Arya es el fruto de un amor prohibido. En su interior corre la sangre de un hombre lobo y la de un vampiro.
Un acontecimiento lamentable hizo que perdiera a su madre. Y diez años después, otro evento se repite haciendo que ella y su padre tengan que...
No sabía a quién se dirigía; pero parecía estar de mi lado.
El olor de mi sangre me impedía saber de quién se trataba, y la lluvia no me dejaba escuchar con claridad.
El hombre bajó del caballo y comenzó a caminar hacia mí; pero una flecha se enterró en la tierra entre ambos.
—Da un paso más y te clavaré a la tierra —esa voz me pareció familiar.
—Eres un traidor. Confiar en una bestia como tú es lo más estúpido que Sinner a hecho. Eres un desgraciado, Farha.
—¿Farha?
—Llegó el tiempo en el que los cobardes salgan de su escondite — rió amargamente.
—Lo dudo —rió —. Lo único que harán es salir de su agujero para entrar en otro. Si es que no les dan sepultura.
Escuché algo así como un "Click". El hombre lanzó un objeto pequeño hacia mí, al mismo tiempo Farha disparaba un flecha directo a su pecho.
El objeto nunca llegó hacia mí. Antes de eso, Farha se interpuso y lo atrapó con su mano.
—Cobarde —escupió hacia un lado —.¿Estás bien?
—Sí, estoy bien —dije con una mano en mi hombro.
—Déjame ver —rasgó mi ropa para descubrir la herida —. Es profunda.
—Ya debería cerrarse —me dolía.
—No lo hará hasta que saque eso. Hay una punta en el interior... Te atacó con una cuchilla de plata, y al tocar el hueso, la punta se rompió.
—¿Puedes quitarla?
—Seré sincero. Te va a doler comolosmil demonios.
—Solo hazlo.
—Menudo cambio de actitud. Tan orgullosa como un lobo.
—Tú también pareces diferente.
—Estaba tomado... —lo oí gruñir —. Me pongo de mal humor cuando se me acaba la botella.
—¿Entonces matas a tus compañeros? —sentí algo frío tocarme. Luego mucho dolor que callé apretando los dientes.
—No exactamente. Ya quería matar a esos idiotas antes de conocerte —no pude evitar chillar cuando sentí que hacía palanca en el hueso —. Ya está — se quitó la capa para cubrirme —. Vámonos, hay que refugiarnos antes de que Sinner encuentre los cadáveres —caminó hacia uno de los caballos y se subió. Me ofreció su mano —con uno llamaremos menos la atención.
Farha emprendió el trote del caballo en una dirección diferente a la que yo estaba siguiendo.
—¡Oye espera! Debo seguir ese camino para encontrar a mi padre...
—Sinner también lo está buscando. Si lo encuentra, te encontrará a ti también, y todo se acabará para todos.
—Pero está solo, estaba herido y...
—Es un hombre lobo. Puede cuidarse solo...
—¿Los odias tanto?
—Como es naturalmente.
—Pero mis padres no se odiaban.
—Solo son uno en un millón. No significa nada —dijo mirando hacia adelante —. Los vampiros y los hombres lobos nacieron para matarse entre sí. Así ha sido desde hace más de doscientos años, y así se queda.
—Entonces deberías odiarme.
—No te odio; pero tampoco me agradas completamente.
—¿Qué fue lo que pasó allá? —puse mi mano en mi hombro —¿por qué la plata no me hizo daño?
—Es lo que vamos a averiguar —dijo con seriedad —para eso debemos viajar durante dos días. Será un viaje largo. Solo espero que no nos topemos con nadie en el camino.
—¿Qué pasó con Daniel?
—Lo dejé con mi caballo. Que él vea lo que hace.
—Entiendo. Oye, ¿por qué parece que maduré de golpe?
—¿Que acaso no sabes nada sobre tus herencias? —negué con la cabeza. Resopló irritado —. No sé mucho sobre hombres lobo, pero se que crecen bastante rápido mentalmente. Como un perro, que con un año de vida ya es prácticamente un adulto. Maduran un poco más rápido que los vampiros, y claramente mucho más rápido que los humanos.
—Entiendo...
Me vi obligada a dejar de seguir el rastro de padre para seguir a Farha. Quizás tenía razón al decir que primero debía descubrir mis propias limitaciones. Saber lo que era, quién era.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.