~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊ESPECIAL 3K🦊🌸~

Primer día de clases en un jardín de niños.
Aferrada a la gran mano de su padre, observa a los que futuramente serán sus compañeritos de clase.
Con sus grandes ojos bicolores, observa al mayor, esperando algún comentario por parte de él.

-P-appa...t-tengo miedo... -agacha la mirada- ¿y si no me aceptan?...

El hombre, al escuchar la aguda y tierna voz de su hija, la observó con deternimiento para luego arrodillarse a la altura de esta y tomarla de ambas manitos.

-Hope, no te preocupes -sonrie- todo irá bien, si? Sonríe y di como te llamas cuando te pregunten o te digan que te presentes. Harás muchos amigos aquí, si? O si te llegan a molestar -se acerca y le susurra- me dices y le damos un buen susto, si?

-Como lo hicimos con la señora Morris? -se cubre la boca mientras ríe-

-Como lo hicimos con ella -sonrie y le entrega su mochila rosada con flores blancas- Vendre por ti cuando las clases terminen, si? Que tengas un buen día, Hope

-Que tengas un buen dia papá! -lo abraza con fuerza y corre hacia la entrada del salón que le corresponde-

Confiada ingresó al salón, deseando que ese día sea el mejor de todos, deseando con fuerza tener muchos amigos y amigas con quienes jugar.

Que tan equivocada estaba...

Había pasado dos semanas, y en esos días se había vuelto un infierno cuando descubrieron que es una mukosei. Le hacían bullying, la insultaban o a veces la golpeaban.
Su padre estaba enterado de esto y a causa de ello había reuniones con los niños implicados, pero siempre que sucedía eso, la molestaban el doble y los maestros ni cuenta se daban.
Llegó el día en que se cansó de ser objeto de burla y por primera vez, se defendió, empujando al líder de aquella pandillita de niños y dos niñas que la molestaban. Imitó los movimientos de su padre a la hora de entrenar.
Los lanzó contra el suelo y les dio varios golpes en el rostro al más grande.

-¡YA NO ME MOLESTEN!! ESTOY HARTA DE USTEDES! -grita en japonés, siendo ellos incapaces de entender su lenguaje-

Despavoridos corrieron, dejándola sola y llorando en una banca del patio escolar.
Soltando sollozos y teniendo pequeños espasmos, sus ojos captaron apenas dos zapatos negros bien lustrados junto a unas medias blancas hasta arriba del tobillo.
Lentamente fue subiendo la mirada, shorts cortos color marrón, una camiseta azul con el nombre de un héroe extranjero, una libreta y un lápiz en mano, el chico callado de su clase estaba frente a ella.

-¿Que quieres? -dice enojada y se seca las lágrimas, desviando la mirada- Tienes pena de mi? Te vienes a burlar de mí?.

El chico solo la mira extrañado, no entendía el lenguaje de la chica frente a él. Ella lo miró fijamente y se cubrió la boca, había olvidado donde estaba, así que debía tratar de hablar español.

-T-Tuh... ¿Que... querer de y...yo? -dice apenas y se frustra al ver que él no responde- 

Mirándola con calma, se aferró a su libreta para después escribir y mostrar su escritura a la bicolor.
Curiosa, observó el cuaderno y lo leyó, entendiendo poco a poco lo que el niño frente a él quiere decirle.

No puedo hablar, mis cuerdas vocales no funcionan pero si puedo oírte.

Sorprendida, lo mira con curiosidad; el volvió a escribir, sacando su pequeña lengua a un costado de su boca, trataba de que sus letras sean legibles y entendibles para ella. Nuevamente le mostró la libreta y allí, la pequeña Hope no pudo contener sus lágrimas.

"Ambos somos iguales, creo. Pero..., Hope, ¿me dejas ser tu amigo? Prometo ser bueno!"

Llorando asintió mientras que el pequeño alarmado buscaba alguna manera de tranquilizar los fuertes llantos de su compañera.
Se levantó de su lugar y con pasos torpes se acercó a él, abranzando al pequeño callado del salón.
Él correspondió y después de un rato se separaron, allí aprovechó para enseñarle una etiqueta en su camiseta con un nombre grabado.