira algo angustiado. Eso no parece algo bueno.

—Parece que encontraron al responsable. Digo parece, pues porque no quiere declarar, aún —al fin suelta.

—Tenemos que ir —Jess mira a papá con algo de súplica y este accede. Todos otra vez en el coche, pero esta vez hacia la estación de policía.

—Es muy raro ¿Sabes? Todos los chicos con los que tratas de vincularte se alejan, desaparecen o terminan... —Jess no deja que Alexa termine la oración, porque hace una señal de silencio.

—¿Cómo es eso? Jess —pregunto algo desconcertada.

—Alexa tiene razón, te juro que simplemente no sé el por qué —agacha la cabeza.

—ESO PUEDE SER UNA PISTA PARA LOS POLICÍAS Y DETECTIVES —grité, no estaba enojada, estaba sorprendida.

—¿Qué pasa? —pregunta papá, el cual aún está manejando.

—Jess, tiene algo que decir —suelto.
Jess nos termina contando todo, absolutamente todo.

Desde que su mamá empezó una relación después de la muerte de su papá. La pareja de su mamá, actuaba muy raro, llegó en muchas ocasiones a tocarla y abusar de ella.

Tristemente, su mamá nunca le creyó.
Cuando Jess trataba de conocer a un chico, este chico al día siguiente desaparecía o se alejaba de ella. En el caso de Gonzalo, resultó muerto.

—¿Estás preparada? —cuestionó papá a Jess.

—Preparada —respondió.

Cuando llegamos a la estación, noté que Jess estaba algo nerviosa. Agarré su mano y le dije: No estás sola, me tienes a mí y a mi familia.

Por cierto, su mano estaba demasiado fría.

Al acercarnos, el oficial saludó a todos. Ahí estaba la familia de Gonzalo, me dio una gran nostalgia al verlos... Recuerdo cuando estábamos ansiosos de verlo despertar y, así fue. Pero, después voló muy alto.

—Bien, el posible sospechoso está detrás de esa vitrina, no nos puede ver ni tampoco escuchar —continúa el oficial—. Si ustedes lo conocen, nos serviría de gran ayuda —suspira—. Prendan las luces —ordena.

—¿Qué? —expresa Jess, al parecer está llena de horror, se puso pálida—. Él...

Alexa la interrumpe —Él es su padrastro, el que abusó de ella bastante tiempo, por eso tuvo que irse de esa casa. ¡Él es el desgraciado! —finaliza.

—¿Es verdad señorita, Morgan? —el oficial de dirige a Jess.

—Si... —quería decir algo más, pero las palabras no podían salir de su boca.

—Bien, ese testimonio tendrá que ser procesado, pero por usted señorita, Morgan ¿entendido?

—Si... —sostuve la mano de Jess durante mucho tiempo, al parecer no estaba lista para ver otra vez a su atacante.

—Síganos —el oficial abre la puerta y la lleva, ¿a dónde? No lo sé.