~🌸🦊HOPE🦊🌸~

~🌸🦊NOVENTAINUEVE🦊🌸~

Sentados al borde de una fuente; los tres se encuentran mirando el cielo estrellado, en silencio, ambos acariciando una mano de cada lado de la chica, entrelazandolas o repartiéndole besos en el dorso de esta.
Sonriendo con suavidad, agachó la mirada y observó la mochila que Danny le había traído. Allí estaban todas lar cartas que ella había escrito para ambos, a su hermano ya se los había entregado.
Con cuidado abrió la desgastada bolsa de tela y sacó el primer fajo de cartas bien puestas y atadas con un hilo de ferretería.
Primero se lo pasó a Katsuki y luego el segundo se lo pasó a Keigo, quien curioso observa lo que se le es entregado.

-Cada vez que sientan que no les doy amor suficiente, quiero que lean una de estas cartas. -sonrie levemente y los observa con una suave sonrisa, captando la atención de ambos- allí sabrán cuales son mis sentimientos hacia ustedes.

Sonriendo, ambos guardaron el montón de cartas en sus bolsillos interiores del saco, agradecían internamente tener aquellos compartimientos.
Hawks fue el primero en que se quedó observando a la chica, quien observa a Katsuki maldecir al bolsillo del saco.
Ella rió un poco y le quitó las cartas para ella poder acomodarlos bien y sin nervios.

Un leve sonrojo se instaló en el cenizo, quien se quedó mirándola por varios minutos, hasta que una tos falsa hace que ambos se centren en el ojidorado.

-Hope, ¿recuerdas la promesa que intentamos que juraras cumplir?

-¿Promesa?... -ambos asienten- ¡¡Oooohh!!! ¡Esa promesa...! -asiente y respira hondo- sí, la recuerdo, ¿qué con eso?

-Es el momento... de que ambos recibamos una respuesta. -los dos se ponen frente a Hope y se arrodillan frente a ella- Hope, desde el momento en que mis plumas te trajeron hasta mi aquella vez, supe que nuestros destinos estarían entrelazados, que al final de mi hilo rojo, estas tu. -le mira y sonrie al ver el sonrojo en sus mejillas- No pasaba ni un día en que no pensara en ti, en lo dulce, hermosa, carismática, algo enojona y muy hábil con la escoba que eres. Pero eso no quita el hecho de que, con todas tus virtudes y aptitudes, me enamoré de ti perdidamente. Y ni que decir de las veces que pude escuchar tu escandalosa risa, es música para mis oídos, algo sensibles, pero es el sonido más fuerte que adoro escuchar.

-No sé si tomármelo como un halago o un insulto pero gracias -rie levemente la chica mientras acaricia la mejilla del alado, quien al sentir aquello, mueve sus alas como un pequeño polluelo-

-Yo, bueno, no soy muy bueno expresándome, pero aquí voy -el cenizo se aclara la garganta y observa a la heterocromatica- Siendo sincero, la primera vez que te vi, pensé que eras una molestia, que serías una extra más, pero...fuaaah, la batalla que tuvimos en el festival deportivo fue el detonante para que me fijara más en ti, en que estuviera al tanto de todo lo que dices, lo que haces, todo. De un odio inmenso que tuve hacia ti, se fue transformando en admiración y de esa admiración se volvió amor. En estos años me hizo mucha falta ver tus ojos, escuchar tu risa, besar tus labios, verte entrenar todos los días, viendo como mejoras a cada minuto. -se sonroja levemente y saca algo de su bolsillo trasero del pantalón- y por eso... quisiera ser partícipe de esos acontecimientos días tras días, despertar a tu lado, sabiendo que estoy con la chica más hermosa y extraordinaria del mundo. La más fuerte, la mas habilidosa, la única.

-Queremos, tarado, queremos -corrije el alado sacando también algo de su bolsillo-

-Te puedes callar, pajarraco sin pico? -lo mira fijamente y suspira- Tu eres el único que sabe arruinar mi momento.

-Si vamos a convivir con la misma chica, es mi deber molestarte toda la vida. -sonrie de lado y observa a la joven- Por eso, hoy, aquí, bajo estas estrellas y la música reggetonera de fondo-Hope suelta una carcajada- Yo Keigo Takami y... ¿cómo te llamabas? ¿El bombas?