Padre retomó el entrenamiento de cacería por el bosque conmigo; él se transformaba en lobo, y yo debía seguir su paso. Aquel día debía poder ser capaz de atrapar un jabalí, con su ayuda, claro está. Comencé a perseguirlo por un rato hasta lograr estar a una distancia en la que pudiera saltar sobre él; pero antes de que pudiera hacerlo, algo me hizo tropezar, y de un momento a otro estaba viendo todo de cabeza. Padre se paró frente a mí con una expresión de seriedad en su rostro lobuno.
—Sabes bien que debes estar atenta al medio en todo momento — dijo algo irritado —olfateé esa trampa a kilómetros de nosotros.
—Exageras —dije de brazos cruzado, aun de cabeza.
—Es posible, pero sí percibí el olor de la trampa mucho antes de que cayeras en ella.
—Bueno, aun no reconozco bien el aroma de una trampa.
—Y nunca lo harás si no aprendes primero a reconocer la procedencia del olor —lo miré con incredulidad.
—Y eso es importante porque... —dije sarcásticamente.
—Estas trampas fueron puestas por Rogue, tienen su aroma, y para ti, Rogue no es una amenaza —puse cara de sorpresa al oírlo decir eso —es ahí en donde debes tener en cuenta la procedencia del olor. ¿Rogue está aquí?
—No, está en casa.
—¿Y no te pareció extraño sentir su olor sabiendo que no estaba aquí?
—Entiendo a dónde vas con esto. Trabajaré en ello.
—Más bien, trabajaremos en ello —me corrigió —como tu padre y tutor, es mí deber guiarte en tu entrenamiento. Ahora vamos, ya es tarde.
—¿Me ayudas? —padre se transformó en humano y me ayudó a bajar.
—Podías hacerlo perfectamente tu misma.
—Lo sé, pero quería que me cargaras como cuando era pequeña —si había algo que me agradaba más que nada, era hacer sonreír a padre con mis tonterías. Verlo feliz, me hacía feliz a mi también.
Al volver a la cabaña nos dimos cuenta de que Rogue no estaba, y sobre la mesa había una nota que decía "Fui al pueblo cercano, volveré en un par de días. Rogue". Me sentía un poco traicionada por no habérmelo dicho antes; me habría gustado acompañarlo.
Me sentía preocupada por Rogue, desde que nos habíamos vuelto tan amigo, nunca nos habíamos separado por tanto tiempo. ¿Qué se suponía que haría en dos días sin Rogue? Cuando me fui a dormir, el cuarto parecía mucho más grande y vacío. Fui a la habitación de padre intentando no demostrar la vergüenza que sentía.
—Am...yo...puedo... ¿puedo pasar la noche aquí? —pregunté, incapaz de mirar a mi padre a los ojos.
La habitación de padre parecía más acogedora que la otra. Padre me hizo un espacio en su colcha, y me recibió en sus brazos.
Esa noche me sentía más niña que nunca, y solo quería que me tratara como a una por esa noche. Padre se transformó en lobo rodeándome la espalda. Lo hizo antes de que se lo pidiera.
—Siempre me lo pedías cuando no podías dormir —puso su cabeza sobre una de mis piernas, y comencé a acariciarlo entre las orejas mientras me apoyaba en el resto de su cuerpo —no preguntaré qué te ocurre, porque creo saberlo, pero sí me gustaría que me dijeras ¿Qué pasará cuando decida irse? —guardé silencio por un momento.
—¿Crees que algún día logre transformarme? —pregunté tras acomodarme dándole la espalda a su mirada. Pasando de su pregunta.
—¿Por qué lo dudas?

ESTÁS LEYENDO
Vircolac
FantasyArya es el fruto de un amor prohibido. En su interior corre la sangre de un hombre lobo y la de un vampiro. Un acontecimiento lamentable hizo que perdiera a su madre. Y diez años después, otro evento se repite haciendo que ella y su padre tengan que...