46. Período II

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Darling insiste en que asista a la cita que quedé con Lucas, pero yo lo veo algo como una falta de respeto

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Darling insiste en que asista a la cita que quedé con Lucas, pero yo lo veo algo como una falta de respeto.

—Ve, yo te cubro —aún así no me convencía del todo.

—¿De qué tanto murmuran, chicas? —cuestiona papá.

—Lo que pasa es que Jess saldrá hoy con un amigo, pero no quiere salir porque le parece algo de mala educación —ella levanta una ceja—. Yo voto a; que ella se vaya a esa cita —sonríe.

Veo a los mellizos levantar la mano, a mamá y a Fernando igual. Pero, papá está sentado con las manos cruzadas sin decir nada.

—Cinco —me observa—. Bueno, seis contra uno —Darling le da una mirada retadora a papá—. Di que sí, papi.

Después de largos minutos intensos, papá asiente. Pero...¿me acaba de dar horario de llegada? No es justo.

—Gracias, papi —lo abrazo y le doy besitos por toda la cara.

Chequeo a Darling con una mirada de complicidad.

Me retiro de la sala, donde todos estuvimos reunidos y me dirijo hacia la puerta.

Al salir, me percato que Lucas está estacionado con un jeep en la entrada. ¡Vaya! Luce muy encantador.

—Wou —abre los ojos, exageradamente—. Que bonita... —mueve la cabeza— ¿Bonita? No, no, no ¡Que hermosa estás!

"Oh, claro. Me pasé toda la tarde mirando tutoriales de maquillaje y buscando el ouffit perfecto para esta ocasión. Claro que estoy hermosa" "Perdón, mi autoestima está por los cielos".

—Gracias... —le doy una sonrisa, puedo jurar que me ha visto las mejillas más rosas de lo normal.

—En realidad, no soy un chico de citas. Estoy tratando de conseguir que esta noche sea muy linda para ti. No intento hacer nada de lo que tú no quieras. ¿Qué deseas hacer? —oh, si. Qué sincero Lucas.

—Sorpréndeme —me mordí el labio.

Todo está transcurriendo muy bien, las calles de Pensilvania en la noche dan al cuerpo esa sensación de frescura y libertad.

Y de repente, me entran unas ganas de ir al baño, creo que...el ají me hizo daño.

—Lu...lu... —Lucas me mira confundido sin saber qué decir— Lucas, necesito ir al baño ¡Urgente!

—Mierrrr —frena en seco.

Nos dirigimos hacia un restaurante de comida rápida.

—Hola, muy buenas noches. Aquí mi novia, está en sus días y, ¿me puede prestar sus servicios higiénicos? —¿Qué es lo que acaba de decir? ¡¿Su novia?!

—Oh, yeah —el empleado del local nos brinda una cálida sonrisa.

No saben lo satisfactorio que fue llegar al baño...

—¡¿Qué carajos?! —no era posible—. Me acaba de venir mi menstruación, que no sea una maldita broma —grité.

Al parecer no estaba sola en el baño. —Ten, por si te sirve de ayuda —veo una mano traspasar la puerta por debajo, con una toalla higiénica.

—No sé quién seas, pero ¡I love you! ¡Thank you! —dije en forma de agradecimiento.

Eso sí que fue mi ángel de la guarda.

¿Cómo es posible de que a Darling y a mí nos visite Andrés el mismo día?

—Thanks, you're very kind —expresó Lucas, mientras ambos salíamos del local.

—¡Oye! ¿Cómo que mi novia? —le pegué brusco en el brazo.

—Bueno... —se masajea el lugar donde le di un golpe— Esto es algo loco, pero... Me gustas, Jess. Me gustaría conocerte un poco más, pero si tú no quieres ir rápido, comprendo —me sonríe—. No te pediré que seas mi enamorada esta noche, te lo pediré cuando esté seguro de que tú estés segura de que eso es lo que quieres —me acaricia el rostro—. Eres muy bella, con o sin maquillaje. No hace falta deducirlo, porque hasta te vi pálida ese día en el tribunal —nos reímos—. Quiero que esta noche sea el comienzo de una historia, dame la oportunidad de conocerte —concluye con un suspiro.

—Con una condición —dije, y me miró de reojo—, quiero que, aceptes la oportunidad de que yo te conozca, también —pude ver su sonrisa tan bonita que formaba sus labios.

—Hecho.

—Hecho —nos dirigimos hacia el jeep, sin rumbo alguno.

Siempre y cuando me amesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora