Tu nombre es Hope, una hermosa chica oriental que fue encontrada por un hombre latino en una caja de cartón, abandonada bajo la lluvia cuando tenías 5 años.
El hombre que te encontró, se volvió tu padre y tú única familia, pues no recordabas que ha...
Es lo que en ese momento necesitaba en la sala de espera. Escuchaba las explosiones de su compañero Bakugou y el crujir de los cristales de hielo de Todoroki ser destrozados. Sentada en forma india, mantiene sus ojos cerrados, concentrándose en si misma. Recolectando la energía extra que tiene. Bakugou, el chico con la habilidad de exploración... un hueso duro de roer y mucho más si el hueso te responde con insultos cada vez que abres la boca.
Se escucha el grito de júbilo de las personas, el encuentro había terminado y pronto sería el suyo. Lo más probable es que el cenizo haya destruido la plataforma. Sus colas se volvieron solo una y sus orejas se posicionaron firmes, escuchando pasos pesados acercándose a su posición. La puerta fue lentamente abierta y luego con la misma delicadeza fue cerrada.
-¿Que quieres?, no te bastó dejarme muy desorientada, asustada? Te aprovechaste de mí.
-Vine a disculparme.
Lentamente se fue girando y encaró al joven peli-morado, en su rostro se podía notar culpabilidad sincera. Él, soltando un suspiro apenado hizo una reverencia ante ella para luego extenderle un pequeño paquete de chocolate con un jugo de naranja.
- Lamento mucho lo que hice el día de hoy... ya me he disculpado con los otros dos, solo me faltabas tú. -la chica toma con desconfianza las cosas que le ofrece- Me fije que no pudiste consumir nada en todo el día, necesitarás energías, Monte Negro-sama. Una vez más, le pido disculpas -vuelve a hacer una reverencia-
Sorprendida y aliviada, se levanta de su lugar y lo hace enderezarse, sobresaltandolo un poco.
-Me alegra saber que te has disculpado con mis amigos y acepto tus disculpas. Pero espero que ahora en adelante..., seamos amigos. Y no vuelvas a usar tu control mental sobre personas que no sean villanos. Se responsable y no codicioso. -el joven asiente y ella extiende los brazos- un abrazo para sellar la amistad?
Abrumado por aquello no duda en sonreír suavemente, asentir y abrazar a la chica con delicadeza, pero no se esperaba que ella fuese la que abrazara con fuerza. La puerta se abrió y Bakugou presenció la escena de Shinso abrazando a la peli negra. Sin entender el porqué, su ceño se profundizó y un brillo de enojo se apareció en sus ojos.
-Oe, zorra. -de un manotazo lanza una silla- más te vale que no seas como el bastardo mitad mitad y te rindas en medio de una pelea.
-No le faltes al respeto, basura. -dice serio el oji-morado-
-Ha?! Mira quien habla, maldito-gruñe-
-Ya paren los dos. -coloca sus manos en ambos pechos de los alumnos para separarlos- Bakugou, no te preocupes, no me rindo fácilmente. Y Hitoshi Shinso, gracias por defenderme, es muy tierno de tu parte. Pero debes irte con los de tu curso, agradezco también por lo que me trajiste, me lo comeré para tener energías suficientes para pelear.
Shinso asintió y se retiró de allí bajo la atenta mirada del cenizo. Su enojo aún estaba hasta que el sonido de un pequeño paquete ser abierto, se molestó por el ruido, se gira a observar a la chica y mandarla a los mil demonios pero al verla comer tan contenta el chocolate, decidió irse de allí, ocultando su pequeño sonrojo. Sola de nuevo, termino su barra de chocolate y sorbió rápidamente el jugo, se sentía más que bien y estaba lista para el combate otra vez.
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