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No me imaginé empezar el día de esta manera, en el baño vomitando y con un severo dolor de cabeza.
Escucho a los mellizos reírse de mí, eso no es justo.
-Creo que fue mucha burla por hoy, ¿no es así, Marlon? Ayudemos a nuestra querida hermana a recomponerse -sus voces suenan insoportables en mi cabeza. ¿Cuánto tomé? No me acuerdo de nada.
Mi mamá entra con una taza de café, la puerta se escucha como un chirrido.
¡Mi cabeza va a explotar!
Felizmente, hoy no tengo clases. No estoy dispuesta para nadie. Jamás había bebido de esta manera, bueno, siempre hay una primera vez para todo.
Con esta resaca, me dan ganas de vomitar todo lo que llevo a la boca.
Mamá Emi es tan linda, les juro que tengo a la mejor de todas. Con mucha paciencia, empatía y amor, esta mujer me cura. Esta vez, la resaca puede no confirmar eso.
-Hija, si necesitas hablar o algo, me llamas ¿si? Estaré abajo haciendo el aseo con ayuda de tus hermanos. Los mantendré ocupados, para que no te molesten -me da un beso en la frente y me quedo completamente dormida.
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Darling está hecha un desastre. Anoche llegó ebria. Jos y yo no podemos aguantar la risa cada vez que la vemos.
Aunque, puedo imaginarme el por qué de sus penas... Y sé que, es Adolfo. Cuando iba creciendo, mamá me enseñó que el amor no es sólo dar besitos o acariciar. El amor es apoyo, respeto y cariño. Es confianza, paciencia y amistad. Dar tu tiempo, tu corazón y compartir... Sin necesidad de algo a cambio.
Es todo lo que ese chico no pudo dar a mi querida hermanita.
Yo sé que es por él, lo siento aquí, como una corazonada.
Me he dado cuenta que mamá no quiere que la molestemos. Es más, yo mismo digo a Joseph que la dejemos tranquila y, él acepta la idea.
Hoy es domingo, lo que supuestamente siempre fue el día familiar. Pero, hoy papá Sebastián tuvo que hacer un viaje de negocios, posiblemente llegue mañana o tres días después.
Ni que hablar de Dar... Bueno, nosotros junto a mamá, le haremos pasar un domingo tranquilo.
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¿Un domingo tranquilo? ¿Eso es lo que dije? ¡Olvídenlo!
Jess acaba de ser internada en un hospital, ¿qué es lo que pasó? No tengo ni la más mínima idea.
Darling bajaba de las escaleras en modo rápido.
-Cariño, ¿qué pasa? -mi mamá está tan asustada como nosotros.
-Es Jess, mamá. Está en el hospital...
-¡¿QUÉ?! -decimos todos al mismo tiempo.
Ahora estamos yendo hacia el hospital donde está Jess.
En este poco tiempo, es como una integrante más en la familia. Esta noticia nos ha alarmado a todos, sólo espero que no sea tan grave el asunto.
Observo a todos, y sí. Todoooos, estamos aterrorizados.
Con todos los semáforos que nos topamos tienen que estar en rojo ¡Que angustia! El corazón está por salirme de la boca.
-Darling ¿no puedes ir más rápido? -escucho decir a Joseph.
A lo que ella responde alterada -Primero: ¿puedes hablar un poco más despacio? -hace una leve pausa-. Segundo: ¡ES LO QUE INTENTOOOO Hacer! -se frota la sien con una mano, mientras la otra está en el volante.
-Chicos, calmados ¿si? Alterándonos, no va a ser suficiente y efectivo para llegar de un solo paso al hospital -dice mamá, admiro tanto como es que ella puede llevar la calma en una situación muy desesperante.
Al llegar, todos salimos disparados hacia la entrada.
Esta vez, todos bien vestidos, menos Darling, que está con un buzo y un polo inmenso, con pantuflas, gorro y lentes. Me causa gracia como parece, pero esta situación no lo amerita para burlarme de alguien.
