~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊SESENTAIDOS🦊🌸~

Los siguientes días fueron tristes, el cielo se prestó para ello.
Lamentablemente uno de los héroes había fallecido a causa de las heridas graves que su cuerpo había recibido, no pudiendo resistir más.
Mirio, Izuku y Toshinori, fueron los últimos en despedirse de él, el primer mencionado es el más afectado a la muerte del héroe.
En el mismo hospital, Hope se encontraba en terapia intensiva en un estado de observación al igual que Eri. Sus huesos estaban rotos en la zona de la caja torácica; respirando gracias a una mascarilla, sus signos vitales se encontraban bien pero su cuerpo aún estaba en proceso de recuperación. Tanto fue su poder y los golpes de Chisaki que la redujeron a un punto peligroso de debilidad.

Cuando ingresó al lugar ya no respondía a los llamados de Enji ni de los paramédicos.
En su interior, en los más profundo, se encuentra su conciencia, oculta entre la oscuridad, esperando a que su cuerpo esté en mejores condiciones para despertar. Abrazada a sus piernas, sus orejas se movieron un poco y alzó la mirada, viendo enseguida al héroe Sir.Nighteye.
Se puso de pie de lo que pareciera es un suelo hecho de agua pero iluminado por miles de estrellas.

-Veo que usted no resistió... -agacha la mirada- l-lamento no haber llegado antes. Si lo hubiera hecho -sus ojos se ponen cristalinos-Lo hubiera podido salvar! -levanta la mirada- L-Lo siento mucho, no debí dejarme controlar por ese tipo, hubiera llegado antes de que Chisaki lo dañara... y-yo!

-Hope.

La mirada del héroe le muestra paz y tranquilidad, su mano se posa sobre la cabeza de la chica y le da una suave caricia. 
Sus orejas se agachan y se cubre el rostro con ambas manos, sollozando como si fuera que aquella desgracia de hace unos años la estuviera haciendo revivir aquel momento.

-Esto tenía que pasar, jovencita. -le mira sonriendo levemente- era mi futuro...no lo podía cambiar... pero Midoriya Izuku lo hizo... me mostró que el futuro de alguien sí se puede cambiar...-sonrie y destapa el rostro de la heroína- y lo que hiciste allá, cielos, en mis predicciones no lo había visto... y junto a él, cambiaron el futuro y salvaron el de la pequeña. Puedo irme tranquilo ahora...

Sus ojos se pusieron mucho más cristalinos, los cerró con fuerza y asintió lentamente, se acercó al héroe y le dio un fuerte abrazo. El hombre, sorprendido por aquella acción, sonrió con suavidad y correspondió el abrazo de despedida.
Lentamente aquella nuestra de afecto se fue rompiendo y con una sonrisa, la joven hizo una reverencia apoyando una mano en la zona del corazón.

-No lo conocí mucho pero sí compartimos indirectamente el campo de batalla. -alza la mirada y le sonríe- Si usted está feliz con ello... al menos, como muestra de gratitud y respeto a sus logros en batalla...déjeme ser su guía al plano que lo llevará al descanso eterno.

-Ya has hecho esto, no? -suelta una leve risa y acepta la mano que la chica le extiende-

-A-Algo así-rie un poco y comienza a caminar hacia una dirección- algo más que quiera dejar aquí? -le mira mientras camina-

-Cuida de ambos por mí... creo que podrás hacer esa tarea. -sonrie- después de todo, ahora prácticamente eres la mujer más fuerte del planeta.

-Tal vez -ríe y se rasca detrás de la cabeza- que cosas, no?

Ambos compartieron risa, caminaron por un sendero acuático de estrellas.
No habían entablado mucha conversación pero ambos habían congeniado.

Comenzó a moverse en la camilla y lo primero que sintió fueron unas manos tomar la suya rápidamente pero con delicadeza.
Lentamente fue abriendo los ojos y giró el rostro para ver al dueño de aquellas suaves caricias que le da en el dorso de su mano.

- Keigo?... -se sorprende al verlo-

El mencionado por ella, abrió los ojos y lentamente fue alzando la mirada, notando enseguida como aquellos orbes bicolores que tanto ama lo estaba mirando. Sus ojos se volvieron cristalinos y sin mediar cuidado, se acercó a ella y la abrazó, haciendo que soltara un pequeño quejido pero solo se quedó allí, escuchando los sollozos del héroe emplumado.

-Keigo?... ¿Por qué lloras? -dice con la voz algo raspósa -

-No vuelvas... ¡No vuelvas a arriesgar tu vida así!! -se aleja del abrazo y la toma de ambas mejillas con delicadeza- no tienes idea de la preocupación que tenía cuando me enteré de lo ocurrido!!! -solloza- ¿Quieres saber porque lloro? Porque la chica del cual estoy enamorado casi vuelve con los huesos molidos! No sabían si ibas a sobrevivir! No me abandones! No quiero perderte! Me niego!

Aquellas palabras llenas de cariño y dolor hizo que sus ojos se pusieran cristalinos y en sus labios se dibuja una suave sonrisa.
Con delicadeza, le acaricia los cabellos dorados mientras él se desahoga abrazandola.
Cerró los ojos por un momento y suspiró con tranquilidad.

-Keigo... aún tengo cosas que hacer... ¿crees que les daré el gusto de abandonar este mundo sin siquiera molestarlos un poco? -rie con suavidad- aún hay Hope para rato.

Keigo, mirándola fijamente, dejó que varias lágrimas caigan por sus mejillas para después, acercarse y depositar un beso en la mejilla de la contraria.

-La próxima que vayas a pelear...llámame para ser tu apoyo...~ -le da unos besos en la mano-

Rodó los ojos y soltó una leve risa, ese joven héroe si que le da sorpresas cada vez que se encuentra con él.
La puerta es golpeada suavemente y una enfermera le informa a Hawks que la hora de visitas terminó.
Al principio se negó y se aferró a la joven, moviendo sus alas como un pequeño polluelo; la enfermera, con una vena en la frente, le sonrie mientras muestra una jeringa cargada con un sedante. Rápidamente se despidió de la chica y esquivó a la enfermera que había hecho un amague en inyectarle con la sustancia, soltó un pequeño grito y salió corriendo de la habitación.
Riendo un poco, lentamente fue tomando asiento en su camilla y observó a la mujer, quien la observa con una sonrisa y con los ojos cerrados.

-Si que sabes espantar a las personas que no te cae bien, no? Danny~ -rie un poco-

-Buuuh! Me pillaste -dice ya con su voz, su cuerpo se rodea en neblina hasta que se disipa y el pequeño niño se acerca rápidamente a la chica- ¿segura que estás bien?

-Si, no te preocupes -sonrie leve y le acaricia la cabeza- buen trabajo pequeño travieso -sonrie y le pellizca suavemente la mejilla- me sacaste de un apuro muy grande -sonrie suavemente-

Riendo un poco, el pequeño niño muestra sus pequeños dientes en una sonrisa contenta. Con algo de dificultad, subió a la cama, sus piernitas colgaron un poco así que las movió como si corriera en el aire y con ayuda de la bicolor subió a la cama de hospital, se acurrucó cerca de ella y cerró sus ojos para luego sentir las suaves caricias en su cabeza que la muchacha le da.
Sus ojos observaron hacia la ventana y una hitodama verde oscura con toques amarillos se mantiene en la ventana, lo saluda con un asentimiento y  la esfera de fuego bicolor desaparece allí mismo, Sir.Nighteye ahora iría a un buen lugar, a cuidar de los jóvenes héroes desde donde puede.

En un lugar... donde es recibido por alguien que fue especial para la chica.