Arya es el fruto de un amor prohibido. En su interior corre la sangre de un hombre lobo y la de un vampiro.
Un acontecimiento lamentable hizo que perdiera a su madre. Y diez años después, otro evento se repite haciendo que ella y su padre tengan que...
Farha y yo concluimos que los hombres de Sinner que tenían a mi padre estaban a varias horas de nosotros. Iba ser difícil alcanzarlos al paso que llevábamos.
—No podemos llevarlo —dijo Farha.
—Lo sé... —dije mientras limpiaba las heridas de Rogue —llevarlo nos retrasará y... Podría acabar muerto también.
—¿También? —preguntó Farha.
—Olvídalo... —pensaba en Sam.
—Arya... —balbuceó Rogue —Lo siento...
—Tranquilo, Rogue... —tomé su mano —. Estarás bien.
—Yo...volví a la cabaña cuando supe que los habían descubierto. Intenté ayudar a Galba cuando supe que lo habían atrapado; pero... —intentó levantarse —Otro lobo apareció y... No sé que pasó con él. Cuando desperté estaba solo.
—Rogue...
—Tenías razón... —no entendí a qué se refería —. Nunca debí unirme a la guardia de las espadas. Debí quedarme en casa y hacer otra cosa. Debí quedarme con ustedes, contigo —se presionó un costado y su mano se manchó de sangre —. Debo decir que... Me sorprendí mucho al verte en esa forma. Lo lograste —sonrió orgulloso.
—Aún no puedo controlarlo bien —sonreí amargamente —. Ni siquiera sé qué forma adopté allá... Ni siquiera supe lo que estaba haciendo hasta que lo hice...
—Lo estás descubriendo —sostuvo su sonrisa.
—Tenemos que llevarlo a algún lugar —le dije a Farha.
—Arya... —me sujetó la mano —Debes ayudar a tu padre... No pierdas el tiempo conmigo. No lo voy a lograr.
—¡No digas eso...! —Miré hacia todos lados —. Tiene que haber algo que pueda hacer por ti.
—No pierdas tiempo... —me miró serio —. En el poco tiempo que estuve en ese lugar aprendí que... Los humanos nunca van a estar de acuerdo con lo que es diferente a ellos. Nadie los va a ver de la misma manera en como mi abuelo y yo los vimos a ustedes... —se sentó con dificultad —. Como yo te veo a ti...
—Rogue... —odiaba que hablara así. Odiaba que se diera por vencido de esa forma. Que se despidiera.
—Arya... —besó mi frente —. Déjame aquí. De todas formas estaré contigo. Pase lo que pase —No pude evitar mis lágrimas —. Me habría gustado vivir a tu lado... Ser yo quien te protegiera... —acarició mi mejilla.
—No te rindas... Yo...
Rogue me interrumpió con un beso en los labios. Su rostro se sentía cada vez más frío al tacto. Luego me abrazó con la poca fuerza que le quedaba.
—Deja que me quede así hasta que...
—No quiero... —lloré apoyando mi cabeza en su hombro mientras él hacía lo mismo en el mío —. Quédate, por favor...
—Sé que podrás superar esto... Eres más fuerte de lo que crees.
—¿Y si no logro salvarlo? ¿Y si llego tarde otra vez? —lo abracé con fuerza —. No pude ayudar a mi madre, no pude ayudar a Sam, y no pude ayudarte a ti... Les fallé a todos...
—Pero estás aquí ahora... —dijo sin moverse —. Eso no es fallar. Y estoy seguro de que Galba nunca diría eso. Él te ama demasiado. Estoy seguro de que jamás lo decepcionarías —soltó una débil risa —. Habría querido tener con mis padres lo que tú tienes con él. Salúdalo de mi parte cuando lo veas... —Sentí que ponía algo en mi mano —. Tú... Eres mejor que todos... Arya...
—Rogue... —parecía estar descansando en mi hombro —¡Rogue! —Lo abracé con fuerza mientras lloraba casi a gritos —¡Lo siento!... ¡ROGUE!
—Llegamos antes —dijo Farha —. Y aún así...
—¡Sabías que esto pasaría! —le grité sin soltar a Rogue —¡Sabías que Rogue iba a morir y no dijiste nada!
—¡No tenemos tiempo para...!
—¡¿Para qué?! ¡¿Salvar a mi padre?! ¡¿O encontrar a Sinner?! —sujeté a Rogue como si quisiera protegerlo de algo. Como si en algún momento, alguien fuera a arrebatármelo de las manos —. Déjame sola... Encontraré a mi padre sin tu ayuda...
—¡No es momento para comportarte como una mocosa!
—¡Que te largues! —mis ojos, aun con lágrimas, cambiaron de color, y mis colmillos se volvieron afilados —¡Desde que te topaste con nosotros no he hecho nada más que ver morir a quienes aprecio! —me puse de pie. Sentí que tenía más fuerza y que mis manos habían cambiado al igual que mi cuerpo; pero no les presté atención. No quería que nada me sacara de la furia en la que estaba sumergida —¡No te necesito para encontrar a mi padre! ¡si voy contigo! Terminaré por verlo morir a él también.
Me di cuenta de la expresión que Farha sostenía mientras le gritaba. Era una expresión de asombro, desconfianza, hasta podría asegurar que había un poco de miedo en sus ojos. Pero no me importó. Tener a Rogue en mis brazos hacía que mi ira se mantuviera, e incluso que se intensificara.
—Pero supongo que estás acostumbrado a ver morir a quienes amas... —dije en tono desafiante —. Apártate... —gruñí —. Tengo un ser querido que sepultar.
Farha se mantuvo firme en su posición. Noté por su mirada que mis palabras lo hirieron bastante; pero no dejó que eso lo afectara. Me miró con sus ojos rojos en señal de desafío y terminé por apartarlo de mi camino.
—Tienes razón —dijo luego de que pasara de él —. Estoy acostumbrado a ver morir a los demás. En especial a quiénes amé alguna vez —seguí caminando —. Más de una vez estuve en la misma situación que tú. Con el cadáver de un ser querido en mis brazos, sepultando sus cuerpos como una manera de hacerme sentir que había hecho algo por ellos cuando en realidad no hice nada —me detuve —. No me interesa lo que pase con tu padre; pero sí me interesa encontrar a Sinner. Tú eres esa caricatura que debía encontrar para que seres como nosotros fuéramos libres al fin. Tú eres la única que puede acercarse a él sin morir en el intento —se quitó su capa y dejó su torso al descubierto —. Este es el recuerdo del día en el que perdí a mi clan, mi familia, mi esposa y a mis dos hijos pequeños —levantó su brazo —. Pero también es el recuerdo del día en el que juré matar a ese desgraciado infeliz.
Vi a la luz de la luna el cuerpo de Farha. Tenía quemaduras y cicatrices en casi la mitad de su torso y en la totalidad de su brazo derecho. Supuse que era esa la razon de que en su forma de murciélago tuviera un ala defectuosa.
—Ese día, destruyó todo lo que una vez llegué a amar de verdad. Pero también fue el día en la que renuncié a mi dignidad para seguir vivo —volvió a cubrirse —. Y seguiré vivo, porque quiero verlo morir con mis propios ojos. Tú me necesitas para sobrevivir a todo esto. Y yo te necesito para vengar la muerte de todos.
En ese momento comprendí que la relación que sostenía con Farha, no era un simple intento de supervivencia. Ambos necesitábamos algo el uno del otro. Eran dos cosas diferentes; pero nuestros caminos iban hacia la misma dirección. Sinner.
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