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¡POR FIN!
Se acabó el segundo semestre, estaba agotada con todos los trabajos de la u, especialmente los trabajos del Prof. Álex. Ese profesor, definitivamente, marcará mi vida en la etapa de la universidad.
🎶Estar en la universidad es una cosa de locos🎶
—Cariño, ¡viniste! —saludé a mi enamorado Andrés.
—Preciosa de mi vida —me da un beso en la frente—. ¿Nos vamos? —me ofrece su mano para tomarla.
Jess ahora vive con nosotros, aunque costó bastante convencerla...
*Flashback*
—¡Jess! Tú siempre formaste parte de la familia. Ahora que sabemos que eres de nuestra sangre, aún mucho mejor. Además, iremos juntas a la universidad. No tienes por qué preocuparte del departamento, se lo puedes regalar a Alexa. Al fin y al cabo, tu casa es aquí, tu familia está aquí —dije todo eso para convencerla y no pude.
—¡Jess! Te prometo que no roncaré todas las noches —dice Joseph.
—Yo prometo no tirarme pedos a toda hora —sonríe Marlon.
—Así que todo el tiempo fuiste tú, descarado —rodeé los ojos.
—Nosotros no prometemos nada —interrumpió las risas; la voz de papá—. Yo quiero a mi hija de vuelta, esta es tu casa. Quiero disfrutar tiempo contigo y con toda mi familia. Regresa con tu familia, hija —papá trata de sonreír, pero el llanto se adelanta.
—¡Oh! No llores, papá... —se ve que aún se incomoda al decir eso, pero no se arrepiente. Ella continúa— No sé qué le hacen, pero... —Marlon se acerca más a ella y le muestra una carita llorona—. No me pongas esa cara, Mar —al parecer se quiere rendir—. Está bien, ustedes ganan.
Todos nos juntamos para darnos un abrazo inmenso, la felicidad es algo inexplicable...
*Fin del Flashback*
—¿Pequeña? ¿Estás? —me olvidé que Fer estaba esperando a que me subiera a su motocicleta.
Aún no me acostumbro transitar en ella, siento que en cualquier momento saldré volando por atrás. Pero es una adrenalina sorprendente, ¡me encanta!
Jess me dijo que tenía una exposición de una maqueta que le estuve ayudando durante estas semanas. Es su última presentación, ahí cierra totalmente el ciclo de este año.
—¿Qué haremos hoy? —susurré cerca del oído de Fer.
—Conquistar el mundo, porque de conquistarte a ti, me encargo yo.
Imposible no enamorarme de él.
—Eres un coqueto —le doy un pellizcón en sus mejilla—. Yo tengo un plan, pero... —me hago la interesante— Quiero que me digas si estás dispuesto a hacer lo que yo diga.
—¿Lo que tú digas? Eso me asusta —dijo—, pero con tal de complacerte, no hay problema.
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—¡Esto es una locura! —gritó.
—¿Te gusta? —pregunté.
—ME ENCANTAAAAA.
Había cerca una feria de juegos.
Siempre le agarré un terror a la montaña rusa, no me atrevía ni por nada del mundo subirme allí.
Esta vez agarré el valor y no me arrepentí, porque estoy muy bien acompañada.
—¿Lista? —me pregunta, no sin antes analizarme.
Yo solo muevo la cabeza, no estoy siendo totalmente sincera, pero quiero hacerlo.
—No debí hacer esto —me paro del asiento, y él me detiene.
—Me dijiste que por nada del mundo te deje bajar, así que estás determinantemente prohibida en bajarte del juego ¿entendido? —él aún me sostiene con sus manos grandes y suaves.
Doy un suspiro y me siento, me pongo toda la seguridad.
—¡Uh! Esto no fue una buena idea —dije.
—Hoy se acaban tus miedos o, se incrementan... —se ríe.
—No es gracioso —le di un golpe en el hombro.
La montaña rusa empezó y les aseguro que en algunos momentos me desmayé. Fer no me soltaba ni por nada del mundo.
—¡Te quieroooooooo! —gritó. Después de dos meses juntos, me dijo por primera vez un Te quiero.
