Siempre y cuando me ames

13. Problema

Anoche estuve llamando a Darling, pareciera como si se lo hubiera tragado la tierra. Estoy muy preocupada y, créanme, de haber sabido que el idiota de ese chico era el enamorado de Darling, se lo hubiese contado.

Por más que Alexa sea mi prima, no me gustan las injusticias, ella misma queda mal con sus propias decisiones y actitudes.

Voy camino a mi facultad, no me he topado con Dar... Se me hace raro porque dentro de unos minutos empiezan sus clases.

Hablando del rey de Roma...

La veo corriendo hacia su clase. Se ve que no tuvo una buena noche para dormir...parece que agarró lo primero que vio en su armario.

Entiendo que no quiera hablarme, pero... No, mejor no. Cuando ella esté lista para hablarme, yo estaré para ella. Es lo que hacen las amigas.

"A las amigas no se les envidia. A las amigas se las ayuda a brillar"

Me topo con Alexa y ella tan fresca como siempre —Prima, ¿por qué no me esperaste? —hace un puchero.
Encojo los hombros y me retiro.

—O sea, ¿vas a preferir a la chica que acabas de conocer antes que a tu prima? —se me adelanta.

—Ale, no es eso. ¿Te gustaría que te hagan lo mismo? Ese chico no vale la pena. ¿Te ha pedido ser su novia o algo parecido? ¿Te ha invitado a salir desde que se conocen? Que yo sepa sólo se va al departamento a hacer lo que tú ya sabes.

»No estoy enojada contigo, lo que no me parece son tus acciones y actitud tan repugnante. Entiende de una vez, si el chico no fue capaz de respetar a una chica por ti, no esperes que te respete a ti, déjalo. Adiós, te quiero, aunque me llegues al... Al tú ya sabes —le doy un abrazo, ella se queda consternada, lo veo en su mirada. Creo que tiene un día completo para pensarlo.

Es hora del break, no quiero sonar impaciente o rara...pero, no me gusta quedar mal ante alguien que se ganó mi confianza y yo la suya, también la de su familia.

Tengo que buscarla, no quiero seguir con este problema que ni siquiera es mío. Solo soy parte de, mas no protagonista del conflicto.

Soy tipo la chica que le pagan para ser extra en una película y pasar tortura para que el actor oficial (protagonista) salga ileso de la filmación.

Yo solo quería tener una amiga y posiblemente la voy a perder por un mal entendido y por culpa de mi prima.

En la hora del break, me he tomado la molestia de prender mi celular, no se imaginarán la cantidad de llamadas perdidas de Jess, mensajes de papá y mamá avisándome que esta noche no estarán en casa y...mensajes de un número desconocido, que raro.

Número desconocido:

—Hola.            17:45 horas.

—No quiero notarme fastidioso, pero, que loco eh. Me das tu número y no eres capaz de responderme.
—Que tengas una linda noche, Darling...         20:57 horas.

¡Gonzalo!

Si, si, él mismo.

Le envío un mensaje explicando el porqué de mi ausencia y recalcando que no era porque lo ignoraba.

Listo, problema arreglado.

Bueno, problema número uno arreglado.

Tengo que hablar con Jess, disculparme por actuar de una manera explosiva. Sé que ella no tuvo la culpa de los actos de Adolfo. Que, por cierto Adolfo viene siendo el problema número tres.

—Te...estaba...buscando —es la voz de Jess, lo sé.

Volteo y me dirijo hacia ella, la abrazo y le digo —No tienes por qué disculparte ¿está bien? Creo y confío en ti. Te adoro amiga, no volvamos a pelear ¿si? —dice sí moviendo la cabeza de arriba y abajo. Ambas nos abrazamos nuevamente. Problema número dos arreglado—. Ahora, me acompañas a la facultad donde Adolfo está, quiero terminar esta historia de una vez por todas —sueno decidida, ella me aplaude y nos vamos en un paso veloz.

—Espero que le des una cachetada —grita emocionada—. Quiero ver acción, Darling. Tienes que darle su merecido.

Yo solo me río, no sería capaz de hacerlo o ¿si?

—Hola, cariño —digo para no levantar sospechas.

—Hola, nena. Disculpa por desaparecerm... —no lo dejo terminar lo que quería decir y le doy una bofetada.

—Adiós, imbécil. Ya no quiero más mentiras, me cansé. Estás fuera de mi vida ¿entendido? —creo que, actué de una manera violenta, pero ya no hay marcha atrás. A veces lo que una persona hace, hiere más que un golpe.

Problema número tres, arreglado.

Jess me aplaude y abuchea al tarado ese. Y no es que sea malcriada, pero acabo de ver que le sacó el dedo medio.

Es gracioso esta escena, pero Jess admite que Adolfo es un patán de primera. Aparte de tacaño y narcisista .

—Felicidades, bonita. Pudiste salir de una relación tóxica.

Me puse a reflexionar y, sí. Ella tenía razón.

Estaba en un círculo vicioso, en una relación tóxica que la veía sin salida. Pero yo pude salir y es suficiente razón para sentirme orgullosa de mí misma.

Me aplaudo a mí misma.

Jess sonríe y hace lo mismo que yo. Brincamos juntas y me siento muy feliz, tranquila y pacífica.