~🌸🦊CINCUENTAIOCHO🦊🌸~

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Se reunió con ambos chicos; no podía mirar a Midoriya, él la había visto con Bakugou de una manera algo... romántica, quería hablar con él para que no empezara a hacer teorías locas, pero con solo mirarlo de reojo, sus ganas de hablar se iban volando pues Izuku la miraba de una manera pensativa.
Con un toque en su mejilla, la hizo despertar de sus pensamientos, notando a Mirio preocupado por ella, ya que no había respondido a sus llamados.
Restándole importancia, se adelantó un poco mientras que ellos hablan con Sir.Nighteye. Éste último manteniendo una mirada fija en la chica, le intrigaba, le da un aire misterioso, más ahora que al parecer no se encuentra del todo pisando tierra.
Una vez terminada las indicaciones del héroe, el trío de amigos se fue en una dirección, empezando con el patrullaje por la zona.
De vez en cuando, Hope alzaba vuelo y observaba atentamente la zona, moviendo sus orejas de un lado a otro, buscando alguna señal de auxilio, olor a quemado, entre otras cosas, pero al no captar nada, iba de vuelta hacia ellos para dar informe de que no encontró nada raro por aquella zona.
Algunas personas, en especial niños, se acercaban a ellos para expresar su admiración. Las pequeñas niñas se asombraban mucho cuando veían a Hope regalándoles una sonrisa junto a una rosa de hielo, haciéndo que griten emocionadas y vayan junto a los adultos encargados de cuidar de ellos.
Extrañaba mucho ir en los barrios necesitados con sus compañeros, viendo y anotando todo lo que las personas necesitaban, para así comenzar una colecta y llevar lo que habían pedido.

Ya pasado el tiempo de patrullaje, hacían una última ronda por una zona diferente; algo captó sus agudos oídos, unas pequeñas pisadas viniendo a toda velocidad, curiosa observó a un costado y observó como un pequeño cuerpo impacta contra el peli-verde, cayendo sobre su trasero a causa del choque.
El pecoso, preocupado por haberla lastimado, la ayudó a tratar de ponerse de pie. Pero la pequeña se aferró al traje del contrario, con una expresión de miedo y desesperación.
No solo eso le llamó la atención, sino la cantidad de vendajes que la pequeña infante tiene por brazos, piernas y cuello.

Nuevamente se empezó a escuchar unos pasos lentos pero intimidantes, provenientes del callejón por el que la niña había salido despavorida.
Con firmeza se acerca a su compañero y le pone la capucha que tiene en el traje, cubriendo la identidad del pecoso para luego agacharse y tomar en brazos a la peliblanca.
La niña se aferró mucho más y bajó su tacto pudo sentir como el cuerpo comenzaba a temblar de miedo, como un pequeño animal.

-Oh...gracias por encontrar a mi hija... es algo rebelde -dice un hombre castaño, una chaqueta verde con una capucha llena de plumas moradas como si estuviera acolchado y una máscara parecida a un pico con detalles dorados.

Levemente frunció el ceño y luego le sonrió falsamente, acariciando la cabeza de la pequeña, quien al sentir aquella caricia, se sintió algo segura en brazos de la mayor.
Mientras Lemillion y Deku conversan con el sujeto tratando de ganar tiempo, la joven bajó con delicadeza a la pequeña, agachándose a su altura mientras le acaricia y observa disimuladamente el cuerno que sobresale de su frente.

-Tranquila pequeña, no hay nada que temer -sonrie- ¿te gustan las flores?

-¿Flo...res? -asiente levemente mientras observa sus manos-

-Que bien! A mí también, son lindas, igual que tú-le da un pequeño toque en la nariz, ganándose la atención del adulto por breves segundos- Mira, te daré una muy especial, si?

La pequeña, con sus pequeños ojos carmesí, observó como la heroína generaba una rosa de hielo, le depositaba un beso y esta comenzó a tener brillo azul.
Hope, al ver que la niña observaba sus movimientos, con delicadeza le entregó la rosa de hielo, poseedor ahora de una hitodama, pero eso no haría dar cuenta a nadie sobre ello.
Con un pequeño brillo en los ojos, volvió a mirar a la bicolor justo en el momento en que su "padre" la llama. Se aferró nuevamente a la joven mientras proteje como puede la rosa.
Acariciándole la cabeza, la abrazó y aprovechó para susurrarle muy pero muy bajito, siendo la menor la única capaz de escucharla.

-Todo estará bien, mientras tengas la rosa, te protegeré. Los héroes te protegeremos. -la abraza y observa fijamente al hombre, notando enseguida como forma un puño con las manos-

Un llamado más de advertencia se le fue dado a la niña, quien observó por breves segundos a los héroes antes de irse corriendo nuevamente hacia el adulto que había comenzando a adentrarse al oscuro callejón.
Sujetando con fuerza la rosa, se fue de allí tomando la mano de aquel castaño.
Una impotencia se instaló en el pecho de los dos héroes, mientras que un sentimiento de heroísmo se adueña del cuerpo de la joven; su movimiento especial, rosa palpitante estaba activo. Sintiendo y recibiendo los pensamientos de la hitodama, informándole sobre la situación.
La niña estaba siendo protegida y velada por la latina sin que se den cuenta.

En la guarida de aquel sujeto, la pequeña se niega a soltar la rosa, Chisaki quiso quitársela pero la pequeña, suplicando le pidió que no se la quitara, pues es la primera cosa linda que tiene

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En la guarida de aquel sujeto, la pequeña se niega a soltar la rosa, Chisaki quiso quitársela pero la pequeña, suplicando le pidió que no se la quitara, pues es la primera cosa linda que tiene.
El yakuza observó fijamente a la susodicha para después suspirar y dejar se insistir en tirarla.

-Solo no me toques con esa cosa, debe estar llena de gérmenes..., ve a tu habitación, Eri.

Siendo llevada por Irinaka, se dedicó a ver la rosa que titilaba con el brillo azul, recordando una vez más las palabras de aquella chica de ojos dispares.
Pequeñas lágrimas se asomaron por sus ojos y abrazó con cuidado la figura de hielo.
El pequeño sujeto de túnica negra, la observó por breves segundos para luego pedirle que no salga de la habitación hasta que sea la hora de ir al laboratorio, el lugar que tanto odia. Allí solo se dedican a lastimarla y eso la hace llorar, quiere ser libre, quiere ver el cielo azul otra vez, quiere jugar con aquellos tres héroes.

Se sentó como pudo en una silla y comenzó a derramar lágrimas, tenía miedo, mucho miedo, miedo a que Kai haga algo malo a esos 3 chicos.
Una de sus lágrimas cayó sobre la rosa y el brillo se hizo más intenso, llamándole la atención. De dicha flor de cristal frío, la hitodama salió y comenzó a girar alrededor de la niña hasta que se posó sobre la nariz de esta, haciéndole cosquillas, pero la risa no apareció, ella no sabía sonreír.
Esa información llegó a oídos de Hope, quien se encontraba yendo a la agencia de Sir.Nighteye, tienen que informar ya lo ocurrido.

Sobre el avistamiento del villano que andan buscando.

He tenido un error con el capítulo, tuve que anular publicación y volver a hacerlo

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He tenido un error con el capítulo, tuve que anular publicación y volver a hacerlo. Lamento las molestias ;-;

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