Caminé con Rogue en mis brazos hasta llegar a un árbol solitario en medio de la nada. Con mis garras cabé una tumba para él, igual que como lo había hecho con Sam. Solo en ese momento vi lo que él había dejado en mi mano.
—Una cruz de plata... —la miré con desinterés —hace años esto me habría matado ¿Por qué ahora no?
—Porque ya dejaste que saliera lo que había en tu interior —dijo Farha —Y hasta donde sé, la Vircolac no tiene debilidades.
—Deja de llamarme así... —dije terminando de cubrir a Rogue con la tierra —. Mi nombre es Arya —volví a mirar la cruz de plata —. Es por eso que soy la única que puede tocarlo... — colgué la cruz en mi cuello —. Lo haré por ti, por Sam, por mi madre, mi hermano... y por mi padre. Juro que acabaré con el causante de todo esto —dije ante la tumba que había hecho para Rogue.
—Mi error fue intentar controlar tus emociones como si fueras una criatura normal —dijo Farha —. Pero no lo eres.
—Dime qué va pasar con mi padre cuando Sinner lo tenga en sus manos...
—No puedo decírtelo —Respondió —. Si te lo digo, puede que la escena cambie y sea peor. Solo confía en mí.
—No puedo confiar en ti... —no quise insistir para no perder más tiempo —. No me importa tu venganza personal. Solo me importar encontrar a mi padre. Y no mataré a Sinner por ti — Miré hacia la luna —. Lo haré por mi familia, y por quienes no tuvieron la culpa de ser lo que eran.
Reuní todo el aire que pude y lo solté en un fuerte aullido. Al finalizar, agudicé mi oído hasta oír la respuesta de mi padre. Ahora estaba más lejos. Lo escuchaba claramente; pero sabía que mi oído era más agudo que el de cualquier.
—Conviértete en murciélago y súbete a mi lomo —sonó como una orden —, iremos más rápido de esa forma —lo miré fijamente —. Sinner lamentará el día en el que atacó a mi familia.
Mientras corría, podía darme cuenta de los cambios que estaba sufriendo. No sé en qué momento dejé de ser la joven niña que no hacía más que sufrir en silencio por la felicidad de su padre, culparse de todo sin haber hecho nada malo, tener miedo y esperar a que fueran a rescatarla. Esa niña se había ido. Ahora, era una joven orgullosa con sangre de vampiro y hombre lobo corriendo por sus venas, una joven que había dejado de sentir miedo por el siguiente paso que daba. Ahora era una joven decidida a salvar lo único le quedaba en el mundo.
—Sé que dijiste que era tu vida antes que la mía —murmuré sin dejar de correr —. Pero por esta vez, solo por esta vez, déjame ser yo quien te salve. Déjame poner mi vida antes que la tuya.
Cada cierto tiempo aullaba para saber si nos acercábamos a él o no. Sabía que hacer eso podía traernos problemas en el camino; pero era un riesgo que estaba dispuesta a aceptar, si con eso llegaba hasta él.
—¿Qué es eso? —pregunté.
—Detente. Lo conozco. Puede ayudarnos.
Me detuve cerca de un "hombre" que estaba sentado bajo un árbol. No parecía estar herido ni olía a sangre. Era muy extraño.
—Levántate —dijo Farha —. Ya todos se fueron y te dejaron otra vez.
—¿Farha? —respondió una mujer, quien sonrió al verlo transformarse en humano —No esperaba que siguieras con vida tanto tiempo, anciano.
—Y yo no esperaba verte por aquí.
La mujer se puso de pie y se estiró como si hubiera estado tomando una siesta. Debo decir que si no hubiera sido por su voz, no hubiera notado que era una mujer.

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Vircolac
FantasíaArya es el fruto de un amor prohibido. En su interior corre la sangre de un hombre lobo y la de un vampiro. Un acontecimiento lamentable hizo que perdiera a su madre. Y diez años después, otro evento se repite haciendo que ella y su padre tengan que...