~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊NOVENTAISEIS🦊🌸~

Bajando de las alturas junto a los dos héroes, sus pies apenas tocaron el suelo, fue recibida con una avalancha de abrazos por parte de sus antiguas compañeras. Ellas lloraban y le daban pequeños golpes, reclamandole el porqué nunca se comunicó o mandó alguna señal de vida.
Riendo, las abrazo a todas para luego ser recibida por los hombres, quienes la abrazaron con fuerza acompañados con pequeñas lagrimas en los ojos, bromeando sobre los miles de rasguños y cabello enmarañado de su compañera.

De entre ellos, Shinso se hizo camino, ella le sonrió feliz pero rápidamente hizo una expresión de dolor, sujetándose la cabeza, y agachándose, se soba dicha zona.

-¡¡Oye!! ¿¡eso por qué?! -lloriquea la heterocromatica y hace un puchero-

-Eso, por ser una maldita que no me dice que se irá a hacer una misión suicida. -vuelve a darle otro coscorrón, haciéndola chillar otra vez- Y eso por qué si.

Lloriqueando por los golpes, se pone de pie y un jadeo de sorpresa se salió de sus labios, sintiendo los brazos de su amigo abrazarla con fuerza.
Sonrió con suavidad y correspondió, había extrañado a su amigo, había extrañado a todos, no cabía duda.
Se separó del abrazo y los alumnos se hicieron a un costado, dejándole ver a su hermano y padre esperarla.

Pequeñas lágrimas se asomaron por sus bicolores ojos, se tocó las mejillas y observó  la humedad de sus dedos, había pasado bastante tiempo desde la última vez que lloró.
Dejo que sus lágrimas hagan su trabajo, su expresión se entristeció y corrió hacia ellos; Shoto al verla acercarse, no dudo ni por un segundo correr también en su dirección.
Ambos hermanos se atropellaron para abrazarse, soltando sollozos y pequeñas palabras inentendibles para los demás.

-Ya todo terminó, Shoto -sonrie con lagrimas- todo terminó... somos libres-rie con lágrimas y acaricia las mejillas de su hermano- ya no me iré hermanito, ya no.

-Sora... -dice con la voz quebrada y con lágrimas en los ojos, volviendo a abrazarla con fuerza-

Luego de un buen tiempo, ambos se separaron y ella posó su mirada sobre el hombre en llamas. Este la observo con lágrimas que rápidamente se evaporan a causa de sus llamas.
Con algo de inseguridad, abrió los brazos y soltó un pequeño sollozo; ella observó al hombre y por un momento, vio a su padre Richard, sonriéndole y con los brazos abiertos como siempre lo hacía cuando ella se caía al suelo y se lastimaba.

-¡P-Papá...! -llora y corre en dirección a Endeavor-

La chica llegó a los brazos del héroe y él la abrazó con fuerza, expresándose con esa simple acción, lo mucho que había extrañado a su hija.
Se aferró a él y sintió de golpe el cansancio en su cuerpo, cayendo dormida en los brazos de su padre, espantando a los presentes, pero los latinos saben perfectamente que ella por fin puede dormir.

Ellos más que nadie, fueron testigos como noches enteras, la joven no dormía por estar vigilando la zona en la que estaban descansando, siendo un centinela constantemente activo.

Y ahora, el agotamiento le había cobrado todas.

Los latinos se retiraron a su hogar por un portal, dejando a su líder dormir en los brazos de su, ahora,  único padre.
Pero antes de que todos se vayan, Esmeralda se acercó rápidamente a Kirishima, respiró hondo y como pudo trató de decirle algo.

-T...tuh t-telephone, ple...-suspira al no recordar y se da pequeños golpes en la frente- ple...ase-se sonroja y se cubre la cara, jamás podría comunicarse bien-

Kirishima tardó varios minutos en procesar el pedido antes de que Denki le dé un golpe en la cabeza haciéndolo reaccionar.

-Viejo, quiere tu número, que no la ves? -dice el rubio con una sonrisa- adelante! No pierdas esta oportunidad! Yo no perderé la mía-sonrie y se acomoda bien su chaqueta antes de ir hacia la chica con cabellos de serpiente, quien al verlo, lo espanta con un gruñido de ella y de sus serpientes-  ¡¡Rechazado otra vez!! -lloriquea mientras corre-

Obviamente, Kirishima le dio su móvil y ella anotó su número. Por primera vez una chica tierna se acercaba a él para pedirle su número.
Esmeralda, se acercó a él y le depósito un beso fugaz en la mejilla antes de ser llamada por su compañera Medusa.

Sonrió a no más poder, reluciendo sus puntiagudos dientes y su sonrojo color manzana en sus mejillas.
El día para él se había vuelto muy colorido y brillante.

Volviendo con Endeavor; se encargó de llevarla a una de las habitaciones de la Height Alliance, la misma que antes le había pertenecido a su hija.
Sus cosas estaban intactas, relucientes y ordenados gracias a que las chicas se encargaron de limpiar todo cada cierto tiempo y a mantener la cama acolchada.
Con delicadeza, depósito a su hija sobre la suave superficie y esta rápidamente se acurrucó, sus nueve colas aparecieron para cubrirla por completo y dejando solo las orejas de la chica sobresalientes entre todo ese montón de pelo blanco.

- Richard... -su ceño se vuelve uno triste, recordando lo que el pequeño zorro le había dicho-

Richard Monte Negro murió, señor Endeavor. Murió en batalla, ahora ella está sola. No cometa el mismo error de hace años atrás. No la abandone ahora que necesita a alguien paterno a su lado.

- Prometo cuidar a Hope hasta mis últimos días-dice en un susurro el héroe mientras le acaricia la cabeza a su hija, por debajo de la capa peluda- Viejo amigo...

El peso se instaló en la espalda de Endeavor y él observó sobre su hombro al zorro, mirando a la chica dormitar.
De él, pequeñas lágrimas se deslizaban una tras otras, hacia tiempo que deseaba llorar y ahora es el momento preciso para hacerlo.
Con cuidado, el mayor tomó al animal y lo abrazó con delicadeza, sorprendiendo al niño. Este no aguantó más y comenzó a soltar sollozos, aún le dolía mucho la pérdida de Richard, lo sentía, le quemaba por dentro. Fue un buen tutor, guía, padre, maestro, fue un hombre fantástico, y se arrepiente nunca haberle dicho lo mucho que lo quería, que lo admiraba a tal punto de a veces querer llamarle papá.

Y se arrepiente no haberlo hecho.

A los pocos minutos, quedó dormido entre los cálidos brazos del mayor y este lo acomodó cerca de la heterocromatica, quien al sentir la presencia del niño, su cola se movió, sus brazos lo atrajeron y su gran capa blanca y peluda bajo nuevamente, teniendo al zorro bajo el cálido manto.
Sonrió con suavidad y se enderezó, ahora tenía una misión más. Debía cuidar de ambos, de su hija y del pequeño niño.

Y si hacia falta, lo adoptaría.

Con cuidado y en silencio, se retiró de la habitación, saliendo de esta, encontrándose la mayoría de los jóvenes estaba esperando a que el héroe salga. Este les dice que ahora ambos están descansando y lo más probable que despertaría después de unas largas y bien merecidas horas de descanso.

En la sala, apoyado por el sofá, Hawks mira con una leve sonrisa hacia el héroe número 1, notando mucho más el cambio que había tenido con esos dos años, y estaba seguro de que se lo demostraría a la hija que, él, ama con locura.