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Desde que me hice la prueba de paternidad con los señores Méndez, estuve muy preocupada.
Me ofrecieron vivir con ellos, pero en estas circunstancias, dejar a Alexa sola, no...
También estuve pensado, deambulando por todo sitio de mi departamento, hasta cuando hacía mis necesidades en el baño estaba pensando en lo que me sucedería después de esos resultados.
Hasta que llegó el día de saber toda la verdad.
En realidad, yo estoy muy feliz de permanecer una amistad con Darling, me emociona bastante que esté conociendo a un buen chico, creo. Esperemos que sea un buen chico o sino tendrá que recibir una patada en los testículos. ¡Es un primer aviso!
—¿Jess? ¿Estás? —mueve las manos y las pone a unos centímetros de mi cara.
—Estaba...pensando, no es nada —debí fingir un poco más esa sonrisa.
—¡Ag! Odio cuando me estás a punto de decir algo de verdad, y concluyes diciendo "no es nada" —pone sus manos en la cintura.
—Está bien Darling, estaba pensando en muchas cosas. ¿Tú crees que... —doy un respiro rápido— que los resultados... —intenta callarme y lo hace.
—No tienes nada qué pensar, Tú eres mi hermana ¡Entiende! —me observa, agarra un mechón de mi cabello y lo pone detrás de mi oreja.
—¿Estás nerviosa? —me pregunta Marlon.
—Algo... —quise sonar un poco seria, espero lo haya logrado.
—Nosotros no, porque estamos seguros de que eres nuestra hermana. ¿Verdad Joseph? —Jos asiente.
En realidad, se siente tan bien tener ese cariño familiar.
—¡Papá! ¡Mamá! —los mellizos corren hacia ellos y... Yo soy la única que está sentada esperando a que todos se reúnan.
—Hola, Jess —papá Sebastián me da una sonrisa amigable, llena de ternura.
Lo saludo con un movimiento en la cabeza y una sonrisa. Así mismo con mamá Emily.
Emily saca un sobre de su cartera, el corazón se me acelera. Mi corazón está amenazando en salir pronto desde el pecho hasta mi boca.
—Aún no lo abrimos —confiesa—. Preferimos compartir los resultados con todos.
—Pues, ¿qué esperan? —mis piernas y manos están inquietas.
—¿Tú lo esperas ansiosa? Porque, sinceramente para mí eres mi hija, sin necesidad de que este resultado lo pruebe —me ofrece su mano para acercarme un poco más a ella—. Abriré el sobre lentamente, para ponerle más suspenso al momento —se ríe. En realidad, todos nos reímos. Eso me saca de mi estado de intriga.
Ella mira el documento con una lentitud...
Hasta que..., nos queda observando. Al parecer su rostro muestra una facción de confusión. Esto no me está gustando para nada... ¡Tierra trágame y escúpeme en mi departamento!
—¡Positivo! —veo a Darling saltar de emoción, los mellizos la acompañan. Mis ¿papás? También lo hacen.
No dudo en acercarme a ellos y acompañarlos.
—Después de 21 años puedo sentirme completamente feliz 5/5 —expresa papá.
—¿5/5? —curiosea Joseph.
—Mi esposa, Jess, Darling y ustedes mis pequeños traviesos.
—No, contigo sería 6/6 —Jos encoge los hombros.
—¡Estamos completos! —gritó Marlon.
—¿Eso significa que la denuncia procede? —cuestioné.
—Procede, cariño —dijo mamá Emi.
El sentimiento de pena me invade, esa mujer que se llamó mi mamá por años, jamás me quiso.
El rencor jamás nació dentro de mí, al contrario, estoy muy agradecida por los años que me dedicó.
Debe pagar por el daño que hizo a mi familia y a mí.
No me negaré ante eso.
Estoy llorando, pero esta vez no es de tristeza. Lloro de felicidad...
