¿Alguna vez te has preguntado cómo sería tu vida si formaras parte de un cuento de hadas? Jillian no. Nunca. Ni en sueños. Tenía una familia genial, un hermano genial, amigos geniales. Una vida por la que no necesitaba fantasear con historias sobre...
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La cocina seguía siendo presa del caos habitual, pero de alguna manera todos sonreían más, nadie estaba tan apabullado ni inquieto como para derramar salsas o romper platos accidentalmente. Las cosas se estaban enmendando y el cambio se sentía muy bien.
Cuando Rafael me regresó al castillo, (seis días atrás), tuve que hablar con mi madre para explicarle todo lo que estaba sucediendo. Ella se sorprendió muchísimo en cuanto supo yo había sido parte de aquel desastroso plan. En menos de diez minutos me regañó por involucrarme, se enfadó con el príncipe por dejar que yo me uniera a su locura y lloró y me abrazó durante un buen rato, contenta de que nada malo me hubiera pasado. Ahora ya se había tranquilizado, pero sabía que me vigilaba con más atención de la normal cuando veía que ingresaba al almacén de la cocina, como si temiera que iniciara otra revolución de un segundo a otro.
Los chicos volvieron poco después, (todos en una sola pieza), y las soluciones comenzaron a llegar por sí mismas con el transcurso del tiempo, como si alguien más estuviera llevándolas a cabo. El padre de Buck ya no podía estorbarnos más. La noticia de su muerte no tardó en recorrer la Corona, pero por suerte, los rumores de los planes que él tenía contra los otros reinos la acompañaron haciendo que las reacciones de los ciudadanos no fueran tan caóticas. Los padres de Kenzie y el general Neeson fueron atrapados al día siguiente del desastre. Ella y Flynn los interceptaron poco después de que llegaran a Yreister, (el primer reino en los planos del rey caído). El general fue apresado y los reyes regresaron a Heredon aún con las coronas puestas en sus cabezas, solo que la presión y atención que tenían antes aumentó considerablemente luego de que las cosas se revelaran. Con suerte, eso limitaría mucho sus decisiones hasta el momento en el que Kenzie asumiera el trono.
Por otro lado, Bellamy había desaparecido. Hunter se negaba a hablar de ello, desde que regresó del viaje no había mencionado a su gemelo ni por accidente, y cuando alguno de nosotros lo hacía evitaba la conversación o simplemente la abandonaba. El único que pudo darme una respuesta sólida fue Buck, pero tampoco fue capaz de regalarme mucha más información porque no la tenía. La última vez que vio al soldado fue en el momento del accidente de coche, pero no volvió a hacerlo porque prácticamente se esfumó luego de eso. De todas formas, no era la gran cosa. Bellamy no era la clase de chico que causaría muchísimos problemas por sí solo. Así que mientras se mantuviera sin compañía estaríamos a salvo.
Las personas que importaban estaban bien. La hermana de Buck y su madre sobrevivieron al accidente casi sin un rasguño. Emily se encontraba en perfecto estado, y la reina apenas había necesitado pasar algunos días de más en el hospital, porque el golpe en su cabeza había sido tan grande que los médicos querían asegurarse de que nada malo podría pasarle con el transcurso del tiempo, pero afortunadamente eso fue todo.
La tarde que regresaron al castillo, cuando ambas estuvieron listas para abandonar los fríos pasillos del hospital, Emily se atrevió a comentarnos que estaba embarazada. La noticia nos alegró muchísimo a todos. Incluso Hunter se emocionó. Pero desgraciadamente, escogió el peor momento para hacerlo. Carson estaba empacando sus cosas para marcharse cuando Emily soltó el dato... Así que, no solo se encargó de potenciar el divertido escándalo que la noticia provocó, sino que también debimos acogerlo en el castillo otros tres días más, para convencerlo de que no lo difundiera a toda la Corona. Juró que lo mantendría en secreto durante cinco meses, pero dudaba mucho que fuera capaz de cumplir su promesa.
