~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊CINCUENTAINUEVE🦊🌸~

Al siguiente día de haberse encontrado con aquel villano, la latina pasó toda la noche con los ojos en un celeste neón, señal de que estaba velando por la pequeña por medio a la conexión que posee con la hitodama, algo bueno por un lado y malo por el otro, pues disminuiría su energía.
Su reloj sonó y sus ojos volvieron a la normalidad, notando enseguida la falta de energía en su cuerpo. Como pudo se puso de pié y fue al baño para tratar de despertarse. 10 minutos después, salió del baño ya con el uniforme de la academia puesto, se peinó y se hizo una pequeña trenza, hasta donde su cabello le permitía.

Tomó sus cosas y se marchó en dirección a la agencia, encontrándose con una gran cantidad de héroes reunidos. Centipeder se acercó rápido a su alumna y le informó de lo que estaba aconteciendo.
Obviamente, fue a cambiarse, colocándose su traje y sacando de su bolso, una barra de chocolate, necesita energía, pero para ella valía la pena perderla, por la niña.

Saliendo del baño, se encontró con sus compañeros. Kirishima, Tsuyu, Uraraka, Midoriya y Mirio estaban hablando entre ellos, preocupados por la repentina reunión entre los héroes.
Apenas dio dos pasos para ir hacia ellos, una melodía llegó a sus sensibles oídos, haciendo que caiga al suelo, con la respiración agitada y con sus uñas en proceso de crecimiento.
Cerró con fuerza los ojos y comenzó a sacudir la cabeza de un lado a otro, buscando apartar aquella percusión de tambor.
Unas manos se posaron sobre sus hombros y eso la hizo entrar en razón nuevamente antes de haberse llevado por la música, rápidamente giró el rostro y se encontró con un hombre de piel moreno y cabello en rulos Traje con llamativos colores, con unas cerraduras en los hombros y una tabla de madera cuadrangular en un compartimiento de atrás.

-Oe, ¿estás bien? -dice con el ceño fruncido mientras la ayuda a ponerse de pie-

-S-Si... solo que, he estado haciendo uso de mi poder desde ayer y no he descansado -jadea un poco y sacude levemente la cabeza-

-¿Que quieres decir con eso, mocosa? -le mira intrigado pero sin sacar su ceño fruncido-

-S-Se los diré cuando empiece la reunión -se apoya por la pared y respira hondo- Gracias... am...

-Rock Lock. -le mira y se cruza de brazos- Tu no te presentes, todos sabemos quién eres. Heroína latina Hope.

Una leve sonrisa se instaló en sus labios y al poco tiempo después los héroes son llamados a reunión.
Los compañeros de la joven se sorprendieron al verla ya con el traje puesto, pero más cuando la vieron con una expresión cansada.

Tomándose la cien, se acaricia dicha zona, escuchando cada una de las cosas que los héroes dicen, buscando o planeando una técnica de rescate para la niña. Los dos comentan sobre cómo se sintieron en ese momento, sin poder hacer nada.
Sus ojos se posaron sobre ellos mientras que Centipeder le llama la atención.

-Hope, ¿sucede algo? Te veo bastante distraída. -mueve sus antenas, esperando alguna respuesta de su protegida-

-Bien... estoy bien. -respira hondo y se endereza en el asiento- Tengo algo que decirles. -se pone de pie algo tambaleante y los héroes la miran fijamente- Es cierto que ayer nos encontramos con Kai Chisaki, con él estaba una pequeña niña por lo que llegué a escuchar, se llama Eri. Pude sentir el miedo manifestarse en su cuerpo y en sus ojos pude ver como pedía auxilio. -se vuelve a tambalear, siendo sujetada esta vez por Kirishima- Le dí una rosa de hielo con una hitodama dentro, desde ayer la estoy vigilando, viendo los movimientos que hacen alrededor de ella, por ende estoy gastando mucha energía. -la ayudan a sentarse y agradece- sé donde está la hitodama, así que sé donde está la pequeña.

-¿Como sabemos que no mientes? -dice una mujer con un "flequillo" de hierro cubriéndole el lado derecho de la cara-

La miró por un momento, respiró hondo para luego volver a acomodarse en su lugar y cerrar los ojos, concentrándose.
Los adultos y sus compañeros son testigos de cómo ella, al abrir los ojos, sus nueve colas aparecen, balanceándose lentamente con elegancia y sus mirada se tornó en un intenso color celeste neón.
Algunos se asustaron levemente pero suficiente como para ponerse de pié y retroceder unos cuantos pasos. 5 minutos después, la joven volvió a su estado normal, pero con la diferencia que cayó de la silla, inconsciente.