Capítulo 27

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Nuestra conversación terminó ahí. Luego de vendarle la pata, cogí mi bolsa para buscar con qué cubrir semejantes cortes en la espalda de Daniel.

—¿Quieres que yo se lo diga primero? —propuse.

—No, lo haré mañana.

—Descansa —le dije mientras recostaba su cabeza en el suelo. Luego de eso me dirigí hacia Daniel para ver cómo seguía —estoy de vuelta.

—¿Cómo está? —preguntó enseguida.

—Está bien, tenía esto clavado —le dije mostrándole la lanceta —mañana estará mucho mejor.

—Te lo agradezco, Arya.

—Oh, al fin dejas las formalidades de lado —me mofé.

No encontré nada con qué cubrir sus heridas, así que tuve que conformarme con colocar una manta para evitar que entrara suciedad en ellas.

Luego de un momento de charla con Daniel, me levanté y me adentré un poco en el bosque, me senté a los pies de un árbol, y me puse a observar el colgante que padre me había dejado.

—Te voy a encontrar —murmuré —no importa cuánto tiempo me tome buscarte, te encontraré.

Me dormí en el mismo puesto. Y a la mañana siguiente un inusual grito de miedo me despertó de golpe.

Me apresuré en llegar hasta donde se encontraba Daniel.

—¡¿Qué pasa?! —pregunté alarmada.

—¡Mi lady cuidado! —dijo intentando pararme con una mano —Sam está...

—Daniel, déjame explicar...

—¡¿Qué vas a explicarme?! —preguntó manteniendo la distancia —¡¿acaso me dirás que siempre pudiste hacer eso?! ¡ni siquiera puedo pensar en algo! ¡Yo... no sé qué pensar sobre esto!

—Daniel —dije acercándome a Sam —está bien, él solo quiere decirte la verdad.

—¿De qué verdad hablas? Lo sabías, ¿no?

—Sí, lo sabía — me sentí temerosa de seguir hablando —y yo también debo decirte algo.

—Tiene que ver con lo que está pasando ahora, por eso es necesario que lo sepas de una buena vez —dijo Sam —. Así que escucha con atención —respiró hondo —yo pertenecía al clan de los hombres lobo, y por acto de cobardía me uní a tu padre para seguir vivo.

—Y ¿por qué nunca te has transformado en humano? —Sam guardó silencio.

—Porque ya no puede —le respondí —
él tenía miedo de lo que pensaras si lo sabías, y con el pasar de los años, olvidó cómo hacerlo.

—¿Y qué hay de ti? ¿también eres como él? —preguntó un poco receloso.

—No exactamente —comencé —mi padre es el hermano mayor de Sam, y mi madre era un vampiro —Daniel me miró perplejo —Sinner busca matar a mi padre para vengarse de la muerte de su hijo.

—¿Fue él quien mató a Set? —asentí con la cabeza —algunos dicen que se había vuelto loco, y que solo quería destruir todo y a todos.

—Mi padre me dijo que lo hizo por defensa propia, pero Sinner no quiere entenderlo —mi voz comenzó a temblar —. Ahora él se separó de nosotros para protegerme. No sé si está bien, o si me necesita, y yo, yo nunca pude decírselo.

Durante un largo rato nos quedamos en completo silencio. Me sentí avergonzada de haber hecho esa escena. Daniel no decía una sola palabra, y Sam parecía impaciente por que se rompiera el silencio que nos invadía.

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