En cuanto logré llegar junto a mi madre, intenté desatarla con mis manos, pero fue inútil; así que opté por el "plan B" que consistía en romper la cuerda con algo afilado. Me vi obligada a ignorar a mamá que me decía que huyera mientras pudiera, no le hice caso, estaba decidida a liberarla. Al no haber nada que me sirviera para cortar, comencé a morder la cuerda. Parecía inútil intentar hacer eso, pero no tenía otra opción. Padre luchaba por liberarse de las cadenas que envolvían sus pies, madre no podía hacer absolutamente nada, y yo mordía la cuerda sin siquiera hacerle el más mínimo daño.
—Por favor —murmuré —solo por esta vez. Dame colmillos para demostrar mi fuerza, quiero poder salvar a mi mamá.
—Arya. —murmuró mi madre.
En ese momento lo sentí, sentí cómo mi dentadura comenzaba a crecer un poco, y mis colmillos se hacían mucho mas filosos y puntiagudos.
Comencé a morder la cuerda con todas mis fuerzas, y ahora era evidente que le hacía un daño. Me tomó tiempo romper la cuerda por completo, pero pude lograrlo. Y en cuanto solté las manos y pies de mi madre, ella me abrazó con todas sus fuerzas, tal y como lo había hecho padre.
—Sígueme —dijo ella —vamos por papá.
A padre aun le quedaba un poco de fuerzas, pero las estaba guardando para cuando pudiéramos escapar, y ese momento había llegado.
Madre tomó un madero de la fogata, y lo usó para alejar al hombre de padre para que pudiera soltar la cadena.
—¡Galba! —gritó mi madre.
Padre reunió todas sus fuerzas para lograr transformarse en lobo, madre me cogió y me subió a su lomo, para luego subir ella. Y en cuanto se aferró con fuerza al pelaje de padre, él pasó por encima de la gente rumbo al bosque.
—Tendremos que buscar otro lugar para vivir —dijo padre mientras corría jadeando por el camino.
—Cualquier lugar es bueno, siempre y cuando estemos juntos.
—Es verdad.
Miré a mi madre, bajé la mirada a su vientre, y luego volví a mirarla. Ella comprendió exactamente a lo que me refería, pero puso un dedo cruzando sus labios y dijo en voz muy baja, "no es el momento", luego se acercó a mi oído y musitó en un tono apenas audible "será nuestro secreto hasta que sea el momento".
Madre volteó a ver la villa. Yo hice lo mismo. Y ambas lo vimos. Un hombre parado que parecía estarnos apuntando con algo; vi que se movió ligeramente hacia atrás y luego se enderezó.
—¡Cuidado! —gritó tirándome hacia atrás y cubriéndome con su cuerpo.
—¡¿Qué pasó? ! —preguntó padre sin dejar de correr.
—No es nada importante... solo no pares hasta estar fuera de peligro.
Oí un quejido ahogado, y mi madre comenzó a caer hacia adelante lentamente apoyando su cabeza sobre mi hombro.
—¿Mamá? ¿Estas bien? —se apoyó en mi hombro y se enderezó.
—Sí, cariño. Lamento haberte asustado. Estoy bien —dijo con una sonrisa convincente y tranquilizadora.
Padre corrió buena parte de la noche, ya habíamos cruzado 3 bosques y pasado por 5 pueblos; y a esas alturas, comenzaba a notarse mucho más cansado.
—Galba, cariño. Ya estamos muy lejos de Sinner.
—Bien, me detendré en medio de ese bosque que está por allá —dijo entre jadeos. Realmente estaba agotado.
A medida que nos acercábamos al bosque, padre iba reducendo la velocidad; y gracias a eso percibí un aroma extraño; lo había sentido antes, pero no estaba segura ya que no veía a nadie más aparte de nosotros.
—¿Qué es ese olor? —pregunté.
—¿Ah? —padre redujo un poco más la velocidad para oler también —huele a ¿sangre? Sí, espera ¡abajo ahora! —dijo sobresaltado.
—Pero aun falta un poco...
—Ya estamos bien situados en este bosque. Tizara...
Padre se recostó para hacer más corta la bajada. Yo baje de un brinco mientras sostenía la mano de mi madre; estaba más fría de lo normal. Y cuando ella bajó, apenas puso un pie en el suelo perdió el equilibrio; pero padre volvió a la forma humana y la atrapó antes de que cayera por completo. La miró a los ojos.
—¿Por qué no me dijiste que estabas herida? —preguntó.
—No podía darme el lujo de retrasarlos y ponerte a ti y a Arya en peligro.
—Déjame ver qué tan grave es —madre lo detuvo antes de que pudiera ver el lugar de la herida y lo besó dulcemente en los labios. Mientras, padre recorría su espalda con una mano. Entonces dio con algo. Separó sus labios de los de ella, y la miró con tristeza a la luz de la luna, al mismo tiempo que ella le devolvía la mirada con una sonrisa lastimosa —no, no, ¿por qué no...? tú debiste... —ella lo abrazó poniendo sobre su hombro la cabeza de padre mientras lo acariciaba suavemente.
—Shh... todo estará bien, tranquilo... podrás superar esto. Sé que lo harás...
—Fue Sinner ¿no? —pregunto padre. Madre guardo silencio —te prometo que lo haré pagar por todo lo que nos hizo, a ti, a nuestra hija. Al menos déjame sacarla...
—No podrás hacerlo. Es una flecha con punta de plata... —puso ambas manos en las mejillas de padre —era mejor yo que ustedes. Además, era mi turno de salvarte ¿no lo crees?
—Tizara... —Aún así, padre intentó quitar la flecha, pero la vara se rompió y la punta quedó dentro.
—Mamá está... —ni siquiera pude terminar la frase.
Padre me miró con profunda tristeza, y sus ojos se volvieron brillantes. Madre en cambio, se mostraba tranquila y alegre como siempre había sido. Me acerqué a ellos, y padre me tomó en sus brazos mientras madre me besaba la frente y las mejillas.
—¿Te gustaría comer conejo asado? —preguntó repentinamente. Ella miró a mi padre
—Ah, claro. Volveré en un momento... —dijo mientras me bajaba. Se transformó en lobo, y se marchó a cazar conejos.
Madre me miró dulcemente mientras acariciaba mi cabeza.
—Serás una buena niña —
dijo suavemente —¿verdad?—Sí, mamá.
—¿Podrías hacerme un favor? —Asentí con la cabeza —quiero que... cuando me vaya... cuides de papá... que veas que no se meta en problemas, y que no olvide sonreír nunca. El tiene un carácter algo difícil, pero tiene una hermosa sonrisa cuando es de verdad, ¿crees que podrás hacerlo?
—¡Sí! Pero... ¿A dónde vas? —le pregunté inocentemente.
—Pronto tendré que marcharme de su lado, y tu padre y tú se tendrán el uno al otro solamente.
—¿Y qué hay sobre mi...?
—Él tendrá que irse conmigo, cariño. Así podre cuidarlo en el otro lugar, pero quiero que me prometas algo —la miré confundida —prométeme que no se lo dirás a tu padre. Se pondría muy triste si lo sabe ahora que debo irme ¿lo harás?
—Sí mamá, lo prometo —me abrazó.
ESTÁS LEYENDO
Vircolac
FantasyArya es el fruto de un amor prohibido. En su interior corre la sangre de un hombre lobo y la de un vampiro. Un acontecimiento lamentable hizo que perdiera a su madre. Y diez años después, otro evento se repite haciendo que ella y su padre tengan que...